La caída de Afganistán es una dura prueba del retroceso de Estados Unidos como potencia mundial y cada retroceso de Washington es un avance para China, que está en la disputa por llegar a ser la nación hegemónica en el mundo en los próximos 20 años.
Desde la antigüedad Afganistán fue el cruce de todos los caminos de Asia Central, sitio codiciado por todos los imperios, donde combatieron desde Alejandro Magno hasta Gran Bretaña, la desaparecida Unión Soviética y Estados Unidos.
Las opiniones expresadas por los columnistas de PRIMICIAS en este espacio reflejan el pensamiento de sus autores, pero no nuestra posición.