Paqocha y Shigras del Ecuador, marcas locales que crean moda artesanal en comunidad
Habilidad, paciencia y amor se unen para crear ropa y accesorios de moda atemporal en Ecuador, lejos del 'fast fashion' y cerca de la revalorización de la materia prima y mano de obra local.

Diseños de las marcas Shigras del Ecuador (en los extremos izquierdo y derecho) y Paqocha Ecuador (en el centro) compartidos con Primicias en mayo de 2025.
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¿Qué llevas puesto? ¿De dónde viene esa ropa? ¿Dónde se fabricaron la tela, los hilos, los pigmentos que le dan color? ¿Cuánto realmente costó crear esa camisa, pantalón o vestido y cómo se distribuyó ese dinero? La industria de la moda mueve miles de millones de dólares alrededor del mundo.
Además, es responsable de hasta el 8% de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero, uno de los sectores más contaminantes del mundo, de acuerdo con publicación de las Naciones Unidas en marzo de 2025.
Lejos de las pasarelas de moda, las prendas de vestir representan alto consumo de agua, uso de químicos, trabajo no siempre bien remuneradas, montañas de desechos, entre diferentes factores de impacto global. Bajo este escenario, crear moda atemporal, responsable con el ambiente y los artesanos, es un acto de resistencia.
Paqocha, tejidos con lana de alpacha
Los distintos trabajos de Felipe Segovia y Lorena Pérez los llevaron a recorrer comunidades de la Sierra central de Ecuador. Amantes del campo y la naturaleza, no pudieron quedar indiferentes al ver lana de alpaca olvidada entre el moho, la humedad y la pobreza.

De forma autodidacta comenzaron a aprender sobre textiles, pigmentos, diseños y confección. Entonces, en el año 2005 nace Paqocha, que significa alpaca en quechua. Hoy son expertos en tejidos artesanales y dan capacitaciones dentro y fuera del país.
La pareja recorrió por años los pueblos de los Andes ecuatorianos y hoy Paqocha vincula a comunidades en las provincias de Chimborazo, Cotopaxi, Bolívar, así como mujeres tejedoras en Quito, maestros en telar y costureras.

Ofrecen sacos, ponchos, túnicas, abrigos, bufandas, gorros, guantes, entre otras prendas hechas 100% con lana de alpaca y, sobre todo, con mucha paciencia. Toma un año que la alpaca esté lista para ser esquilada (cortar su lana) y solo entonces comienza el proceso de confección.
Con la lana cortada, se clasifica la fibra y se entrega a las hiladoras, que podrían tomarse alrededor de ocho días en hilar lo necesario para crear un saco, por ejemplo. Luego, dependiendo del diseño, podría tomar entre cuatro y quince días de trabajo completar una prenda.

Para ahorrar agua, el lavado se realiza ya a la prenda terminada y no a la lana, como antes se acostumbraba, explica Lorena. "La ropa con lana de alpaca está pensada para heredarse por generaciones. Es muy abrigada y dura muchísimos años", resalta.
El trabajo se valora por la calidad de la lana, las horas de trabajo, el peso del producto final. Paqocha tiene productos desde los USD 21,00 (accesorios como guantes o bufandas), hasta USD 250 (túnicas largas, ponchos o vestidos). En promedio, la mayoría de sus abrigos o sacos se pueden adquirir por USD 80,00.
Sus diseños se han mostrado en pasarelas internacionales como Ethical Fashion Show 2007 - 2010, en París; Ecochic Fashion Show 2010, en Ginebra y Basilea, Suiza; lograron ser finalistas en la Bienal Iberoamericana de Diseño Madrid 2016; ingresaron al Catálogo Patrimonial Nacional 2016; entre otros reconocimientos que los llena de alegría.

"Paqocha rescata el arte de hilado a mano con guango (palo delgado donde se enrolla la lana) y huso (herramienta para hilar) en fibra pura de alpaca y sus prendas se encuentran a la vanguardia mundial", resalta esta marca ecuatoriana que sueña con mostrarle al mundo el valor de vestirse con consciencia ambiental y social.
Su tienda, ubicada en Tumbaco, abre bajo reserva, y ofrecen exposiciones demostrativas para grupos turísticos. Incluso, pueden viajar a las comunidades para que los interesados conozcan de primera mano todo el proceso de este arte textil hecho en Ecuador.
Shigras del Ecuador
En el páramo de Ecuador también se teje un proceso de investigación, diseño y comunicación para contar la historia de Simiátug, parroquia rural de Guaranda, llena de saberes artesanales, artísticos y patrimoniales.

Shigras del Ecuador es más que una marca de accesorios de moda artesanal ecuatoriana, es una propuesta de innovación artesanal con identidad rural, resalta Paúl Vásconez, coordinador de la marca y proyecto comunitario que incluye promoción turística.
En lengua kichwa, shigra significa bolso. Shigras del Ecuador nació en el año 2011, para reunir los tejidos a mano de las artesanas de la Sierra Norte de Ecuador. Se trata de una labor ancestral realizada con fibra natural de cabuya tejida a mano y aguja, nudo por nudo, técnica conocida como shigreado.

Con colores y diseños inspirados en los paisajes de los páramos ecuatorianos, la creación de una shigra comienza con el cultivo, secado y tinturado del penco (planta conocida también como agave andino), el uso de colorantes naturales obtenidos de plantas y hortalizas, y el tejido a mano.
Paúl resalta que la fibra de cabuya es distribuida a través de una red de artesanas y familias que han compartido este conocimiento generación tras generación.
Después, los tejidos llegan al taller de Shigras del Ecuador, ubicada en la provincia de Bolívar, donde se colocan broches, accesorios de tagua, cuero, bronce, coco, entre otras decoraciones que realzan la labor artesanal.

Entonces comienza el proceso de comercialización de los productos, cuyos precios fluctúan entre USD 10,00 y USD 120,00, dependiendo del tamaño, complejidad del diseño, materiales y tiempo de elaboración.
Los diseños de Shigras del Ecuador se han vendido en Francia, Italia, Alemania, España, Estados Unidos y Asia. Paúl resalta que la marca ha sido reconocida por su excelencia artesanal y comparte su anhelo por continuar conquistando otros rincones del mundo.
Moda sostenible, de tendencia a necesidad
"Los consumidores de hoy exigen a las grandes marcas compromisos reales con la sostenibilidad, priorizando prácticas éticas y la trazabilidad en la cadena de suministro", menciona Bárbara Fernández Abad, coordinadora del Grado en Diseño y Creación de Moda de la Universidad Europea.

La experta menciona que durante el 2025 el consumo consciente pasa a consolidarse como una necesidad, más que como una tendencia.
"La producción local y la artesanía ganarán relevancia reinterpretando técnicas tradicionales mediante tecnologías modernas y promoviendo la moda lenta que respeta tanto al medioambiente como a las comunidades productoras", menciona.
Fernández Abad resalta que las marcas de moda juegan un papel crucial, así como unos consumidores educados e informados que demanden certificaciones de sostenibilidad y responsabilidad social.
El estrenar y desechar, promovido en las redes sociales, felizmente estaría pasando de moda.
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