Jueves, 25 de abril de 2024

Desempleo y subempleo preocupan a los empresarios en Ecuador

Autor:

Gabriela Coba

Actualizada:

7 Nov 2020 - 0:03

empleo

Autor: Gabriela Coba

Actualizada:

7 Nov 2020 - 0:03

Personas en el Centro Histórico de Quito, el 21 de octubre de 2020. - Foto: API

Tres razones explican por qué la falta de oportunidades laborales en el país es considerada la principal amenaza para las empresas en 2020. Una de ellas es la contracción del consumo de los hogares.

La pandemia de Covid-19 ha hecho que el deterioro del mercado laboral supere todas las preocupaciones de los empresarios en Ecuador y en el mundo.

Esto de acuerdo con el reporte Riesgos regionales para hacer negocios del Foro Económico Mundial. El Foro encuestó a 12.000 líderes empresariales de 128 países, entre ellos Ecuador.

La falta de oportunidades laborales en Ecuador se ha convertido en la principal amenaza para las empresas por tres razones:

  • Por la crisis, las compañías han tenido que hacer recortes lo que, en muchos casos, ha significado la pérdida de talento en las empresas.
  • Las ventas se contraen porque las personas, al no tener ingresos, dejan de comprar y reducen el consumo de bienes y servicios.
  • La destrucción de empleos se traduce en migración de las personas hacia la informalidad, lo que representa una competencia desleal para las empresas establecidas porque los negocios informales tienen costos inferiores, pues no pagan aportes a la seguridad social ni impuestos.

En el caso de Ecuador, el subempleo, que es parte del empleo inadecuado, es más preocupante que el desempleo.

Esto se debe a que el desempleo en Ecuador siempre se ha mantenido en niveles bajos, puesto que las personas sin empleo formar ingresan al sector informal para subsistir.

Crisis económica y social 

"Cuando una persona está desempleada por un período prolongado es más difícil que se reincorpore al sector formal. Esto se debe a que pierde destrezas y entusiasmo y se deprime, de manera que el tema se convierte en un problema de salud pública", explica Alfredo Arízaga, director de la Escuela de Negocios de la Universidad SEK.

El deterioro del mercado laboral en Ecuador se ve en el hecho de que apenas tres de cada 10 personas de la población económicamente activa (PEA) tienen un empleo adecuado, según la Encuesta Nacional de Empleo, Desempleo y Subempleo (Enemdu), publicada en octubre de 2020.

La crisis laboral también se refleja en el consumo de los hogares. En el segundo trimestre de 2020, el gasto de los hogares bajó 11,9% frente al mismo período de 2019.

Otros aspectos que preocupan a las empresas son la inestabilidad social, que se siente en el aumento de manifestaciones en las calles, y las crisis fiscales, que desembocan en la creación de más impuestos.

La necesidad de una reforma

La amenaza que representan el desempleo y el subempleo para las empresas es un llamado de atención sobre la necesidad de una reforma laboral integral, dice Pedro Romero, director de la maestría de Economía de la Universidad San Francisco de Quito (USFQ).

Tanto Romero como Arízaga coinciden en que los cambios en materia laboral deben atender la realidad actual, lo que no hace el Código de Trabajo de Ecuador, que fue expedido en 1938.

Para hacer cambios acertados, dicen los expertos, es necesario identificar los obstáculos que inducen a los empresarios a no contratar nuevo personal.

"Durante los últimos años el empleo adecuado nunca estuvo por encima del 53%, lo que refleja el absoluto fracaso de las políticas laborales", afirma Arízaga.

Mientras que Romero sostiene que uno de los puntos que debería abordar la reforma es la reducción de los costos de terminar una relación laboral, sobre todo para los emprendimientos.

Incluso el ministro de Finanzas, Mauricio Pozo, ha reconocido que en el país se necesitan cambios laborales profundos.

"La reforma laboral es urgente y por eso también queremos dejar el camino avanzado", para que el gobierno que asuma el poder en 2021 logre aprobarla, dijo Pozo, en una entrevista con PRIMICIAS.

Preocupaciones mundiales

Los cambios asociados a la pandemia de Covid-19 han hecho que las empresas contemplen nuevas amenazas.

Las enfermedades infecciosas representan uno de estos desafíos. En 2020 ese riesgo escaló 28 lugares para ubicarse entre las 10 principales preocupaciones empresariales.

Desde 2016 el desempleo y el subempleo se han clasificado como el riesgo número uno en los mercados emergentes. Pero ahora también aparece como la principal preocupación en las economías avanzadas.

Otras amenazas que han cobrado fuerza en 2020 entre los empresarios son las ambientales. Los riesgos de catástrofes naturales subieron 17 lugares.

El estudio del Foro Económico Mundial considera un riesgo a un evento o condición incierta. Si este ocurre puede causar un impacto negativo significativo para varias economías o sectores en los próximos 10 años.