Los pronósticos para la economía de Ecuador son más alentadores para 2025, ¿por qué hay menos optimismo para 2026?
El BCE y el FMI prevén que la economía de Ecuador se recuperará más de 3% en 2025. Sin embargo, para 2026, los dos organismos pronostican un crecimiento menor a 2%.

Imagen referencial de una compradora en un centro comercial de Quito, mayo de 2025.
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PRIMICIAS.
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Las proyecciones para el desempeño de la economía de Ecuador para 2025 son más optimistas frente a lo que se esperaba cuando comenzaba el año.
En cambio, para 2026, varios organismos ya prevén que la economía ecuatoriana o el Producto Interno Bruto (PIB) crecerá a un menor ritmo.
Y las proyecciones todavía podrían tener nuevas variaciones tanto para 2025 y como para 2026, dice Hanns Soledispa, director de la firma de investigaciones Exponential Research.
Eso se debe a que en las estimaciones que han presentado varios organismos económicos entre septiembre y octubre de 2025 todavía no se han incluido las pérdidas que dejará el paro convocado por la Confederación de Nacionalidades Indígenas (Conaie) tras la eliminación del subsidio al diésel, que no ha cesado, añade.
Soledispa dice que lo más seguro es que en el último trimestre 2025 habrá afectaciones en las cifras de sectores como el turismo y el comercio.
"No se puede saber todavía en qué magnitud, pero eso incidirá en la proyección, porque el último trimestre del año es en el que se espera más consumo, por Black Friday y Navidad", añade.
En cambio, para 2026, las proyecciones también podrían tener cambios según lo que ocurra con la Consulta Popular y Referendo.
Una eventual Asamblea Constituyente podría plantear un escenario de incertidumbre que incida en el PIB del próximo año, agrega Juan Carlos Salvador, expresidente del Colegio de Economistas de Pichincha.
"Una Asamblea Constituyente plantea incertidumbre, no se sabe cuáles serán las reglas de juego que se van a proponer, eso incide en las decisiones de los agentes económicos"
Juan Carlos Salvador, economista.
¿Por qué las cifras de 2025 mejoraron?
Ecuador había atravesado un duro 2024, con una crisis de seguridad y violencia agravada, alza de varios impuestos, como el IVA, y cortes de luz que llegaron hasta a 14 horas diarias. El escenario dejó como resultado que la economía ecuatoriana se contrajo 2% ese año.
Fue la tercera recesión desde que el país se dolarizó. Pero para 2025 en general ya se espera una mejor cifra, porque, tras una caída, en el ciclo económico lo normal es que haya un rebote o recuperación, dice Soledispa.
La incógnita era qué tan fuerte sería el rebote. Al menos debería ser de más de 2% para que el PIB vuelva al nivel previo a la caída de 2024, dice Soledispa.
Pero pese a ello, cuando comenzó 2025 había alta incertidumbre sobre el futuro de la economía ecuatoriana, pues el país viviría elecciones legislativas y presidenciales. En ese escenario, hubo un menor consumo de los hogares y menos dinamismo indicadores clave, como la demanda de crédito.
Además había dudas sobre si el Gobierno evitaría una nueva crisis energética como la de 2024.
Así, por ejemplo, el Banco Central de Ecuador (BCE) preveía que la economía crecería 2,8% y el Banco Mundial esperaba 1,9% de crecimiento. En cambio, el Fondo Monetario Internacional (FMI) era el menos optimista, proyectaba un aumento de 1,7%.
Pero la economía tomó más dinamismo luego de abril de 2025, cuando Daniel Noboa ganó la reelección. "Los agentes económicos, que habían retrasado decisiones de compra, comenzaron a concretarlas", dice Salvador.
A esto se suma que, por la campaña electoral, el entonces candidato presidente abrió más la llave del gasto público, con nuevos bonos o transferencias de efectivo a diversos sectores, lo que inyectó liquidez en los bolsillos de esas familias, agrega Salvador.
Con la reelección de Noboa, además, Ecuador sostuvo el crédito con el FMI y consiguió incluso un cupo mayor de préstamo.
Pero Soledispa añade que el mejor dinamismo en 2025 se ha debido también a factores que no controla el Gobierno, como un aumento récord de las remesas que envían los migrantes y el buen desempeño de las exportaciones no petroleras, a cargo de empresas privadas.
No obstante, destaca que ha sido importante que se hayan firmado acuerdos comerciales con China y Corea.
Otro elemento que incidió en la recuperación es que el fantasma de los cortes de luz se ha alejado. Aunque el Gobierno de Daniel Noboa no logró implementar la nueva generación termoeléctrica prometida con los polémicos contratos de Progen y Austral, las lluvias han abastecido lo suficiente a las hidroeléctricas del país.
De ahí que, cuando faltan menos de tres meses para que termine el año, tres organismos ya han actualizado las proyecciones y son más optimistas, pues esperan más de 3%, como muestra la gráfica:
"La economía de Ecuador se recupera satisfactoriamente de la recesión del año pasado, tras la normalización del suministro eléctrico, a pesar de las recientes interrupciones en la producción petrolera"
FMI
El mayor desafío será en 2026
Sin embargo, tras el rebote de 2025, las expectativas para 2026 son menos optimistas. El BCE y el FMI prevén que el PIB crecerá 1,8%, lo que implicaría casi un estancamiento frente a 2025.
Soledispa dice que esto se debe a que en 2026 por ahora no hay certezas sobre importantes políticas que permitan a Ecuador salir del estancamiento en el que lleva años.
"No hay medidas para traer mayor inversión privada, más inversión pública en infraestructura ni aumento del empleo adecuado"
Hanns Soledispa, economista.
Y más bien, hay riesgos latentes que pueden empeorar el escenario, como el aumento de la violencia y la inseguridad.
En un informe del pasado 12 de septiembre, el BCE identifica a la eliminación del subsidio como uno de los elementos de riesgo que podría incidir en que el crecimiento económico de Ecuador sea menor al que está previsto, por las protestas que para entonces, ya se esperaban.
Otros factores que amenazan el crecimiento del PIB de Ecuador en el mediano plazo, según el BCE son los eventos climáticos (intensidad de lluvias) y nuevas fallas e interrupciones en los sistemas de oleoductos de transporte de petróleo.
Salvador añade que otros elementos de riesgo para 2026 es que las previsiones internacionales apuntan a que el precio del petróleo podrían ir a la baja.
Y la incertidumbre global por la guerra comercial entre China y Estados Unidos, y las sobre tasas arancelarias.
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