Concesión de Sopladora y venta del Banco del Pacífico se darán pronto

El proceso de concesión de la hidroléctrica Sopladora, que pertenece a la holding estatal Corporación Eléctrica del Ecuador (CELEC) y la venta del Banco del Pacífico, en mayo de 2020, son los procesos de monetización de activos más adelantados, como parte de un programa de medidas económicas más amplio que busca mejorar la situación fiscal del país.

El Ministerio de Finanzas espera concesionar este año la operación y administración de la central hidroeléctrica Sopladora, de 487 megavatios de capacidad, a un operador privado como parte de las medidas para encaminar la economía.

Si el tiempo no alcanza, el ministerio se ha puesto como última meta la concesión de Sopladora para el primer trimestre de 2020.

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Es parte del programa de 'monetización de activos' del Estado con el que el gobierno de Lenín Moreno busca recaudar dinero para reducir el desequilibrio fiscal del país. El programa incluye la concesión de algunas empresas y la venta de otras.

En venta está, por ejemplo, el Banco del Pacífico. El gobierno espera que la venta del Banco se concrete en el segundo trimestre de 2020.

El Banco del Pacífico es el segundo mayor del país, medido por el tamaño de sus activos, como se puede ver en el siguiente gráfico interactivo:

"Hay tres procesos (de monetización) adelantados, que son el de Sopladora, la venta del Banco del Pacífico, y la concesión de la administración de la Corporación Nacional de Telecomunicaciones", dice el ministro de Finanzas, Richard Martínez.

Para CNT, que no tiene balances actualizados ni auditados, el gobierno está intentando aclarar las cuentas.

Pero ha recibido expresiones de interés por parte de empresas que aspiran a adjudicarse la concesión aun si la empresa pública no logra tener estados financieros confiables.

"Hemos recibido propuestas de inversionistas que quieren hacerse cargo de la administración de CNT, incluso si no está listo este proceso de limpieza de balances y de valoración", dice Martínez.

Estos inversionistas, cuyos nombres no fueron revelados, ofrecerían "mejorar los indicadores de CNT y negociar una tarifa o una participación en las utilidades sobre esa base", concluye Martínez.