Obligar a cooperativas a convertirse en bancos es inaceptable y rompe principios de la economía popular y solidaria, dice gremio
El gremio de cooperativas Asofipse pedirá al presidente Daniel Noboa que vete la propuesta del proyecto de ley de Integridad Pública, de que cooperativas se transformen en bancos.

Imagen referencial de oficinas de cooperativas en el norte de Quito, 28 de agosto de 2024.
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PRIMICIAS.
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La Asociación de Organismos de Integración del Sector Financiero Popular y Solidario (Asofipse) rechaza la propuesta del proyecto de Ley de Integridad Pública, que dispone identificar a las cooperativas de ahorro y crédito que deban transformarse en bancos privados.
El proyecto, que irá a segundo debate en el Pleno de la Asamblea Nacional este 24 de junio de 2025, incorpora cambios al Código Orgánico Monetario y Financiero.
La propuesta plantea en la transitoria décima primera que previo a análisis "de interconexión y riesgo sistémico", la Junta de Política y Regulación Financiera y Monetaria emita regulaciones para identificar las cooperativas que deben transformarse en sociedades anónimas del sector financiero privado, bajo supervisión de la Superintendencia de Bancos.
"Con la finalidad de proteger los ahorros y aportes de la ciudadanía y preservar la estabilidad financiera", dice el texto.
En un comunicado emitido la tarde del 23 de junio de 2025, Asofipse rechaza la propuesta y menciona que el intento de forzar una conversión jurídica de cooperativas en bancos carece de fundamento legal y va en contra de lo que dice la Constitución.
Asofipse agrupa a siete organismos de integración cooperativa con 5,1 millones de socios y representa a casi el 90% de los activos del sector cooperativo del país.
El gremio plantea que "reemplazar la visión social del cooperativismo por un enfoque financiero tradicional, es inaceptable y rompe con los principios rectores de la Economía Popular y Solidaria y del Sector Financiero Popular y Solidario".
Asofipse defiende que el artículo 309 de la Constitución indica que las cooperativas son parte del sector financiero popular y solidario y deben ser controladas por organismos específicos. Por eso, consideran que el intento de transferirlas al ámbito de la Superintendencia de Bancos implica una violación directa a la segmentación funcional del sistema financiero nacional.
"No se puede pretender que organizaciones creadas bajo principios cooperativos se transformen en sociedades de capital con fines de lucro, como los bancos, deslegitimando el derecho de libre asociación y atentando contra el modelo económico solidario que sustenta nuestro sistema", dijo Edgar Peñaherrera, presidente de Asofipse.
¿Qué implica el riesgo sistémico?
El texto del proyecto introduce el concepto de “riesgo sistémico” como argumento para justificar la transformación de cooperativas en bancos.
No obstante, Peñaherrera dice que no hay claridad de bajo que criterios o interpretaciones se podría establecer que hay un "riesgo sistémico".
De ahí que cree que la aplicación imprecisa de criterios como “riesgo sistémico” y de “preservar la estabilidad financiera” puede desencadenar interpretaciones erráticas o desproporcionadas que más bien perjudiquen la estabilidad del sector como la confianza de los depositantes.
"Desde una perspectiva técnica y jurídica, el riesgo sistémico debe entenderse como aquel que compromete la estabilidad del sistema financiero en su conjunto, y no como un pretexto para intervenir o desnaturalizar entidades individuales que cumplen funciones sociales fundamentales", dice el comunicado de Asofipse.
Peñaherrera dijo que la propuesta se incluyó en el proyecto de ley sin ni siquiera consultar o dialogar con las cooperativas o la autoridad de la Economía Popular y Solidaria. De ahí que está previsto que hoy el gremio envíe un pedido de veto a esa propuesta al Presidente Daniel Noboa.
¿Qué cambiaría si cooperativas se transforman en bancos?
No es un cambio de forma, sino de fondo sobre cómo operan las cooperativas actualmente.
Primero, se debe entender que las cooperativas y los bancos pueden realizar actividades similares como captar depósitos o entregar créditos, pero su naturaleza legal y propósito son profundamente distintos.
Las cooperativas están conformadas por socios, que son dueños de la cooperativa y simultáneamente usuarios. Su propósito no es generar utilidad, sino mejorar el bienestar colectivo de los socios, de ahí que cada socio tiene un voto, sin importar el capital aportado.
Actualmente, están supervisadas por la Superintendencia de Economía Popular y Solidaria.
En cambio, los bancos operan con fines de lucro, no tienen socios, sino accionistas que participan de las decisiones según las acciones que posean.
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