Aunque la campaña electoral empieza oficialmente el 31 de diciembre de 2020, los presidenciables ya recorren el país haciendo ofrecimientos. Las medidas de bioseguridad son mínimas.
Los recorridos y mítines son constantes y cada vez más numerosos, pese que hasta hace pocos meses la actividad proselitista se había parado por completo, por la pandemia de Covid-19.
La cantidad de contagios en el país no deja de subir y la mayoría de actividades en el país se reactivan bajo nuevos parámetros de bioseguridad. El proselitismo también se reactivó, aunque en este caso las medidas sanitarias son mínimas y se limitan al uso intermitente de mascarillas.
Oficialmente, la campaña electoral iniciará en 10 semanas, pero los aspirantes a la Presidencia de la República, no se detienen ante formalismos y se han lanzado a las calles, a recorrer el país haciendo ofrecimientos.
La Ley electoral permite la realización de eventos para que las organizaciones políticas difundan sus propuestas, siempre que no implique la contratación de promoción electoral (publicidad en medios y vallas).
Sin embargo, el mismo artículo 208 señala que todos "los egresos realizados en estas actividades se imputarán al gasto electoral de cada organización política".
Es decir, que al finalizar la campaña, el Consejo Nacional Electoral (CNE) deberá sumar los recursos que cada lista use en la campaña, y si exceden el monto previsto por la ley deberán ser sancionadas.
Sin embargo, la sanción llegará después de terminado el proceso electoral.
Y esa infracción se multa con el doble del total de los gastos realizados en exceso. Pero no solo se sanciona a las organizaciones políticas, sino que los candidatos responderán, solidariamente, de acuerdo al nivel de responsabilidad que se determine en el incumplimiento.
Los candidatos hacen de todo
Hay mítines políticos, reuniones de trabajo y planificación, recorridos en mercados, caravanas, paseo a caballo, siembra de árboles. De todo hacen los candidatos presidenciales para asegurar votos.
Pero así como algunos guardan distancias -aunque las mascarillas sean mal utilizadas o su uso sea intermitente- y hacen campaña en grupos menores; hay candidatos presidenciales a los que no les molesta estar rodeados de gente pese a la pandemia.
También hay binomios que trabajan por separado para cubrir más territorio y sectores, como el del movimiento Creo, donde es el candidato a vicepresidente el que hace recorridos maratónicos.
Si para estos eventos las organizaciones políticas están incurriendo en gastos (todo tipo de material publicitario, como camisetas o banderas), la autoridad electoral debe estar atenta para imputarlos después al gasto de cada lista que tercie en las elecciones de febrero de 2021.
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