¿Conflicto de interés? Un colaborador del presidente de la Judicatura, Mario Godoy, está en la comisión que evaluará su reelección
Mario Godoy busca quedarse en la presidencia de la Judicatura hasta 2031. En la Comisión que evaluará su carpeta está Christian Troya, su excolaborador y exasesor de Fausto Jarrín, personaje cercano al presidente Daniel Noboa.

Mario Godoy, presidente del Consejo de la Judicatura, en la Comisión de Fiscalización, el 26 de junio de 2025.
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Fernando Sandoval
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Los eventos ocurrieron en perfecta sincronía. El 16 de diciembre de 2024, el Consejo de Participación Ciudadana y Control Social (CPCCS) empezó el proceso para elegir a los nuevos cinco vocales del Consejo de la Judicatura (CJ).
Para la selección, el CPCCS pidió ternas de candidatos a la Presidencia de la República, la Asamblea Nacional, la Fiscalía, la Defensoría Pública y la Corte Nacional de Justicia (CNJ). De la lista de postulantes de esta última entidad debe salir el nuevo presidente de la Judicatura.
Entre el 30 de diciembre de 2024 y el 17 de enero de 2025, la CNJ, la Asamblea, la Defensoría Pública y la FGE enviaron sus ternas. Pero el proceso quedó en suspenso. Sin explicación, el presidente Daniel Noboa —que estaba en plena campaña electoral— no presentó su lista de postulantes.
Christian Troya, a escena
Mientras el proceso estaba detenido, en las entidades involucradas se dieron algunos movimientos que ahora podrían resultar determinantes. El 28 de marzo de 2025, el CPCCS contrató a Christian Eduardo Troya Macías como asesor de la consejera Johanna Verdezoto.
19 días después, el 16 de abril de 2025, Verdezoto notificó que Troya sería su representante en la Comisión Técnica, que está al frente de la selección de los nuevos vocales de la Judicatura de entre las ternas presentadas. Troya reemplazó a Dixon Jaime, exasesor de la consejera. Ese cambio pasó prácticamente inadvertido porque el proceso estaba parado.
La selección se reactivó 50 días después. El 5 de junio de 2025, la Asamblea Nacional dejó sin efecto la terna de candidatos para el CJ que había sido aprobada en el período anterior, con mayoría correísta y socialcristiana. Y, se nombró una nueva terna con los votos de la nueva mayoría de ADN, organización política del presidente Daniel Noboa.
Esa decisión fue impulsada por Henry Bósquez. Él fue elegido asambleísta en las elecciones extraordinarias de 2023 por la Revolución Ciudadana (RC), pero en abril de 2024 renunció a ese bloque y en los comicios de 2025 fue reelecto por ADN.
Además, el asambleísta Bósquez es hermano de Javier Bósquez, fiscal oriundo de la provincia de Bolívar, que —a su vez— es la pareja sentimental de Johanna Verdezoto, consejera del CPCCS que nombró a Christian Troya como miembro de la Comisión Técnica del proceso de la Judicatura.
19 días después de la confirmación de la terna en la Asamblea, el 24 de junio de 2025, el abogado Fernando Illanes presentó un oficio ante el CPCCS. En el escrito comunicó que Edison Toro, uno de los integrantes de la terna de la Corte Nacional —de la que debe salir el nuevo presidente del CJ—, tenía una inhabilidad, ya que había sido nombrado conjuez ocasional del Tribunal Contencioso Electoral (TCE).
Al siguiente día, en el Pleno del CPCCS, Verdezoto mocionó que tramitara la comunicación de Illanes para separar a Toro de la terna de la CNJ y pedir a José Suing, presidente del organismo judicial, que designe a un reemplazante.
En la Corte Nacional no hubo un consenso rápido. Pero, finalmente, Suing decidió —el 9 de julio de 2025— que la terna se complete con el nombre de Mario Godoy: actual presidente de la Judicatura y que no tiene prohibición legal para repetir el cargo. Esa resolución provocó la renuncia del juez Marco Rodríguez a su postulación en la terna de la Corte, expresando reparos sobre la transparencia del proceso.
Y aquí reaparece la figura de Christian Troya.
Godoy es el presidente de la Judicatura desde el 16 de julio de 2024. Dos días después de su posesión, en la Judicatura se emitió la orden de la contratación de Christian Troya como subdirector de Comunicación del organismo judicial.

No existen registros en la Contraloría de que la contratación de Troya en la Judicatura se haya concretado. Sin embargo, el 23 de julio de 2024, PRIMICIAS se comunicó con el Consejo de la Judicatura buscando una entrevista con el recién posesionado Godoy; la respuesta fue que la coordinación de ese pedido debíamos hacerla con Troya. Incluso, este medio habló directamente con él, quien ofreció la tramitación del espacio, lo que nunca se concretó.
Ahora Troya deberá —como parte de la Comisión Técnica del CPCCS para la designación de la nueva Judicatura— valorar la carpeta de Godoy, quien fue su jefe y determinar si sus méritos son mejores, en relación con los otros dos postulantes de la Corte, para ser ratificado como presidente de la Judicatura.
PRIMICIAS consultó a Troya y a Godoy, a través del Departamento de Comunicación de la Judicatura, si existe un conflicto de interés en el proceso de designación, teniendo en cuenta esa relación laboral pasada. Pero ninguno respondió.
En el CPCCS no se ve con malos ojos esta situación. Andrés Fantoni, presidente del Consejo, dijo que desconocía este posible conflicto, pero aclaró que la designación de los miembros de la Comisión depende de cada consejero, por lo que no habría una ilegalidad.
Fantoni se pronunció sobre este tema, consultado por los medios de comunicación, antes del arranque de la sesión del Pleno del CPCCS del 30 de julio de 2025. En esa cita, Verdezoto fue la única que no asistió presencialmente.
Desde uno de los despachos del mismo edificio del Consejo de Participación Ciudadana, en el arranque de la sesión, la consejera dijo que el país "no necesita confrontaciones", sino que avancen los procesos de designación por los que "el país no puede esperar más".
La sombra de Fausto Jarrín
Sin embargo, las relaciones de Troya y Godoy no terminan ahí. Antes de acompañar a Godoy en el arranque de su gestión en la Judicatura, Christian Troya trabajó en la Asamblea Nacional como asesor de Fausto Jarrín, con quien también comparte una relación de amistad.
Jarrín fue militante de la Revolución Ciudadana durante varios años. Incluso, fue el abogado personal del expresidente Rafael Correa y en 2021 fue electo legislador por esa organización política. En julio de 2022 renunció a su curul anunciando que volvería a la defensa jurídica de sus coidearios. Pero eso no se concretó y más bien se alejó del correísmo.
En abril de 2024, tras la consulta popular en la que el Gobierno de Daniel Noboa ganó en nueve de 11 preguntas, Michele Sensi-Contugi asumió el Ministerio de Gobierno y Jarrín habría empezado a asesorar al Gobierno de manera externa.
Inicialmente, Jarrín no negó esa vinculación, pero dijo que estaba trabajando como abogado independiente. En mayo de 2025, fue uno de los invitados a la posesión de Noboa para el segundo período y días después visitó el Palacio de Carondelet.
El exasambleísta del correísmo es amigo del Presidente de la Judicatura, Mario Godoy, y de su esposa, la abogada Dolores Vintimilla. Incluso, asistió a su boda.
En noviembre de 2024, Sandino Jarrín, hermano del exabogado de Rafael Correa, ingresó a trabajar en la Judicatura presidida por Godoy, como analista de la Escuela de la Función Judicial. En febrero de 2025, el también jurista fue ascendido a Supervisor de esa instancia judicial, puesto en el que se mantiene hasta la actualidad.

El círculo no se cierra ahí. En mayo de 2023, Vintimilla —esposa de Godoy y amiga de Jarrín— fue candidata a la Presidencia del Colegio de Abogados de Pichincha. El secretario de su lista fue Javier Bósquez, pareja de Johanna Verdezoto, consejera del CPCCS que contrató a Christian Troya; y hermano de Henry Bósquez, asambleísta de ADN que mocionó la anulación de la terna legislativa para la Judicatura.
Tras ese movimiento, en la nueva terna de la Asamblea, designada con mayoría de ADN, el primero de la lista es Fabián Fabara, juez de la Corte de Pichincha. En diciembre de 2024, Fabara activó un proceso disciplinario contra la jueza Nubia Vera, quien denunció presuntas presiones de Mario Godoy para que la magistrada fallara en contra de la exvicepresidenta Verónica Abad, que en esa época se enfrentaba al presidente Daniel Noboa.
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