Lo primero es memorizar este nombre: Hedy Lamarr. Ella es la actriz austríaca que inventó el wifi. Lo hizo de la mano de su amigo, el compositor George Antheil. Su creación se basó en un principio musical que funcionaba con 88 frecuencias, equivalentes a las teclas del piano.
Esta nota está basada en el artículo Hedy Lamarr: el origen del wifi, de José Luis Barrera, publicado en la Revista Mundo Diners de julio
El invento de Lamarr hacía que las señales de transmisión salten las frecuencias del espectro magnético.
Tal fue el alcance de su descubrimiento que el Gobierno austriaco proclamó al día de su nacimiento, 9 de noviembre, como el del Inventor.
Se sabe que Lamarr, cuyo nombre real era Hedwig Eva Maria Kiesler, fue muy inteligente desde pequeña. De hecho, sus profesores le dijeron a sus padres que se trataba de una niña superdotada. Pero Hedy, que inicialmente estudiaba ingeniería, terminó inclinándose por el arte dramático.
En ese terreno hizo retumbar Europa al protagonizar el primer desnudo integral de la historia del cine. Lo hizo en la película Éxtasis. En esta película fingía un orgasmo, lo cual desató la ira de sus padres.
Por eso y con en el afán de "disciplinarla" la casaron con alguien bastante mayor: Friedrich Mandl, un hombre de negocios de origen judío que negociaba armamento para Mussolini y Hitler.
Su vida como una tragicomedia
El marido de Hedy, que había quedado prendado de ella desde que la vio en 'Éxtasis', quiso evitar que su mujer apareciera desnuda en el cine. Por eso compró todas las cintas que pudo para que nadie más la admirara. A la par sometió a Hedy a una vida de mucho control, que terminó por aburrirla.
Hedy Lamarr se escapó por la ventana de un restaurante y, aunque su marido la persiguió por toda Europa, no pudo encontrarla porque ella logró llegar a América. Se dice que en el trayecto en barco hacia Nueva York, conoció a Louis B. Mayer, el productor de cine, quien le ofreció un contrato con la Metro-Goldwyn-Mayer.
Pero había una condición y esta era cambiarse de nombre para dejar atrás 'Éxtasis'.
Fue entonces cuando Hedy adoptó como apellido Lamarr. Lo hizo en honor a Bárbara La Marr, actriz de cine mudo.
En Estados Unidos, Hedy trabajó con King Vidor, Jacques Tourner y Cecil B. Demille. Aunque no tuvo buena visión para elegir sus películas, porque dejó pasar "Casa Blanca" y se quedó fuera de "Lo que el viento se llevó".
Una inventora clave en la Segunda Guerra
La Segunda Guerra Mundial estaba en curso y las tropas de Hitler habían aplastado a las de Polonia, Checoslovaquia y Francia.
En ese contexto, Lamarr se ofreció para unirse al recién creado National Inventors Council, pero la rechazaron. A cambio, le sugirieron que dejara la ingeniería y se dedicara a usar su fama y belleza para recolectar fondos.
Ella, lejos de indignarse, acogió el "consejo". Consiguió USD 7 millones a cambio de un beso. Todo en una sola noche.
No obstante, persistió en usar sus conocimientos técnicos, además de ofrecer información sobre tecnología y armamento alemán que había memorizado en las reuniones a las que su exesposo la obligaba a ir.
Pero su inteligencia hizo que pronto se diera cuenta de que las comunicaciones eran el punto flaco de la guerra que se estaba batallando, cada vez más, en el terreno dela tecnología.
Lea el artículo completo aquí
Lo último