Basta un corto recorrido por el Centro Histórico de Quito para comprobar que decenas de locales han cerrado por la escasa afluencia de transeúntes provocada por la pandemia y las restricciones de distanciamiento social.
Negocios que llevan decenas de años en esta zona de la ciudad, como locales de comida típica, de dulces, tiendas de ropa, abacerías, bazares, peluquerías y otros negocios han tenido que cerrar.