Desde el pasado 15 de octubre, Italia se convirtió en el primer país occidental en exigir el carnet de vacunación contra el Covid-19 para ir a trabajar.
El decreto ejecutivo en vigencia obliga a todos los trabajadores a mostrar su "pase verde", un documento que garantiza que alguien ha recibido al menos una dosis de la vacuna o ha pasado por la enfermedad.
Además, quienes no accedan a vacunarse, deberán someterse a una prueba PCR cada 48 horas. Se trata de una de las medida más estrictas en el mundo.