Viernes, 26 de abril de 2024

Estabilidad política, el único acuerdo que podría lograr el Gobierno

Autor:

Redacción Primicias

Actualizada:

12 Abr 2022 - 0:03

El analista Sebastián Hurtado sostiene que la liberación del exvicepresidente Jorge Glas ocurre en un mal momento político para el Gobierno.

Jorge Glas

Autor: Redacción Primicias

Actualizada:

12 Abr 2022 - 0:03

El exvicepresidente Jorge Glas salió de la cárcel de Cotopaxi la mañana del 10 de abril de 2022. - Foto: API

El analista Sebastián Hurtado sostiene que la liberación del exvicepresidente Jorge Glas ocurre en un mal momento político para el Gobierno.

El habeas corpus concedido al exvicepresidente de la República, Jorge Glas, que le permitió dejar la cárcel de Cotopaxi pese a las dos sentencias ejecutoriadas en su contra, ocurre en un momento político adverso para el Gobierno.

El analista político Sebastián Hurtado considera que la salida de Glas coincide con la negación de un pacto entre el régimen y el correísmo, lo que tendría un efecto político adverso en la facción radical de apoyo al presidente Guillermo Lasso.

¿Cuál es el costo político que tiene para el Gobierno el habeas corpus concedido a Jorge Glas?

Hay algunos. El tiempo en el que ocurre es adverso, porque si es cierto o no que hay un acuerdo con el correísmo, la coincidencia es grande, en términos del reciente rompimiento del Gobierno con sus aliados Izquierda Democrática y Pachakutik.

Ya había la discusión acerca de que el régimen estaba conversando con correístas y justo ocurre la liberación de Jorge Glas.

"El mayor costo político está en la base dura de apoyo al presidente Guillermo Lasso y a Creo".

Sebastián Hurtado, analista político

Porque Lasso tenía un apoyo anticorreísta importante, aunque muchos aún preferirían cualquier cosa, antes que el regreso de los correístas.

¿Los planes políticos del régimen podrían resultar afectados con esta decisión jurídica?

Dudo de que cualquier acuerdo que tengan involucre una agenda de reformas significativas, como mucho será un acuerdo que le permita al Gobierno una estabilidad temporal, con la idea de que no vaya a existir un intento de desestabilización en los próximos meses.

Tengo mis dudas de que una agenda de reformas sea factible, porque eso es algo a lo que los correístas van a oponerse. No creo que la reforma Laboral sea parte de un eventual acuerdo.

"El único al que podrían llegar sería a mantener una estabilidad para el Gobierno, que no esté amenazado desde la Asamblea y no echen abajo reformas como la Tributaria".

Sebastián Hurtado, analista político.

En ese escenario, el correísmo podría hacerse el desentendido.

Un acuerdo era factible cuando Lasso ganó la Presidencia y discutía acuerdos con correístas y socialcristianos, pero en este punto es difícil.

Cuando el expresidente Lucio Gutiérrez pactó con Abdalá Bucaram y lo trajo a Ecuador, su gobierno se cayó. ¿Qué diferencias mira usted en esta ocasión?

Es una situación distinta, porque a diferencia de Bucaram, los correístas tienen un apoyo político significativo. No esperaría un retorno inmediato del expresidente Rafael Correa, porque intentar arreglar sus problemas judiciales tomará tiempo.

Eso requiere que el correísmo, de alguna manera, tenga más influencia y control sobre las instituciones que deben tomar decisiones sobre esos temas.

Las fuerzas políticas se acusan mutuamente de pactos con el correísmo, pero, ¿quién pacta con quién?

Así es la política, al final de cuentas la composición de la Asamblea es un resultado de la votación de las elecciones de 2021 y en esas circunstancias sería ingenuo que un grupo político prescinda de hacer pactos.

Algún tipo de acuerdo deben lograr. Con corrupción o sin ella, el presidente Lasso tiene una debilidad importante en el Legislativo, no puede esperar para avanzar en su agenda sin llegar a acuerdos con las fuerzas más representativas de la Asamblea.

Esa era una posibilidad política, pero el Gobierno no ha logrado que se apruebe nada, excepto la ley Tributaria, que eventualmente puede ser eliminada y terminaría en la Corte Constitucional.

En esa situación, no hay otra alternativa que lograr algún acuerdo político, a menos que pretenda lazarse con la muerte cruzada, pero el Presidente se ha resistido a hacerla porque no tiene la certeza de que terminará en una mejor situación.