Jueves, 18 de abril de 2024

Ferias navideñas, una oportunidad para quienes no tienen empleo

Autor:

Gabriela Coba

Actualizada:

21 Dic 2019 - 0:03

En Quito 1.200 ferias de este tipo tienen permiso para funcionar. Estos negocios son una fuente de ingresos para quienes no tienen un trabajo fijo.

Navidad

Autor: Gabriela Coba

Actualizada:

21 Dic 2019 - 0:03

En Carcelén, en el norte de Quito, dos ferias navideñas fueron autorizadas por el Municipio. - Foto: PRIMICIAS

En Quito 1.200 ferias de este tipo tienen permiso para funcionar. Estos negocios son una fuente de ingresos para quienes no tienen un trabajo fijo.

Marina Pallasco es una de las comerciantes de la capital que desde hace 12 años trabaja en las ferias.

Cada año esta artesana deja su hogar en Solanda, en el sur de Quito, y se desplaza más de 25 kilómetros para dedicarse a la venta de artículos, como árboles, bombillas y hasta monigotes.

"Como no se tiene (dinero) nos debemos dedicar a este tipo de ventas, que son un trabajo decente", dice Pallasco.

Pallasco atiende a diario en una carpa desde las 7:00 hasta las 22:00, son 15 horas en las que puede obtener desde USD 0 hasta USD 200, dependiendo de su suerte.

A pesar del esfuerzo, ella comenta que "este año no se ha vendido mucho por la difícil situación económica del país".

La carpa que desde hace un mes es el puesto de trabajo de Pallasco también cumple la función de hogar. Para cuidar sus pertenencia esta mujer ha tenido que dormir con frío y en ocasiones hasta con lluvia.

"Desde el 10 de noviembre estoy aquí. Voy pasando un día a Cotocollao, donde una familiar, para bañarme", cuenta.

En 2019, junto a otros 12 comerciantes, Pallasco fue reubicada por las autoridades. Este año el Municipio ha entregado permisos a 1.200 ferias navideñas.

"Es importante aclarar que estos permisos se entregan de forma temporal y son parte del plan de acción de la Alcaldía de Quito para contrarrestar el comercio informal", dice el Municipio.

Pallasco espera que en el futuro los mercados navideños se mantengan porque considera que han reactivado zonas que estaban abandonadas, "donde se reunían personas bajo los efectos de estupefacientes y las ratas", dice.