Cómo ahorrar y planificar tus compras de Navidad sin afectar tu bolsillo

Diciembre tiene su encanto, pero Navidad tiene algo particular: despierta un impulso casi automático de comprar. Regalos para la familia, para los amigos, para la oficina, detalles de última hora, cenas especiales, ropa nueva y, cuando te das cuenta, tu billetera ya no te acompaña, tus tarjetas están a tope y tu yo de enero empieza a resentirse.

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Bertha Romero, experta en finanzas personales de Aval Buró, dice a Gestión que “todo empieza con planificación. Si no tienes un mapa claro de lo que vas a gastar, la Navidad te desordena sin que te des cuenta”.

Y tiene razón. La Navidad no es solo un mes: es un momento emocionalmente cargado. Si no lo enfrentas con intención, puedes convertirlo en la época más cara del año. Por eso esta guía es para ti: para que sigas disfrutando de la magia navideña sin que el consumo excesivo se robe el show.

1. Antes de comprar, piensa: ¿qué actividades tienes y cuánto cuestan?

Suena obvio, pero casi nadie lo hace. La mayoría entra a diciembre como quien entra a un centro comercial sin lista: solo esperando ver “qué aparece”. Y ahí empieza el problema.

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Romero insiste en que “tener una lista detallada de todas las actividades de Navidad te ayuda a controlar el uso del dinero”. No es solo una recomendación, es una regla de oro.

Tu lista debe incluir:

• Regalos planeados (familia, pareja, amigos, oficina).
• Regalos opcionales (personas a las que quizá solo quieras dar un detalle).
• Cenas especiales y encuentros navideños.
• Decoraciones que necesitas (si las necesitas).
• Salidas o actividades familiares.
• Compras de alimentos y productos típicos de la temporada.
• Cualquier gasto “extra” que ya sabes que llegará.

No subestimes el poder de una lista. Te ordena, te ancla y te permite ver si lo que quieres comprar realmente tiene espacio en tu presupuesto.

Y aquí un tip práctico: revisa cuánto gastaste en navidades anteriores. Romero lo dice clarísimo: “ya tenemos una idea de cuánto solemos gastar, usemos esa referencia para planificar mejor este año”.

2. Identifica tus ingresos reales de Navidad 

No es lo mismo planear con tu sueldo regular que con tu sueldo regular + décimo + bonos. Pero ojo, tener más dinero no significa gastar más. La experta explica que “debemos cuantificar todos los ingresos que tendremos en diciembre, incluidos bonos y el décimo tercer sueldo, para saber realmente con cuánto contamos”.

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Una vez que tengas esa cifra, aplica esta fórmula:

1. Separa primero tu ahorro mínimo (10% como base, 20–25% si puedes).

2. Cubre tus gastos fijos del mes.

3. Lo que queda es tu presupuesto real para Navidad.

Ejemplo simple:

• Ingreso total (sueldo + décimo): USD 1.200
• Ahorro del 20%: USD 240
• Gastos fijos: USD 500
• Presupuesto para Navidad: USD 460

Y algo que Romero enfatiza mucho es que “no todo el ingreso extra debe destinarse a regalos; también puedes usarlo para ahorrar y cumplir metas financieras”. Esa frase es oro. Navidad dura semanas. Tus metas duran años.

3. Regalos navideños: cómo planificarlos sin romper el presupuesto

Aquí viene la parte más esperada y la que más duele cuando no se maneja bien: los regalos.

La experta plantea una pregunta que deberíamos hacernos más seguido: ¿cuánto quieres gastar y cuánto puedes gastar? Porque no siempre son lo mismo.

Define un monto máximo por persona por ejemplo:

• Papá: USD 20
• Mamá: USD 20
• Pareja: USD 30
• Sobrinos: USD 10 cada uno
• Amigo secreto: USD 15

Tener montos definidos evita que caigas en la tentación de “solo USD 10 más” porque así es como los presupuestos se desmoronan.

4. Explora opciones más inteligentes y lindas para regalar

Uno de los tips más importantes que compartió Romero fue esto: los regalos no tienen que ser caros para ser valiosos. Decirlo suena cliché, pero hacerlo es posible. Aquí algunas ideas que ella plantea y que funcionan perfecto:

Regalos de emprendimientos locales

No solo encuentras productos únicos, sino que suelen ser más económicos que las marcas grandes. Además, apoyas a emprendedores ecuatorianos que trabajan todo el año para llegar fuertes a Navidad.

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Regalos hechos a mano

La especialista lo explicó así: “todos tenemos habilidades que podemos usar para crear regalos significativos”. Y tiene razón:

• ¿Eres bueno cocinando? Galletas, panetones, postres navideños.
• ¿Te gusta la cerámica? Un tazón hecho por ti es más especial que uno de tienda.
• ¿Haces manualidades? Un detalle personalizado vale más emocionalmente que un producto genérico.

Regalar experiencias

No todo tiene que ser físico. Puedes regalar:

• Un desayuno hecho en casa
• Una tarde de películas navideñas
• Una salida sencilla pero significativa

Romero lo resume perfecto: “el consumismo no es todo en esta época; también se trata de compartir, agradecer y tener momentos reales con la gente que queremos”.

5. Compra con inteligencia: compara, revisa y decide con cabeza fría

Es fácil caer en la trampa del “¡Última oferta!” o “Solo hoy al 50%”. Pero recuerda que ser un consumidor consciente significa comparar, analizar y buscar opciones, no comprar lo primero que vemos. Aquí algunos trucos:

• Compara precios entre al menos tres tiendas.
• Revisa si el descuento es real (algunas suben el precio previo para hacerlo “parecer” más barato).
• Compra temprano: a última hora gastas más y decides peor.
• Si algo te emociona demasiado, aplica la regla de las 48 horas: si después de dos días todavía lo quieres, adelante.

Romero tocó un punto que pocas veces se menciona: lo sostenible y lo consciente. Ella recomienda dedicar dos minutos antes de comprar algo para preguntarte:

• ¿De dónde viene este producto?
• ¿Qué impacto tiene?
• ¿Realmente lo necesita la persona a la que se lo daré?
• ¿Lo estoy comprando por emoción o porque tiene sentido?

Preguntas simples, pero que te devuelven a la realidad. Y la realidad es que Navidad no se trata de gastar: se trata de elegir bien.

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Planificar las compras navideñas no te quita magia: te da paz mental. La experta lo deja claro: “Ahorrar y tomar mejores decisiones financieras es un acto de autocuidado, no de restricción”. Tu Navidad puede ser linda, cálida y generosa… sin que tu bolsillo sufra. Solo necesitas intención, claridad y un plan que respete tus límites.