La disputa por el cerro de Montecristi, en Manabí, toma fuerza tras nuevas intervenciones militares
Desde hace casi cuatro años, el cerro de Montecristi, ubicado al centro sur de Manabí, es un área militar reservada de defensa. En 2021, un proyecto radar fracasó como estrategia contra el narcotráfico. Las discrepancias por la construcción de una nueva vía de acceso no cesan.

Vista del cerro de Montecristi, en Manabí. Desde 2021, es un área militar reservada de defensa.
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Más dudas que certezas. A pocos meses de cumplirse cuatro años de la misteriosa explosión del radar 'antinarcos' en la cima del cerro de Montecristi (Manabí), el proceso penal por sabotaje aún no finaliza y se están ejecutando nuevas vías en la zona.
Frente a esto, la alcaldía, comuneros y la denominada Comisión Pro-defensa ven con preocupación las intervenciones en el patrimonio natural, cultural e histórico.
Desde 2021, la zona es un área militar reservada de defensa para combatir el narcotráfico y el crimen organizado. Sin embargo, el proyecto radar fracasó, aún no se ha reemplazado y tampoco hay responsables.
PRIMICIAS consultó también a la Contraloría General del Estado sobre la ejecución del examen que está dentro del plan anual (2023), mismo que está direccionado "al desmontaje, traslado, puesta en marcha, seguridad, proceso de aplicación de pólizas de seguro y recuperación del radar en el cerro Montecristi, en la Fuerza Aérea Ecuatoriana (FAE) y entidades relacionadas".
El organismo de control respondió que, efectivamente en la unidad de Planificación hay un informe aprobado, pero que no se puede dar detalles, porque está clasificado como reservado, al ser un tema de seguridad nacional.
Estas no son las únicas acciones que recaen en esta zona, ya que, la Comisión Pro-defensa del cerro de Montecristi lleva adelante una acción extraordinaria de protección, la cual está en la Corte Constitucional en Quito y el 17 de junio de 2025, la jueza constitucional Karla Andrade avocó conocimiento, por lo que se espera una resolución.
El aparato de origen español con un alcance de rastreo de 220 millas y con el que se iba a fortalecer el control del espacio aéreo, empezó a operar el 27 de octubre de 2021, pero el 7 de noviembre de ese mismo año quedó inhabilitado debido a una explosión. Dicho daño se cuantificó en USD 7,2 millones.
En 2024, Interoceánica Compañía Anónima de Seguros, ejecutó la indemnización y pagó cerca de USD 5 millones, valor límite establecido por la cobertura de terrorismo, daño malicioso y sabotaje.

Nuevas intervenciones
“Se está creando un nuevo camino, porque el primero fue una trocha y no fue bien hecha, desde el punto de vista de un estudio de ingeniería. Se hizo luego un tercer camino para sacar una tanqueta que se accidentó”, dijo Jonathan Toro, alcalde de Montecristi.
En este punto, el cuestionamiento surge porque para acceder al cerro, meses antes de instalar el radar, los militares construyeron una vía de acceso de dos Kilómetros, por la zona de la comuna Toalla Grande.
Sin embargo, ahora se dice que dicha carretera no tenía la planificación debida “al momento de realizar una intervención tienen que ver todos los estudios, incluidos los de remediación ambiental… no existe la autorización para que las Fuerzas Armadas abran otro camino”, aseguró Adrián Pazmiño, concejal de Montecristi.
A esto también se sumó el concejal Miguel Delgado, quien considera que un proyecto de tal magnitud y que tiene que ver con la seguridad nacional, “no puede ser hecho sin estudio y ahora están construyendo un nuevo camino, lo cual nuevamente afecta a la flora y fauna”.
Toro aseguró que, sobre el segundo camino, sí les explicaron el proyecto “donde dan muestras de que ahora sí se están haciendo las cosas bien desde el punto de vista técnico y se está desbrozando lo mínimamente necesario”.

Comunidades piden del fin de las intervenciones
Walter Barrera, representante legal de las comunidades afectadas en las faldas del cerro, pide que se frenen las intervenciones porque “están destruyendo el cerro, ese radar no es necesario allí”.
Entre las principales afectaciones que denuncian los comuneros está el acceso al agua, pues ellos se abastecen del líquido que proviene del cerro, de igual forma, la presencia militar impide hacer turismo con libertad.
“Lo que se busca es que no se afecte el cerro, si van a poner algún nuevo radar es que no se dañe más el cerro y a las comunidades”.
Flor Arteaga, vicealcaldesa de Montecristi.
El alcalde Toro explicó que los militares hacen nuevas intervenciones, "porque tienen un permiso que otorga el Ministerio de Defensa... hemos venido gestionando, sobre todo para que se intervenga por parte de los ministerios del Ambiente y de Gobierno, para que ellos vigilen de que las cosas se hagan de buena manera, lo que nos interesa acá es el impacto ambiental que se pueda generar”.
Además, el alcalde considera que sí hay impacto en el tema turístico porque ya no se permite escalar hasta la cima del cerro.
Frente a esto, el 23 de junio de 2025 hubo una reunión de trabajo en la que participaron delegados de la Fuerza Aérea Ecuatoriana (FAE), Cuerpo del Ejército, Ministerio del Ambiente y representantes de las comunas de Montecristi.
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