Pequeños bananeros están "a la deriva" para enfrentar el letal hongo Fusarium R4T, dice gremio de El Oro
Exportadores bananeros consideran que el país sí está preparado para enfrentar el Fusarium R4T, pese a que pequeños productores de El Oro aseguran que muy pocos lo están.

Imagen tomada desde el aire de la plantación bananera contaminada con Fusarium R4T, ubicada en el cantón Santa Rosa, provincia de El Oro. Foto tomada en noviembre de 2025.
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Pequeños bananeros de la provincia de El Oro, donde se confirmó la presencia del hongo Fusarium R4T en plantas de banano, dicen que muy pocos productores están preparados para enfrentar esta enfermedad, por lo que temen que esto creará zozobra en el sector.
"La mayoría está a la deriva. Ojalá los recursos vayan a pequeños y medianos productores, que son los más vulnerables", señala Segundo Solano, presidente de la Asociación de Bananeros de El Oro, integrada por pequeños productores de la provincia.
El representante gremial considera que el Gobierno no actuó con transparencia con relación a los análisis que finalmente confirmaron la presencia de este hongo en una pequeña finca bananera del cantón Santa Rosa, en El Oro, provincia fronteriza con Perú, país donde se detectó el hongo en 2022.
"Los resultados estaban, pero ha habido mucho hermetismo e irresponsabilidad por parte del Ministerio de Agricultura y de Agrocalidad, que no transparentaron la información. Esto era un secreto a voces, pero no confirmaban, solo hablaban de sospechas", señala Solano.
El Fusarium R4T es un hongo que ataca las raíces de la planta del banano y causa la enfermedad de la marchitez por Fusarium, obstruyendo su sistema vascular e impidiendo que reciba agua y nutrientes.
Este patógeno puede permanecer por décadas en el suelo o en plantas huésped, siendo considerada la mayor amenaza mundial para la producción de banano, según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).
De la alerta a la confirmación
A inicios de septiembre de 2025, las autoridades de Ecuador tuvieron la primera alerta de la posible presencia del letal hongo en Ecuador. El exdirector de la Agencia de Regulación y Control Fito y Zoosanitario Agrocalidad, Patricio Almeida, dijo a PRIMICIAS el 23 de septiembre de 2025 que aún se esperan los resultados finales de las muestras enviadas a un laboratorio de Sudáfrica.
Pero estos resultados se demoraron en llegar más de dos meses. Según el actual director de Agrocalidad, Danny Morales, se recibieron el pasado 3 de diciembre, tras cumplirse con un protocolo que exigía realizar "pruebas diagnóstico en cascada".
Luego de que llegaron los resultados, el Gobierno realizó reuniones internas para determinar el próximo protocolo a seguir: coordinación institucional, comunicación y declaratoria de emergencia, detalló Morales en entrevista con PRIMICIAS el 19 de diciembre.
De allí, que la Agencia lo confirmó oficialmente a la ciudadanía el 18 de diciembre, junto a la declaratoria de emergencia, que permitió la asignación de 4,5 millones para reforzar las medidas de bioseguridad, con el fin de evitar la la propagación del hongo.
Vulnerabilidad real
Para el sector exportador, Ecuador sí está preparado para responder a esta variante del Fusarium. "Desde 2021, el país incorporó el Fusarium R4T como prioridad y se han desarrollado protocolos, vigilancia y capacidades técnicas", señala José Antonio Hidalgo, director ejecutivo de la Asociación de Exportadores de Banano del Ecuador (AEBE).
Sin embargo, recalca que la preparación no se mide por la existencia de un plan, sino por la "capacidad de ejecutar una estrategia mixta", que incluya contención inmediata, cultura de bioseguridad y ensayos de materiales tolerantes o resistentes al hongo.
Según información levantada por el gremio exportador, en auditorías a más de 1.500 productores de banano, los pequeños muestran 33% de cumplimiento general de las medidas de bioseguridad y solo 7% de cumplimiento estricto. Esto "evidencia una vulnerabilidad real y una falsa sensación de seguridad", dice Hidalgo.
El gremio también evalúo la vulnerabilidad territorial al patógeno, por condiciones climáticas, cercanía a zonas de alto tránsito y zonas inundables. En El Oro, la vulnerabilidad alcanza el 37%; en Los Ríos, el 30%, y en Guayas, el 40%.
Hidalgo subraya que el impacto en la producción de banano dependerá de qué tan rápido se contenga el hongo y de la disciplina en bioseguridad.
Por ahora, el Fusarium R4T solo se ha detectado en una finca de cinco hectáreas en El Oro. Pero el director de Agrocalidad, señaló en entrevista con PRIMICIAS que hay 88 plantaciones cercanas que podrían estar "eventualmente en riesgo".
Respuesta ante primera alerta
Hidalgo explica que, desde que se conoció la alerta de sospecha, en septiembre de 2025, se activó el Comité Nacional de Fusarium R4T, con participación del Gobierno central y gobiernos provinciales, actores del sector bananero y la academia.
El Comité se ha reunido en siete ocasiones para trabajar en normativa, condiciones crediticias, bioseguridad de bajo costo, estrategias de comunicación y capacitación masiva.
Desde AEBE, el apoyo a los productores se ha enfocado en brigadas de bioseguridad, con financiamiento de las prefecturas de Guayas y Los Ríos. Estas brigadas han llegado a 700 productores con kits de bioseguridad.
Además, en conjunto con empresa privada, Agrocalidad y el Instituto Nacional de Investigaciones Agropecuarias, se han impartido capacitaciones para detección temprana, protocolos de ingreso y movilidad en fincas, y respuesta operativa. El representante gremial asegura que con estas capacitaciones se han alcanzado a más de 1.500 productores.
En Ecuador, hay alrededor de 16.000 productores de banano y cerca de 350.000 hectáreas cultivadas de la fruta. Solo en El Oro, donde se detectó el Fusarium, hay unos 3.500 productores y alrededor de 42.000 hectáreas cultivadas, según Agrocalidad.
"A los productores les ha ido muy bien"
Richard Salazar, director de la Asociación de Comercialización y Exportación de Banano (Acorbanec), otro gremio exportador, añade que la aplicación de los protocolos de bioseguridad en las fincas es un "tema de concientización" de parte de los productores.
"Estamos acostumbrados a que el Gobierno nos resuelva todo. Esto es un negocio privado, a los productores les ha ido muy bien este año", dice Salazar. Y recuerda que, en 2025, la caja de banano se ha vendido USD 3,5 por encima de lo habitual.
Contrario a lo que opinan pequeños productores de El Oro, para Salazar, los bananeros sí han venido preparándose para enfrentar el Fusarium R4T desde 2019, cuando se detectó el primer caso en América Latina, específicamente en Colombia.
Sobre una posible alza en los precios que afecte a los consumidores, tanto productores como exportadores coinciden en que esto dependerá de qué tan afectada se pueda ver la producción en el corto o mediano plazo por el patógeno.
Entre enero y octubre de 2025, el sector bananero exportó 314 millones de cajas de banano, lo que representa un crecimiento de 4% en comparación con el mismo período de 2024, según estadísticas de Acorbanec.
La Unión Europea es el primer destino de la fruta con una participación de 31%. Le siguen Rusia (20%), Medio Oriente (15%) y Estados Unidos (12%).
Mayores exigencias
El director de la AEBE, José Antonio Hidalgo, es enfático en que el R4T no representa riesgo para el consumidor, debido a que la fruta no se contamina. Por eso, el objetivo en el corto plazo es que no haya interrupciones en las exportaciones.
No obstante, cree que algunos mercados sí podrían ser más exigentes en cuanto a pedir más certificaciones, trazabilidad o evidencia de medidas de bioseguridad.
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