La Empresa de Gestión de Residuos Sólidos asegura que se trata de una acción temporal y que ese material se dispondrá en las escombreras de San Antonio y Oyacoto.
Durante los días posteriores al aluvión ocurrido en La Gasca y La Comuna decenas de volquetas del Municipio de Quito llegaron hasta el Parque Bicentenario, en el norte de la ciudad, para depositar allí los escombros y el lodo desalojado de esos sectores.
El Municipio de Quito calcula que serán alrededor unos 20.000 metros cúbicos de lodo y basura los que serán depositados en una zona de este parque al que diariamente llegan cientos de personas a practicar deporte.
La decisión ha resultado controversial y ha provocado quejas de los vecinos que reclaman por lo inoportuna de esta medida en una zona densamente poblada y con intensa actividad comercial.
Claudia Pérez es propietaria de un restaurante en la calle Luis Tufiño, ubicada junto al parque, y asegura que "los olores que emanan los desechos son nauseabundos y no nos dejan trabajar en paz".
Con esa idea coincide Luis Marinelli, un ciudadano argentino que vive en el barrio La Rumiñahui y usa habitualmente el parque. "Yo vengo todos los días y fue increíble ver tantas volquetas con basura, lodo y árboles".
El descontento de los vecinos fue tan grande que el 6 de febrero realizaron un plantón para exigir al Municipio de Quito que detenga esos trabajos.
En un comunicado, la Empresa de Gestión de Residuos Sólidos dijo que el Comité Metropolitano de Emergencias dispuso una zona del Parque Bicentenario como punto de acopio temporal.
"En este lugar, Emgirs colabora con personal técnico y maquinaria especializada que trabaja para la adecuada gestión de los escombros. Tras una evaluación técnica, el sitio fue escogido debido a su ubicación estratégica y permitirá agilizar el proceso de traslado del material".
La empresa municipal asegura que el destino final de los desechos serán las escombreras autorizadas que Emgirs tiene habilitadas para esta emergencia.
"Se encuentra ubicadas en San Antonio de Pichincha (con una capacidad diaria de 2.000 metros cúbicos) y Oyacoto (con una capacidad diaria de 360 metros cúbicos).
Hasta el cierre de esta edición, la Emgirs no indicó hasta qué fecha continuará utilizando el Parque Bicentenario como depósito de escombros ni el plan para su remediación ambiental.
Mientras tanto el malestar de los vecinos sigue.
Vecinos de La Comuna y La Gasca inician la reconstrucción por su cuenta
Personas trabajan en la reconstrucción de la parte frontal de una casa, el 7 de febrero de 2022, en el sectro de La Comuna Jonathan Machado / Primicias
El Municipio de Quito prevé lanzar el plan de reconstrucción para La Comuna y La Gasca el martes 8 de febrero. Pero una parte de los vecinos de los barrios afectados por el aluvión del 31 de enero de 2022 ha decidido no esperar por ayuda.
Hace una semana la familia López Iza vio cómo la parte frontal de su vivienda fue arrasada por el aluvión. Desde entonces las visitas de autoridades al sector se han sucedido a diario, pero nadie ha dejado un anuncio o plan concreto.
Por eso esta familia decidió levantar las paredes y ventanas por su cuenta, con dos albañiles y con una inversión de unos USD 1.000.
"No podemos esperar a que el Alcalde u otra autoridad tenga las ganas de ayudarnos. Tenemos miedo de los ladrones", dice Luis López, propietario de la vivienda ubicada sobre la calle José Berrueta.
A unos pocos pasos de allí, en la calle Ignacio de Quezada, está la casa de Édgar Ganchala. Es una edificación de tres pisos en la que vive el mismo número de familias.
"El lodo y los troncos de los árboles se llevaron el portón por el que ingresan los autos. Como nadie nos ha ofrecido ayuda, tuvimos que comprar bloques y cemento para poner un cerramiento provisional", relata.
Ganchala también tuvo que contratar a un albañil para que levante dos columnas que den soporte al cerramiento, que espera esté listo hasta el fin de semana. "Tuve que gastar USD 1.500 en la compra de los materiales", dice.
Una persona instala una columna en una de las casas destruidas por el aluvión en el sector de La Comuna, en el norte de Quito, el 7 de febrero de 2022. Jonathan Machado / Primicias
Sin embargo, no todos cuentan con recursos económicos para comprar materiales o contratar personas que trabajen en la reconstrucción de sus casas.
Carmen Tana, quien perdió el primer piso de su vivienda, solo pudo poner unas estacas en la pared para que no se derrumbe por completo.
"Tenemos que esperar a que los ofrecimientos del Municipio se concreten porque de eso dependemos para no perder la casa. Mi familia no tiene a dónde ir si esta construcción se pierde", dice.
Una mujer afuera de su casa, que se sostiene con estacas en el barrio La Comuna, el 7 de febrero de 2022. Jonathan Machado / Primicias
Mientras la reconstrucción inicia incipiente, equipos de la Empresa Eléctrica Quito y de la Corporación Nacional de Telecomunicaciones también trabajan en la restauración de los servicios.
Un funcionario de CNT que pidió la reserva de su nombre dijo que es posible que la reconexión de las líneas telefónicas demore más de una semana. "Todavía no sabemos si los postes funcionan o si habrá que cambiarlos".
En una incertidumbre similar se encuentran los propietarios de las 32 casas que sufrieron daños en los alrededores de la denominada zona cero y esperan que el Municipio anuncie el plan de reconstrucción ofrecido por el alcalde Santiago Guarderas.
Según el mismo Guarderas, esta iniciativa se conocerá el 8 de febrero en una rueda de prensa. Es decir, nueve días después de que se produjo el aluvión.
"Serán estrategias de mejoramiento y recuperación de los barrios de La Gasca y La Comuna para brindar ayuda a las personas damnificadas", ofreció.
Además, adelantó que el Municipio conformará un comité de expertos nacionales e internacionales para buscar herramientas que ayuden a la reducción de riesgos en la ciudad.
“Lo que queremos hacer es una investigación mucho más amplia de los problemas que tiene Quito con relación a las quebradas para tomar decisiones oportunas y reducir los riesgos”, señaló.
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