Jueves, 18 de abril de 2024

El bolsonarismo va a los cuarteles y pide un golpe contra Lula

Autor:

EFE

Actualizada:

2 Nov 2022 - 12:48

Pese a que el presidente Jair Bolsonaro ya aceptó la derrota electoral en las presidenciales de Brasil, sus simpatizantes insisten en pedir una intervención militar.

Miles de seguidores del expresidente Jair Bolsonaro protestan por el resultado de las elecciones, el 2 de noviembre de 2022, frente al Comando Militar del Este, en Río de Janeiro (Brasil).

Autor: EFE

Actualizada:

2 Nov 2022 - 12:48

Miles de seguidores del expresidente Jair Bolsonaro protestan por el resultado de las elecciones, el 2 de noviembre de 2022, frente al Comando Militar del Este, en Río de Janeiro (Brasil). - Foto: EFE

Pese a que el presidente Jair Bolsonaro ya aceptó la derrota electoral en las presidenciales de Brasil, sus simpatizantes insisten en pedir una intervención militar.

Miles de personas se concentraron este 2 de noviembre frente a las puertas de cuarteles en São Paulo, Brasilia y Río de Janeiro, para exigir una "intervención militar" contra la victoria electoral del líder progresista Luiz Inácio Lula da Silva.

Las concentraciones, en las que los manifestantes proclaman que "autorizan" al presidente Jair Bolsonaro a llamar a las Fuerzas Armadas, fueron convocadas a través de las redes sociales por los grupos de ultraderecha que apoyan al gobernante y no reconocen la victoria de Lula.

Las acciones son paralelas a las protestas de camioneros que bloquean carreteras con el mismo objetivo desde el pasado lunes, aunque esas manifestaciones han perdido fuerza después de que el propio Bolsonaro las desautorizó y determinó que el Gobierno inicie el proceso de transición con el equipo de Lula.

Bolsonaro se pronunció sobre el resultado unas 45 horas después de que el escrutinio oficial sentenció la victoria de Lula, por un muy estrecho margen de 1,8%.

Mientras Bolsonaro estuvo en silencio, sus simpatizantes más ultras iniciaron el movimiento que exige a las Fuerzas Armadas un golpe militar, que "clausure" el Parlamento y la Corte Suprema, pero mantenga al actual gobernante en el poder.

Sin embargo, los golpistas fueron desautorizados por el propio Bolsonaro en su pronunciamiento, pese a que dijo que el "movimiento popular" era "fruto de la indignación y el sentimiento de injusticia por cómo se dio el proceso electoral".