Flotilla parte de El Coca rumbo a la COP30 para exigir el fin del extractivismo en la Amazonía
Antes de iniciar la travesía rumbo a la COP30, la tripulación de la flotilla, junto a organizaciones aliadas, realizaron un funeral simbólico para "despedir la era de los combustibles fósiles que ha devastado la Amazonia".

Una flotilla navegando por el río Amazonas en El Coca (Ecuador), el 16 de octubre de 2025, rumbo a la COP30.
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EFE
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EFE/Redacción Primicias
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Una flotilla con 50 personas, entre ellas líderes indígenas y activistas de distintos países, zarpó este jueves 16 de octubre de 2025 desde El Coca, Ecuador, rumbo a Belém do Pará, en Brasil, para participar en la COP30, la cumbre climática mundial que se celebrará en noviembre.
La 'Flotilla Yaku Mama' recorrerá 3.000 km por el río Amazonas para denunciar los impactos del extractivismo, como la minería ilegal y la deforestación, y para visibilizar alternativas vivas en las comunidades, como proyectos productivos, monitoreo territorial y saberes ancestrales, señaló la organización en un comunicado.
El grupo zarpó desde la ciudad ecuatoriana de El Coca, también conocida como Francisco de Orellana, en honor al conquistador español al que se le atribuye la primera navegación completa por el río Amazonas.
Durante el recorrido hacia Belém, la tripulación visitará localidades de Colombia, Perú y Brasil, donde realizarán intercambios culturales y encuentros con pueblos indígenas en los que se abordarán temas como la protección y el cuidado de territorios amazónicos.
Una de las personas que viaja en la flotilla es Lucía Ixchiu, mujer maya k’iche, de Guatemala, quien señaló que la travesía es muy importante para ellos porque no solo es un ejemplo de hermandad de los territorios, sino que es un símbolo de lucha colectiva que quieren mostrar al mundo y a quienes toman las decisiones en la cumbre climática.
"Sabemos que es difícil que los pueblos originarios podamos tener incidencia en las conversaciones y negociaciones respecto al cambio climático, pero sí tenemos claro que juntas y juntos podemos hacer más eco y amplificar nuestras voces", aseguró Ixchiu antes de embarcarse en el viaje.
Leo Cerda, de la comunidad kichwa de Serena, en la Amazonia ecuatoriana, coincidió con Ixchiu, y agregó que en las COP30 "no ven la realidad desde los pueblos", por lo que es vital que ellos lleven las experiencias y demandas de las comunidades.
"Es en los territorios donde se vive la realidad del cambio climático y también de donde vienen las soluciones", mencionó Cerda.
Transición energética e implementación de acuerdos
Antes de iniciar la travesía, la tripulación de la flotilla, junto a organizaciones aliadas, realizaron un funeral simbólico para "despedir la era de los combustibles fósiles que ha devastado la Amazonia", una acción que busca denunciar "las falsas soluciones que, en nombre de la transición energética, siguen imponiendo proyectos extractivos y nuevas zonas de sacrificio sobre territorios indígenas", aseguró la organización.
Y es que los viajeros exigen a los gobiernos una "transición energética verdaderamente justa y vinculante" y que se implementen los tratados internacionales y anteriores acuerdos a los que se ha llegado para luchar contra el cambio climático y proteger el medio ambiente.
"Creemos que es importante hacer valer este tipo de acuerdos que también son luchas de los pueblos indígenas. Nada de los avances que hay en materia de biodiversidad y nada de los avances que tenemos como pueblos indígenas han sido regalados, sino que han sido producto de luchas de cientos de años", mencionó Ixchiu.

Reivindicaciones indígenas
Los indígenas buscan también que las autoridades respeten el derecho que tienen a un consentimiento libre, previo e informado y que se ponga fin a los desarrollos de combustibles fósiles que, aseguraron, ponen en riesgo sus territorios y modos de vida.
Para las organizaciones ambientalistas que forman parte de la flotilla, estos combustibles no solo atentan contra el medio ambiente, sino que "son un motor de violencia social".
"En el mundo, especialmente en la Amazonia, la defensa del territorio se ha convertido en una sentencia de muerte. De acuerdo con el último reporte de Global Witness, publicado en 2024, solo entre 2012 y 2024, al menos 2.253 personas defensoras han sido asesinadas o han desaparecido, de los cuales el 40 % fueron indígenas", alertaron.
Además, los integrantes de la flotilla llaman al reconocimiento y protección de zonas intangibles para pueblos indígenas en aislamiento, cuya existencia y bienestar depende de territorios libres de explotación.
"Vamos hacia la COP30 a decirles que aquí estamos, que las negociaciones y las tomas de decisiones no se pueden volver a generar sin nuestra participación y sin que nosotros seamos parte de esa solución", sentenció Alexis Grefa, un joven kichwa de la Amazonia de Ecuador.
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