Casos de dengue en Ecuador se duplicaron en 2024 y las muertes triplicaron a las de Covid-19

Sin alejarse de la puerta del área de Emergencia, Shirley González, de 27 años, hace guardia día y noche esperando noticias de su hijo Ronald, de 10 años, quien lleva cinco días ingresado en el hospital Francisco de Ycaza Bustamante, con síntomas de dengue grave o hemorrágico, una infección viral que creció en más del doble en 2024.

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Su hijo empezó con fiebre alta, dolor de cabeza y de sus músculos, con malestar general. “Le comenzó a salir sangre por la nariz, los médicos me dicen que es dengue hemorrágico, por donde yo vivo hay bastantes mosquitos”, cuenta Shirley, mientras camina de un lado para el otro, hace llamadas y, a ratos, se queda en silencio, como elevando una oración por su pequeño.

Desde el cantón Pedro Carbo, esta mujer llegó al hospital del Niño, en el centro de Guayaquil, donde por estos días se reciben a menores de todas las provincias, especialmente de la Costa, con enfermedades de temporada, virus respiratorios o digestivos, y también pacientes con dengue, una infección viral que se transmite por la picadura del mosquito Aedes aegypti.

En lo que va del año, hasta el 21 de enero, se han enfermado 63 personas, según las estadísticas de la Coordinación Zonal 8 del Ministerio de Salud Pública (MSP), que comprende las ciudades de Guayaquil, Durán y Samborondón. Seis de estos casos presentaron síntomas de alarma.

Sin embargo, en 2024, las cifras crecieron vertiginosamente, en más del doble. Las gacetas epidemiológicas del MSP dan cuenta que en 2023 se trataron 27.838 casos y al cierre del año pasado la cifra se incrementó a 61.329, es decir un aumento del 120%.

Si la comparación se realiza con los casos presentados en 2022, en que se registraron 16.017 infectados, el aumento sería de 283%. Y el porcentaje sería mayor (616%) si se compara con los 8.568 pacientes atendidos en 2019.

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En la misma proporción han crecido las muertes por dengue desde 2019, en que se lamentó un fallecimiento; en 2021 se reportaron 19 decesos, en 2023 fueron 33 y el año pasado 74. Este último número supera las vidas que se perdieron por Covid-19 en 2024, que llegaron a 23, de acuerdo a la gaceta del MSP, que presenta las cifras del coronavirus de enero a mediados de noviembre de 2024.

“La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha venido insistiendo a los gobiernos para que den mayores recursos para luchar contra enfermedades vectoriales, lo que no se ha hecho este año, ni hace varios años. Estamos viviendo un crecimiento importante de casos de dengue”.

Washington Alemán, infectólogo con formación en epidemiología.

En 2024, según los registros del portal de Contratación Pública (Sercop), las instituciones que conforman el Estado dedicaron USD 447.982 para contrataciones relacionadas al combate del dengue, entre ellas la adquisición de pruebas rápidas para determinar el virus, insecticida para fumigación, insumos de laboratorio o gasolina para las camionetas de los brigadistas.

De este monto, el Ministerio de Salud -y sus direcciones distritales o coordinaciones zonales- han destinado USD 243.649, el resto de los recursos los contrataron los gobiernos autónomos descentralizados y el IESS.

Una de las mayores adquisiciones, por USD 64.400, la realizó en agosto del año pasado la Coordinación Zonal 4 del MSP en Portoviejo (Manabí) para la adquisición de insecticida Temephos al 1% y Malathión al 95%. Ese mismo mes, la dirección distrital del MSP, en la parroquia Ximena, compró por USD 40.460 el mismo insecticida.

Por USD 38.339 el municipio de Santo Domingo contrató en enero del año pasado la compra de maquinaria y equipos de fumigación “para atener la epidemia de dengue por la emergencia sanitaria en el cantón”.

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Mientras que por USD 37.887 el municipio de Durán adquirió, en julio de 2024, equipos de fumigación como motomochilas, bombas estacionarias o insumos para el control de vectores. En el listado de contrataciones no constan recursos asignados para campañas educativas comunitarias o para investigación científica de vectores, con el fin de prevenir el dengue.

“Siempre referí que no había que botar los dólares al aire, porque hacer fumigación aérea no es lo adecuado, porque el mosquito se pega a las paredes y pone sus huevecillos, que pueden vivir hasta 365 días en situaciones inhóspitas hasta que venga otro período de agua, caer y volver a procrear el mosquito”.

Francisco Andino, exministro de Salud.

Fiebre alta 

El dengue, explicado por la OMS, es una enfermedad que afecta a personas de todas las edades, “con síntomas que varían entre una fiebre leve a una fiebre incapacitante, acompañado de dolor detrás de los ojos, dolor en los músculos y articulaciones, y eritema (sarpullidos)”.

Si no se busca pronta atención médica, la infección viral puede alcanzar niveles de gravedad y provocar dificultad respiratoria, sangrado intestinal, daño grave de órganos y hasta la muerte.

“Hay un sub diagnóstico inicial, porque todo el mundo cree que si tiene fiebre es influenza, metapneumovirus o Covid-19, no se piensa en dengue y eso permite que el mosquito tenga más chance de seguir picando y que más personas se contagien”.

John Cuenca, clínico intensivista de la Clínica Kennedy

MSP: Estamos trabajando de manera permanente

Luego de confirmar el repunte del 120% en los casos de dengue en el país en 2024, el Ministerio de Salud asegura que en las primeras semanas de este año hay una reducción del 13,7% de casos, en comparación con el mismo lapso del año anterior, y que no se han presentado enfermos con dengue hemorrágico.

“Estamos trabajando, no solo en época invernal, en los cantones de Guayaquil, Durán y Samborondón de manera permanente. Siempre hacemos planificación para mitigar el invierno. El dengue es una enfermedad cíclica, cada cuatro o cinco años vamos a tener repunte de casos”.

Hugo Armendáriz, responsable de la zonal 8 de gestión de Vigilancia de la Salud Pública.

El funcionario admitió que han recibido múltiples solicitudes de fumigación en diferentes sectores, pero recalcó que esa es una medida complementaria, porque “lo idóneo es controlar la proliferación del mosquito a través de la destrucción de criaderos. No podemos pasar fumigando todos los cantones todos los días”.

En la zona 8 del MSP, que cubre las ciudades de Guayaquil, Durán y Samborondón, hay 125 unidades de atención (centros o subcentros de salud) en donde -asegura Arméndariz- se capacita a los usuarios en las medidas de prevención del dengue.

Las brigadas sanitarias también visitan las comunidades para hacer un trabajo planificado de destrucción de criaderos y abatización. “Cuando hay el reporte de un caso, esa brigada se mueve para hacer una intervención en el sector, posterior a ello entran las máquinas de fumigación”, explicó el funcionario.