¿Moja el agua y calienta el sol? Pregunta ad-referéndum

Periodista, escritor, miembro de la Academia Ecuatoriana de la Lengua, miembro de la Comisión Nacional Anticorrupción.
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“Vivimos un tiempo en que hay que volver a explicar que el agua moja y que el sol calienta”. (Anónimo)
La frase resume el signo de esta época: un tiempo en el que lo evidente y sencillo debe ser explicado. Parecería que pensar y reflexionar ya no es patrimonio cultural de la humanidad en las tierras divididas por una línea imaginaria que da al Océano Pacífico Occidental. Quizás, por haber delegado el pensamiento a la tecnología, se haya dejado de pensar. Y al no pensar, se ha dejado de aprender e ir al grano.
“Diario Expreso”, del miércoles de esta semana, informa en su primera página: “La violencia se expande. Abril y mayo fueron meses aterradores en Quito, y los asaltos violentos generaron una creciente preocupación en la población. Hasta abril se registraron 82 muertes violentas, un incremento del 24% respecto al mismo tiempo que el año pasado. La ciudadanía exige estrategias efectivas”. Y en la página 10, Expreso detalla este sangriento asunto y esta invasión que mete miedo y obliga a vivir de sobresalto en sobresalto.
Pese a que el narcotráfico hace de las suyas en las veinticuatro provincias de Ecuador, pese a la cantidad de muertos, pese a secuestros y vacunas, pese a que la acción positiva de Fuerzas Armadas y de la Policía Nacional no es suficiente para ganar la tercera guerra mundial contra el narcotráfico, una hidra de mil cabezas, la Asamblea Nacional no estuvo a la altura del reto.
Aprobó el establecimiento de bases extranjeras y en asunto tan urgente pidió referéndum. ¿Acaso no entendieron que el referéndum está ya implícito en cementerios de todo el Ecuador, en el llanto de las familias, en la pobreza del fisco para poner militares y policías en todos los barrios, en todas las vías de un país topográficamente ideal para la acción del narco tráfico? ¿Por qué la Asamblea no pensó en la función Judicial, madre y maestra de aquellos jueces que colaboran con el enemigo? ¿No son acaso traidores a la patria? Se burlan de la soberanía o la venden. Y en las grandes batallas se los fusila.
¿Hay que explicar que el sol quema? ¿Que el argumento de la soberanía es puramente relativo, que quitó la base de Manta y se permitió la base Reyes colombiana en nuestro territorio y que allá iban devotos a recibir la bendición de las armas?
Hemos retrocedido tanto que lo que antes discernía el sentido común, ahora casi requiere un curso de PhD. Entonces, cuando el relativismo institucionalizado ha vaciado a la razón, hay que volver desde cero, a explicar lo evidente: “el agua moja y el sol calienta”.