El fantasma de la pobreza está a punto de atrapar a tres de cada 10 ecuatorianos en situación económica vulnerable
Un estudio del Banco Mundial concluye que tres de cada 10 ecuatorianos están en una situación económica al límite y, de seguir así, caerían en la pobreza en los próximos dos años. Las clases media y alta no crecen.

Feria Nuevo Empleo 2025, en Guayaquil, miércoles 20 de agosto del 2025.
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Autor:
Santiago Ayala Sarmiento
Actualizada:
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Según el último reporte del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC) los indicadores de empleo de Ecuador se mantienen estancados y, con eso, la situación de vulnerabilidad en miles de hogares del país se mantiene.
Un reciente estudio del Banco Mundial, denominado "Impulsando la prosperidad: evaluación de la pobreza y desigualdad en Ecuador", arroja algunas conclusiones preocupantes para el futuro próximo en muchos hogares ecuatorianos que se encuentran en estado de vulnerabilidad.
Pese a que el organismo reconoce que el primer cuarto de este siglo, Ecuador redujo significativamente la pobreza y la desigualdad, lo que ubicó a millones de personas por encima de la línea de pobreza, la pandemia y las recurrentes crisis climáticas provocó el aumento de la pobreza en la última década.
Y añade que los efectos se ven agravados por los retos estructurales del mercado laboral.
Según el Banco Mundial, durante la última década, el crecimiento de la clase media y alta de Ecuador se estancó permaneciendo alrededor del 40% de la población.
De igual modo, la reducción de la desigualdad se desaceleró a 0,463 en 2024, cifra superior al promedio de América Latina y el Caribe.
La vulnerabilidad económica se mantiene alta: 30% de los ecuatorianos corre el riesgo de caer en la pobreza, con 50% de probabilidades de hacerlo en dos años y 29% en un año.
La desigualdad se ha mantenido y tres de cada diez ecuatorianos siguen en riesgo de pobreza, con una vulnerabilidad que afecta de manera desproporcionada a los hogares rurales, indígenas y aquellos encabezados por mujeres.
Banco Mundial
La tasa de vulnerabilidad cuenta la historia de cuántos hogares se encuentran al límite y son susceptibles de caer en la pobreza debido a una situación económica precaria o factores externos.
"En Ecuador, la vulnerabilidad a la pobreza es sistemáticamente superior a las tasas de pobreza observadas. La pandemia del Covid-19 empujó a casi la mitad de la población a una situación de vulnerabilidad en 2020; posteriormente, hubo una mejora gradual a medida que las tasas se acercaban a niveles prepandémicos, en 2023. La vulnerabilidad fue más alta en las provincias con altas tasas de pobreza, particularmente en la Amazonía".
¿Por qué puede subir la pobreza en Ecuador?
En la publicación, el organismo trata de explicar las razones de esta situación. "El mercado laboral de Ecuador es el principal determinante de la dinámica de la pobreza, ya que su desempeño afecta significativamente los resultados económicos.
A pesar del incremento en la creación de empleos a partir de 2014, que sobre todo benefició a las mujeres y a la población de las zonas rurales, los ingresos laborales reales disminuyeron debido a la informalidad y los embates económicos".
De 2014 a 2019, el aumento de los ingresos laborales —debido al incremento del salario mínimo— ayudó a reducir la pobreza en dos puntos porcentuales. Sin embargo, la pobreza subió después de 2019, y la reducción de los ingresos laborales provocaron 89% del aumento de la pobreza durante la pandemia.
"A pesar de que las transferencias públicas de emergencia ayudaron, no fueron suficientes para contrarrestar el declive. A medida que la economía se recuperaba, de 2020 a 2024, el incremento en los ingresos laborales nuevamente redujo la pobreza".
La pobreza se concentra en las zonas urbanas
Los hogares urbanos tienen una mayor probabilidad de ser pobres, lo cual indica que la pobreza se ha convertido en un fenómeno predominantemente urbano, aunque con grandes heterogeneidades.
La pobreza urbana cayó de 24,3% en 2007 a 16,4% en 2014; sin embargo, la proporción de personas pobres que viven en ciudades creció de 44 a 49,6% durante el mismo periodo. Hubo una breve reducción de la pobreza en 2019 a medida que los trabajadores pasaron al sector agrícola; no obstante, la pandemia del Covid-19 revirtió esta tendencia, explica el Banco Mundial.
En 2020, la pobreza urbana creció hasta 52,4% debido a que los trabajadores informales perdieron sus medios de vida a causa del confinamiento. A pesar de que la economía se ha recuperado ligeramente, la tasa de pobreza urbana en 2024 fue más alta que en 2014 (16,4 versus 20,9%).
Los ajustes urgentes que deben hacerse
El Banco Mundial recomienda algunas acciones urgentes al país, que giran en torno a la importancia de que diversifique sus motores de crecimiento para lograr una reducción sostenida de la pobreza y convertirse en país de ingresos altos.
Fortalecer el mercado laboral y mejorar la calidad de los empleos.
- Las personas pobres a menudo consiguen empleos de baja calidad, caracterizados por altos niveles de informalidad, trabajos independientes o son subempleadas, normalmente en sectores de baja productividad. Además, pocos ecuatorianos —aún menos la población pobre— poseen las habilidades necesarias para que las empresas nacionales compitan a nivel mundial, lo que es esencial en una economía pequeña, abierta y dolarizada. Por otro lado, la estructura macroeconómica y la rigidez del mercado laboral sofocan el crecimiento productivo.
- Ampliar y mejorar las oportunidades laborales para las personas pobres. Un progreso económico sostenible requiere más que solo la creación de empleo: exige el desarrollo de empleos de mayor calidad, estables y bien remunerados.
- Las políticas deben priorizar la atracción de inversiones y el apoyo a empresas, mediante normas y leyes que reduzcan los obstáculos para acceder a un empleo formal y que fomenten un entorno regulatorio estable.
- Es esencial preparar a los trabajadores para los sectores emergentes, lo cual se puede fomentar mediante mensajes y reconocimientos para estudiantes en escuelas secundarias y becas para educación continua.
Protección social: soluciones sencillas para cerrar brechas cruciales.
- Fortalecer la legitimidad y la eficacia de las intervenciones de asistencia social si se aumenta el conocimiento de la población. Una campaña de concienciación pública, amplia y transparente, que comunique claramente las condiciones y los beneficios a la población, reforzaría la legitimidad y la eficacia del sistema de protección social considerablemente.
- La eliminación de incentivos negativos no deseados, como condición estricta de que los beneficiarios permanezcan debajo de la línea de pobreza para no ser expulsados del sistema contributivo, desalientan a los beneficiarios actuales a mejorar sus condiciones de vida o a buscar un trabajo formal.
- La creación de un sistema de seguridad social flexible fomentaría una mayor inclusión. Los trabajadores independientes o de pequeñas empresas, carecen de la cobertura que la protección social contributiva y no contributiva ofrecen, porque no cumplen con los requisitos para acceder a la asistencia social ni tienen las posibilidades ni los incentivos para contribuir a la seguridad social en sus regímenes actuales.
Potenciar la resiliencia ante impactos.
- Identificar los hogares que viven en pobreza y vulnerabilidad y que están fuera de los sistemas de protección social. Es sorprendente que un tercio de los hogares pobres no estén cubiertos por estos sistemas, lo que los deja aún más expuestos ante las catástrofes climáticas.
- Identificar y promover estrategias alternativas de financiamiento y gestión de riesgos que se adapten a las necesidades de las personas pobres y vulnerables.
- Hacer una transición hacia una infraestructura resiliente, lo cual es importante para aumentar la resiliencia de los hogares. Por ejemplo, Ecuador podría promulgar códigos de construcción para promover la adopción de soluciones de infraestructura que sean óptimas ante inundaciones, calor extremo y otros peligros.
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