La minería ilegal consume los ríos del cantón Camilo Ponce Enríquez en medio de vacío institucional
El río Guanache perdió su cauce a causa de enormes perforaciones de maquinaria pesada. La minería ilegal que extrae oro en la zona ahora amenaza también al Gala, el "último río vivo del cantón".

Actividad minera ilegal documentada en el sector Barranco Colorado, al pie de un afluente contaminado, en el cantón Camilo Ponce Enríquez, el 24 de enero de 2025.
- Foto
Arcom
Autor:
Redacción primicias
Actualizada:
Compartir:
Lo que queda del río Guanache, que atraviesa por cuatro barrios del cantón Camilo Ponce Enríquez (en la provincia del Azuay) son grandes charcos de agua turbia y contaminada o un hilo de corriente oscura cubierta de maleza, en medio de intensivas actividades mineras irregulares.
La minería ilegal, operando sin control a menos de un kilómetro de la plaza central del poblado, convirtió el cauce del Guanache en un caótico paisaje de enormes cráteres y socavones.
En el sector Brisas del Río, tres años de excavaciones intensivas para extraer oro han dejado a su paso tierra devastada y viviendas al borde del colapso por los hundimientos. Los vecinos de zonas contiguas temen que sus casas se vengan abajo debido a huecos y socavones que avanzan hacia el área urbana.
La minería ilegal, dominada en el cantón por el grupo armado organizado de Los Lobos, ahora también amenaza el Gala, “el único río vivo” que le queda al cantón.
Está semana, el Comité de Defensa del Río Gala alertó que las concesiones mineras irregulares están “matando” los recursos hídricos del cantón sin que las autoridades municipales o estatales intervengan para detener el problema.
El Guanache “perdió su cauce y está prácticamente perdido” y en el sector Bella Aurora, del río Gala, denuncian contaminación avanzada de las aguas. El problema es tal, que desde hace cuatro años, el agua que beben los habitantes viene del cantón Pucará, a casi 40 kilómetros lineales de distancia.
“La minería es un completo desorden en Ponce Enríquez, todo el mundo hace lo que quiere y la despreocupación de las autoridades es total”, indicó uno de los integrantes del Comité, que pide medidas de control, mitigación y remediación para el río.
Minas ilegales operan pese a orden judicial
Baldor Bermeo, exalcalde del cantón y conocedor de la problemática, informó que pese a una orden judicial de archivo de área de explotación y de desalojo a mineras irregulares en el sector de Bella Aurora, del río Gala, las máquinas siguen operando.
“Se trata del único río que nos queda, está totalmente prohibida la minería en el lugar, pero no se está actuando en el marco de las competencias, con clausura municipal, por ejemplo”, dijo Bermeo.
Mientras en la zona de Guanache, “donde acabaron con el río”, el Ministerio de Energía y Minas habría vuelto a "legalizar" actividades en zonas prohibidas, de acuerdo con el exfuncionario.
“Tengo pleno conocimiento de esto. Pero por uso de suelo y patente municipal no se puede operar. Estamos a orillas de un centro poblado, en una zona urbana donde está totalmente prohibido. Hay denuncias que no han sido atendidas”, señaló Bermeo.
Cuestionada por la problemática, la alcaldesa Magali Sánchez, no negó las denuncias de contaminación y explotación minera sobre el río Gala.
Pero aseguró que su administración elaboró un informe general de la situación de los ríos del cantón, un levantamiento de información que se remitió a la Agencia de Regulación y Control Minero (Arcom) y al Ministerio de Ambiente, “que son las instituciones que tienen que actuar", dijo Sánchez.
Según la funcionaria trabajos de remediación municipal en administraciones anteriores, con el ingreso de maquinaria, propiciaron una mayor depredación en la zona de Guanache.
Las dos más recientes intervenciones reportadas por la Arcom contra la minería ilegal en Ponce Enriquez datan del 24 de enero y del 29 de abril de 2025.

La minería ilegal y el crimen organizado
El poblado minero perteneciente a la provincia del Azuay, pero ubicado en la vía entre Guayaquil (Guayas) y Machala (El Oro), se convirtió en 2024 en el cantón más violento de Ecuador en relación a su población -es decir, por tasa de homicidios-, en medio de una disputa entre facciones de Los Lobos.
El cantón sumó 59 crímenes el año pasado, pero en relación a la pequeña población de 22.000 habitantes, su tasa de homicidios se elevó a 258,56 por cada 100.000 habitantes, 12 veces más alta que el promedio de América Latina.
Ponce Enríquez registró el año pasado secuestros masivos de personal minero, cruentas masacres ligadas a enfrentamientos armados por el control de la minería ilegal e incluso el asesinato del alcalde del cantón, José Sánchez, en abril de 2024.
En los primeros cuatro meses de 2025, el cantón solo sumó cinco muertes violentas, lo que habla de un proceso de estabilización o de contención de la violencia.
Pero los habitantes denuncian que al menos una veintena de locales comerciales han cerrado sus puertas de forma permanente en los últimos meses, en medio de la intensificación de extorsiones o vacunas extorsivas por parte del grupo criminal.
Compartir: