Viernes, 19 de abril de 2024

Petroamazonas necesita USD 3.000 millones para aumentar la producción 4,44% el próximo año

Autor:

Wilmer Torres

Actualizada:

24 Sep 2019 - 0:05

La empresa estatal petrolera negocia con el Ministerio de Finanzas un aumento de su techo presupuestario y de esto dependerá la perforación de nuevos pozos, con el objeto de alcanzar una meta de producción de petróleo de 446.000 barriles diarios en 2020.

Taladro de Petroamazonas

Autor: Wilmer Torres

Actualizada:

24 Sep 2019 - 0:05

El taladro en el Bloque 43 ITT, en el Parque Nacional Yasuní. - Foto: Petroamazonas

La empresa estatal petrolera negocia con el Ministerio de Finanzas un aumento de su techo presupuestario y de esto dependerá la perforación de nuevos pozos, con el objeto de alcanzar una meta de producción de petróleo de 446.000 barriles diarios en 2020.

PetroAmazonas solicitó al Ministerio de Finanzas un presupuesto de USD 3.000 millones para 2020, que servirá para aumentar la producción de crudo a 446.000 barriles diarios.

En 2019, el Gobierno Central le asignó a la empresa petrolera ecuatoriana una presupuesto de USD 2.670 millones, según el gerente de PetroAmazonas, Álex Galárraga.

PetroAmazonas estima que la meta es terminar el año con una producción de 427.000 barriles diarios.

El incremento de producción para el próximo año sería posible con la perforación de nuevos pozos en los campos Guanta-Dureno, Parahuacu, Shushufindi, Sacha y Coca-Payamino.

Ishpingo inicia producción en junio

Galárraga dice que también está previsto que comience la extracción de crudo en el campo Ishpingo, localizado en el bloque 43 o ITT (Ishpingo, Tambococha y Tiputini).

El campo de petróleo pesado Ishpingo está ubicado en el interior del Parque Nacional Yasuní, al que la Unesco declaró como reserva de la biósfera en 1989.

Galárraga afirmó que Ishpingo producirá 20.000 barriles diarios. Con ello, dijo, la actividad petrolera de 2020 será la más alta de los últimos tres años.

"Con el Ministerio de Finanzas discutimos sobre los techos presupuestarios para ejecutar más proyectos", dijo Galárraga.

El gerente señala que la entrega de licencias ambientales para la operación de Ishpingo modificó el perfil de producción y la asignación del presupuesto de la empresa.

En 2019 Petroamazonas esperaba un presupuesto de USD 3.000 millones. Pero Finanzas solo aprobó USD 2.670 millones porque la estatal petrolera no tenía los permisos del Ministerio del Ambiente para entrar en esa área.

Los problemas obedecen a que el Ministerio del Ambiente se demoró en la expedición de los permisos para la operación en Ishpingo, que estaban previstos para septiembre de 2018.

Mientras que la perforación estaba planificada para mediados de 2019.

Eso descuadró, según Galárraga, la asignación de recursos por parte del Ministerio de Finanzas.

Recién en mayo de 2019 salió la licencia ambiental de Ishpingo y la producción de crudo quedó postergada para junio de 2020.

“Hay un cambio en el Ministerio del Ambiente, ahora nos están aprobando de manera rápida las licencias”, dijo Galárraga.

Concesión de Sacha, en análisis 

La concesión del campo Sacha, que actualmente produce 73.000 barriles diarios de petróleo a un costo de USD 5,50 por barril, sigue en análisis.

"Sacha es el mejor yacimiento que tenemos", dijo Galárraga, al señalar que existen 12 compañías interesadas en adjudicarse la concesión de Sacha.

El proceso de concesión de este activo, que es uno de los campos petroleros más prolíficos y antiguos del país, lo lleva adelante el Ministerio de Energía.

A junio de 2019 el Ministerio de Energía contaba 28 empresas internacionales interesadas en invertir y en operar Sacha.

En ese entonces, el ministerio informó que firmó un acuerdo de confidencialidad con las empresas interesadas para entregar información técnica, que serviría de base para presentar propuestas.

Un mes después, durante una entrevista en Teleamazonas, el ministro de Energía, Carlos Pérez, decía que para la fecha existían 14 empresas interesadas en el campo petrolero.

El campo Sacha está ubicado en Orellana y era administrado por la joint venture Río Napo, integrada por Petróleos de Venezuela (Pdvsa), con un 49% de las acciones, y por Petroamazonas, con el 51% restante.

Sin embargo, la estatal petrolera asumió las operaciones en agosto de 2016, cuando decidió separarse de su socia venezolana.