Conflictos internos, bloqueo legislativo y la coyuntura política, los lastres que agobian al correísmo
Revolución Ciudadana, no ha logrado descifrar cómo incorporar su agenda política en el debate legislativo. El correísmo tiene una convención pendiente para reemplazar el liderazgo de Luisa González.

Asambleístas de Revolución Ciudadana durante el debate de la Ley de Fortalecimiento y Sostenibilidad Crediticia, el 26 de septiembre de 2025.
- Foto
API.
Autor:
Actualizada:
Compartir:
Sin una dirección clara y con problemas internos inconclusos, al movimiento Revolución Ciudadana (RC) le sigue costando 'levantar cabeza' en momentos complejos y claves para la política del país. Su influencia política es cada vez más marginal.
En el plano legislativo, luego de un inicio caótico y de total exclusión, la bancada de RC ha recuperado algo de voz en la Asamblea Nacional, aunque casi nunca para tratar los temas de su propia agenda política.
Con restricciones -según el correísmo- el presidente Niels Olsen ahora les permite intervenir en los debates de leyes construidas en las comisiones lideradas por el bloque oficialista Acción Democrática Nacional (ADN).
Sin embargo, cuando la iniciativa nace desde la orilla opositora, es inmediatamente bloqueada por la mayoría gobiernista que cuenta con un grupo de independientes y los exintegrantes de Pachakutik como aliados.
La cifra más evidente es la de cambios del orden del día propuestos por el correísmo que han sido rechazados por el Pleno:
- Desde el 14 de mayo de 2025, cuando inició el periodo, se han planteado 43 pedidos de cambio del orden del día, según los datos legislativos.
- Revolución Ciudadana ha propuesto 31 de esas modificaciones.
- Solo cinco tuvieron el apoyo del Pleno de la Asamblea y 26 fueron rechazados.
El 16 de junio de 2025, el legislador correísta, Luis Molina, planteó un cambio para mocionar la condecoración a la trayectoria de los Hermanos Miño Naranjo, que fue aprobada por unanimidad por los legisladores de todas las agrupaciones políticas.
Pero cuando el tema es más complejo, como solicitar comparecencias por el caso Progen, por la fuga de cabecillas del crimen organizado o exigir mayor atención del gobierno a la crisis de la salud pública, las cosas son diferentes.
Uno de los últimos bloqueos al correísmo se produjo el 7 de octubre de 2025. Blasco Luna intentaba que se debata una resolución de rechazo a la supuesta represión de la fuerza pública al pueblo cañari, en el marco del paro nacional de la Conaie.
De los 148 legisladores presentes, 72 votaron en contra y 66, entre correístas y dos antiguos asambleístas de Pachakutik, votaron a favor de incluirlo en el orden del día. El tema no pasó.
A eso se suma que ADN ha acaparado todos los procesos de fiscalización al gobierno, anulando cualquier intento opositor de investigar temas incómodos, como que 45 legisladores correístas podrían afrontar un proceso disciplinario solicitado por Olsen.
En un intento por revertir las cosas, la cúpula de RC decidió cesar a Viviana Veloz como coordinadora del bloque y entregarle el timón a Juan Andrés González que tiene el reto de unificar a la bancada que también enfrenta un desgaste por posturas encontradas entre sus integrantes.
En lo electoral, hay sobresaltos

La Asamblea no es el único frente en el que Revolución Ciudadana enfrenta contratiempos. La proximidad del referendo y consulta popular 2025 puso a prueba a la organización política y dejó ver fragilidades impensables para el correísmo.
La segunda fuerza política del país no podrá participar como actor político en la campaña para la consulta popular con la que el presidente Daniel Noboa pretende convocar a una Asamblea Constituyente.
El correísmo pretendía hacer campaña por el 'No', pero según el Consejo Nacional Electoral (CNE), su directora nacional, Luisa González, no cumplió con todos los requisitos para el efecto.
La excandidata presidencial no habría entregado el acta oficial en la que la convención nacional de Revolución Ciudadana en la se tomó la decisión consensuada de oponerse a la consulta.
González niega la falta y asegura que presentó la resolución que adoptó el buró político que, según la dirigente, tiene un peso similar al de la convención. El tema será dirimido por el Tribunal Contencioso Electoral (TCE).
El 8 de octubre de 2025 Revolución Ciudadana ingresó un recurso subjetivo contencioso para oponerse a la decisión del CNE, aunque con pocas expectativas de que el TCE le de la razón.
En lo que sí podrá participar el correísmo como actor político es en la campaña por el 'No' en el referendo sobre la eliminación de la prohibición de establecer bases militares en territorio ecuatoriano.
Además, en las preguntas que se refieren a la eliminación del financiamiento estatal a las organizaciones políticas y la reducción del número de asambleístas.
Una renovación en suspenso
En medio de los contratiempos políticos, RC tenía previsto renovar su directiva nacional a mediados de noviembre, pero el plan se vio truncado por el referendo y consulta popular 2025, y no hay nueva fecha para la convención nacional.
En público y en privado son conocidas las desavenencias que habría provocado la presencia de Luisa González, que goza del respaldo del expresidente Rafael Correa, en varios sectores del correísmo.
De malos tratos, exclusión y hasta burlas han hablado públicamente las asambleístas Mónica Salazar y Jahaira Urresta antes de abandonar las filas de la Revolución Ciudadana.
Puertas adentro hay otros asambleístas que también mencionan la supuesta lejanía y falta de diálogo que mantendría la directiva con gran parte del bloque.
Luisa González niega las acusaciones y que ella sea el punto de discordia en la organización política. Sin embargo, ha adelantado que no buscará la reelección como presidenta de Revolución Ciudadana.
"Hay que dar paso a otros compañeros. Mi postura es un poco más crítica y creo que en este momento esa postura que es firme, radical y crítica puede causar más resquebrajamientos que unidad"
Luisa González, presidente de Revolución Ciudadana
Compartir: