En los ocho años en que fue presidente de Brasil, entre 2003 y 2010, Luiz Inácio 'Lula' Da Silva fue un gobernante prudente y juicioso, un reformista inteligente y no un populista atropellador, como los socialistas del Siglo XXI.
Sus políticas socialdemócratas no vulneraron los derechos fundamentales de los ciudadanos ni pusieron en riesgo la democracia y la libertad. Jorge Ortiz analiza qué traerá la reciente elección de 'Lula' para un tercer periodo presidencial.
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