Jueves, 25 de abril de 2024

Ecuatoriana-Airlines solicita Permiso de Operación y agita al mercado

Autor:

Gabriela Coba

Actualizada:

4 Sep 2020 - 0:03

avion

Autor: Gabriela Coba

Actualizada:

4 Sep 2020 - 0:03

Un avión en el Aeropuerto Internacional Mariscal Sucre, en Quito, en agosto de 2020. - Foto: Aeropuerto Internacional Mariscal Sucre/ Facebook

La aparición de una nueva aerolínea en el mercado de aviación de Ecuador se conoció tres meses después del anuncio de la liquidación de la compañía aérea estatal TAME.

"Ecuatoriana-Airlines Ecuador S.A solicitó al Consejo Nacional de Aviación Civil (CNAC) el Permiso de Operación para la prestación de servicio de transporte aéreo, público, doméstico, regular, de pasajeros, carga y correo de forma combinada, con fines comerciales".

Esto de acuerdo con un comunicado de la Dirección General de Aviación Civil (DGAC).

La solicitud fue ingresada el 31 de agosto de 2020.

El proceso para obtener el Permiso de Operación podrá tardar entre uno y dos meses, dice en entrevista con PRIMICIAS, el experto aeronáutico Nicolás Larenas.

Luego, la empresa tendrá que obtener el Certificado de Operador Aéreo (AOC) en la DGAC. Y con ese la aerolínea estaría habilitada para operar en Ecuador.

Para obtener esta certificación las compañías aéreas cumplen con cinco fases que son:

  • Pre-solicitud.
  • Solicitud formal.
  • Evaluación de la documentación.
  • Inspección y demostración.
  • Certificación.

Obtener el Certificado de Operador Aéreo puede demorar entre seis meses y un año.

"Este es un proceso mucho más largo y complejo porque implica la elaboración de manuales, la presentación de documentos de arriendo (leasing) de las aeronaves y la contratación de personal", explica Larenas.

La aerolínea recién podría tener todos los permisos de funcionamiento en 2021, pero el inicio de operaciones dependerá de su organización y de su flujo económico.

Aunque, para Marco Subía, director de la Asociación de Representantes de Líneas Aéreas en Ecuador (Arlae), "decir que la aerolínea vaya a volar pronto es prematuro, porque el 95% de las compañías que ha intendado obtener el Certificado de Operador Aéreo o AOC se han quedado en esa fase".

¿Quiénes son?

Detrás de la nueva aerolínea está la firma Ecuatoriana-Airlines Ecuador, constituida el 9 de marzo de 2020, que tiene como accionistas a Eduardo Delgado Martillo y Ann Marlene Martillo.

Delgado Martillo, quien es gerente general de la nueva empresa, también está a cargo de la gerencia de Líneas Aéreas Ecuatorianas Internacionales (Laeisa), según la Superintendencia de Compañías.

Uno de los accionistas de Laeisa es Eduardo Larrea, quien fue directivo de la DGAC entre 2007 y 2009.

Ecuatoriana-Airlines Ecuador fue constituida con un capital suscrito que asciende a USD 16.000, de los cuales USD 15.840 corresponden a inversión extranjera.

Si la nueva empresa obtiene los permisos y certificados de operación se convertiría en la cuarta aerolínea que vuele en el país.

En este momento en el mercado doméstico ecuatoriano operan Latam Ecuador, Avianca y Aeroregional.

Hasta hace unos meses también operaba la compañía aérea estatal TAME, ahora en proceso de liquidación.

La salida de TAME, la aerolínea de bandera ecuatoriana, ha dejado desconectadas por vía aérea a las ciudades periféricas, que es precisamente donde Ecuatoriana-Airlines quiere operar.

"La aerolínea busca ser un competidor diferente en el mercado, cubrir rutas que a las otras no les interesan, especialmente en la situación actual", dice Larenas, quien agrega que abrir nuevas rutas va a dinamizar la economía del país.

Para Subía la competencia siempre es buena, aunque "la llegada de un nuevo actor durante la actual crisis va a hacer que todos pierdan más dinero".

La lista de ciudades

La nueva aerolínea ecuatoriana estaría interesada en operar en una docena de ciudades, a través de 30 rutas, con un total de 178 frecuencias a la semana, según la DGAC.

En la lista se encuentran: Quito, Guayaquil y Cuenca, pero también otras ciudades más pequeñas, como Macas, Tulcán y Lago Agrio.

Para Subía, que la empresa proponga nuevas rutas es interesante pero "que quiera competir en los principales destinos con compañías consolidadas es muy ambicioso".

La solicitud no incluye, por ahora, vuelos a Galápagos, principal destino turístico del país y, por tanto, una de las rutas más apetecidas.

El aeropuerto de la capital sería la base de operaciones del nuevo actor porque Quito tiene el mercado más grande, al ser ciudad más poblada del país y al tener más conexiones internacionales, explica Subía.

Aviones de alquiler

A TAME se le cuestionó la rentabilidad de viajar a destinos más pequeños y con un menor mercado, pero parecería que la nueva aerolínea tiene un plan para que eso sea un negocio.

"Hay rutas como Quito-Tulcán que no tendrían mayor demanda, pero si se utilizan aviones como los que la empresa propone, entre los que se encuentran el Beechcraft B1900C -con capacidad para 19 pasajeros- tiene sentido", dice Larenas.

El asesor aeronáutico agrega que "es un proyecto que apunta a conectar ciudades de demanda baja con aviones pequeños".

Y es que, según la DGAC, Ecuatoriana-Airlines utilizaría en su flota aeronaves con capacidad de menos de 20 pasajeros, hasta aviones como el Boeing 737-300-400-500, que tiene entre 110 y 132 asientos, este último para las rutas como Quito-Guayaquil-Quito.

Larenas aclara que la solicitud no significa que la empresa vaya a empezar con todas las rutas y con toda la flota al mismo tiempo.

Sobre una posible compra de los aviones de TAME, Larenas explica que los únicos que están en liquidación son los ATR 42-500, aunque "el mejor negocio en el mercado aeronáutico es alquilar aviones" y no comprarlos.

¿Por qué es mejor arrendar aviones? Por dos motivos:

  • Comprar un avión significa un mayor capital. Por ejemplo una aeronave puede costar USD 20 millones, mientras que su alquiler llega a USD 50.000 mensuales.
  • Un avión se deprecia después de cada ciclo, es decir, después de cada vuelo. La aeronave cuyo precio fue de USD 20 millones puede acabar avaluada en USD 3 millones.

En el mundo hay miles de empresas dedicadas al negocio de arrendar aviones y "por la pandemia hay más aeronaves disponibles a precios más atractivos", concluye Larenas.