Cinco claves para padres: cómo apoyar a los hijos en el último mes de clases en la Sierra y Amazonía
Junio es un mes clave para los estudiantes en la Sierra y Amazonía, y en muchos casos, se define si aprueban el año o deben rendir supletorios. Conozca cómo apoyarlos.

Maestra durante una clase en un colegio de Ecuador.
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Flickr Ministerio de Educación
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El año lectivo 2024 - 2025 entra en la recta final en la Sierra y Amazonía. De acuerdo con el cronograma escolar, las clases terminan el 9 de julio de 2025, lo que significa que los próximos días serán decisivos para los estudiantes de escuelas y colegios.
En algunos casos, los alumnos estarán enfocados en alcanzar el puntaje necesario para pasar de año sin supletorios, mientras que otros se sentirán más tranquilos gracias a sus buenos promedios.
Ahora bien, cabe recordar cómo se realiza la evaluación académica de los jóvenes durante este periodo, según el Ministerio de Educación:
- Los subniveles de Educación Genera Básica Media y Superior, y en el nivel de Bachillerato se rigen por trimestres.
- En cada trimestre se cumple con una evaluación formativa (70%) y sumativa (30%), que arroja un promedio de 10 puntos.
- Para pasar de año, la nota mínima por cada materia es de siete sobre 10 puntos.
- En el caso de estudiantes que cursan octavo, noveno y décimo grado, además del bachillerato, pueden acceder a un examen supletorio si su calificación se mantiene entre 4,1 y 6,99/10 puntos.
- De igual forma, este grupo de alumnos debe alcanzar siete sobre 10 puntos para pasar de año.
Cronograma de cierre de año lectivo
Durante junio, los estudiantes deben rendir los exámenes del tercer periodo académico. Mientras que los alumnos de Tercer Año de Bachillerato tienen un cronograma propio, porque deben dar los exámenes de grado.
Si el esfuerzo de los adolescentes da resultados, podrán asegurar su promoción al mejorar durante el último trimestre. De lo contrario, deberán asistir a la semana de recuperación e incluso rendir los exámenes supletorios. El cronograma es el siguiente:
Como es evidente, en estos días finales de clases hay mucho en juego, y por ello, los chicos necesitan el apoyo de su familia más que nunca.
Aunque, esto no significa hacer el trabajo por ellos, sino convertirse en un pilar de confianza y acompañamiento en medio de la tensión.
De hecho, para el maestro Álvaro López de Quito, esta última etapa académica debe desarrollarse con mucha calma entre estudiantes, profesores y padres de familia.
Se debe procurar transmitir seguridad a los hijos mientras 'batallan' con las notas finales, dice López.
"Se les debe enseñar a los chicos a ser responsables hasta el final, pues luego están los arrepentimientos de quedarse a clases de refuerzo, supletorios o bajar los promedios".
Álvaro López, docente de Quito
Según el docente, el principal aporte de la familia es brindar motivación y estar al tanto de las actividades escolares de sus hijos.
Es decir, se trabaja en equipo, para sacar buenas notas. Para tener más claro cómo funciona aquello, López sugiere estas cinco acciones a los padres:
- 1
Establecer rutinas
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Organizar el tiempo ayuda a reducir la ansiedad. Es recomendable que el niño o adolescente tenga un horario que combine estudio, descanso y ocio.
Qué hacer: Estudiar una hora, comer y luego realizar una actividad recreativa.
Qué no hacer: Dejar que el menor estudie a última hora o se desvele por las noches tratando de estudiar.
- 2
Motivar sin presionar
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El reconocimiento de los padres hacia el esfuerzo de sus hijos es clave para mantener la motivación. Frases como “confío en ti” o “sé que lo estás intentando” fortalecen la autoestima.
Qué hacer: Celebrar pequeños logros, como terminar una tarea difícil o mejorar en una materia.
Qué no hacer: Evitar comparaciones y frases como “si no pasas el año, será tu culpa” o “tienes que ser el mejor”.

- 3
Acompañar en las tareas sin hacerlas por ellos
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El acompañamiento activo fortalece el aprendizaje. Se recomienda que los adultos pregunten si el menor entiende la materia y repasen juntos.
Qué hacer: Si está trabajando matemáticas, preguntar: “explícame cómo resolviste este ejercicio”.
Qué no hacer: No hacer las tareas por él ni facilitarle las respuestas.
- 4
Cuidar el descanso y la alimentación
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Un estudiante descansado y bien alimentado rinde mejor. Dormir al menos ocho horas y comer bien, especialmente en la mañana, mejora la concentración.
Qué hacer: Establecer un ambiente tranquilo para dormir, sin televisión y sin celular en la cama.
Qué no hacer: No permitir que se desvele por estudiar o use pantallas de telefónos móviles hasta muy tarde.
- 5
Validar sus emociones
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Escuchar cómo se sienten los niños y adolescentes sin juzgar. Se puede preguntar con empatía: “¿estás nervioso por el examen?” o “¿hay algo que te preocupa?”.
Qué hacer: Observar señales de ansiedad o tristeza y ofrecer acompañamiento sin exigir explicaciones inmediatas.
Qué no hacer: No minimizar sus emociones con frases como: “eso no es nada” o “ya estás grandecito para eso”.

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