El 85% de los encuestados considera que el país no anda bien. Si se trata de la economía, el 88% opina lo mismo. Y para el 54% la situación se pondrá peor más adelante.
Hay bajas expectativas sobre una mejoría de la situación del país. Tras un 2019 complicado, política y económicamente, los ecuatorianos se muestran pesimistas sobre el presente y el futuro.
Según las mediciones de la encuestadora Cedatos, el descontento es amplio. Por ejemplo, a finales noviembre, el 85,5% consideraba que el país iba por mal camino.
Sin embargo, en los últimos tres meses, las tendencias se estabilizaron. El negativismo tuvo su pico en octubre, mes de las manifestaciones. Y el 40,7% piensa que el paro indígena fue el evento del año.
El gráfico muestra que esa visión dejó de crecer desde septiembre, pero se mantiene en porcentajes elevados. Aunque en mayo de 2017, cuando el presidente Lenín Moreno llegó al poder, la mayoría de la población encuestada (48%) creía que el país iba por buen rumbo.
El pesimismo es ligeramente más elevado sobre la situación económica. Hasta octubre, el 88,4% de los ciudadanos encuestados creía que esta iba por mal camino.
De todas formas, el 66,5% piensa que la eliminación de los subsidios a los combustibles no traerá ningún beneficio. Aunque la mayoría sí respalda otras medidas económicas, como que las empresas que más ganan contribuyan más, los créditos hipotecarios, la eliminación o reducción de ciertos aranceles y otorgar facilidades para el teletrabajo.
Y las previsiones pesimistas también se proyectan al futuro. Apenas el 17% cree que la situación del país mejorará el próximo año, mientras que el 54% considera que empeorará.
Si la pregunta se vuelve personal, sobre cómo se siente cada individuo respecto a ese futuro, el pesimismo sube más de 20 puntos, hasta el 77%. Aunque al inicio del periodo de gobierno el 52% se sentía optimista.
Pero pese a esta fluctuación en los ánimos y perspectivas de los ciudadanos, los principales problemas del país, según los encuestados, no han cambiado desde 2006.
Cada año la mayoría de ecuatorianos sondeados coincide en que la situación económica y el desempleo son los que más afectan a la población.
En Ecuador hay cerca de 5 millones de personas desempleadas y casi un 60% de la población económicamente activa tiene empleos informales o está subempleada.
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