Una alianza de organizaciones delictivas, falta de articulación al interior de las bandas criminales, nuevas estrategias de la Fuerza Pública y denuncias ciudadanas hacen parte de los cambios en un distrito que hasta el año pasado se ubicó al nivel de los lugares más violentos del mundo.
La Policía Nacional proyectaba que Nueva Prosperina, al noroeste de Guayaquil, acabaría 2023 al nivel de las tres ciudades más violentas del mundo. Pero la realidad excedió toda expectativa y el distrito terminó por encima de los primeros lugares del ranking oficial.
Nueva Prosperina no es una ciudad, es un conglomerado urbano, marginal y empobrecido al extremo noroeste de Guayaquil. Pero tiene más de 300.000 habitantes, como las pequeñas poblaciones mexicanas en lo más alto del listado (de allí la validez de la comparación).
El Consejo Ciudadano para la Seguridad Pública y la Justicia Penal con sede en México publicó el 21 de febrero el ranking 2023 de las 50 ciudades más violentas del mundo.
El área metropolitana de Guayaquil o la Zona 8 de Planificación (con Guayaquil, Durán y Samborondón) se ubicó en el octavo lugar y subió 14 puestos respecto a 2022.
Si se desagrega a Durán, como ciudad con más de 300.000 habitantes similar a las del objeto de estudio del Consejo, la tasa de homicidios por 100.000 habitantes, el cantón superó a todos los municipios del listado mundial. Y Nueva Prosperina se ubicó incluso por encima.
En 2023, Nueva Prosperina registró una tasa de 155,92 casos de muertes violentas por cada 100.000 habitantes, 10 puntos más que el cantón Durán y 15 por encima de Colima (México), la ciudad más violenta del mundo el año pasado, según el Consejo mexicano.
Abrupta reducción de la violencia
Pero en lo que va de 2024, las muertes violentas sufrieron una estrepitosa caída en Nueva Prosperina. En el primer mes y medio del año registraron siete veces menos asesinatos que en el mismo periodo de 2023. Solo se reportaron 13 homicidios hasta el 19 de febrero.
La zona noroeste de la ciudad dejó de ser el distrito más violento de Guayaquil y de la Zona 8, en medio del estado de excepción declarado el 9 de enero. Pero los crímenes se redujeron abruptamente desde mucho antes, a partir del último trimestre de 2023.
¿Qué pasó? La momentánea reducción de la violencia en el sector obedece en gran medida a la reconformación de una vieja alianza de bandas criminales.
En Nueva Prosperina operan Los Choneros, sus brazos armados de Los Águilas y Los Fatales, que se enfrentaban en una sangrienta disputa con Los Tiguerones.
Según la Policía, en el segundo semestre de 2023, Los Tiguerones abandonaron un acuerdo con Los Lobos y retomaron su vieja alianza con Los Choneros. Así, Tiguerones y Choneros dejaron de matarse entre ellos por el control de territorio en Nueva Prosperina.
El coronel Roberto Santamaría, jefe de Policía de Nueva Prosperina, informó que, a la par, el contingente policial comenzó a estar mejor equipado desde mediados de 2023, con fusiles, para el enfrentar el poder de fuego criminal.
Grupos numerosos de motociclistas armados de las organizaciones criminales comenzaron a amedrentar a los policías para expulsarlos del distrito. De hecho, hay Unidades de Policía Comunitaria (UPC) que permanecen aún abandonadas.
Las nuevas estrategias policiales incluyen comandos de más de 20 policías en motocicleta, de más rápida respuesta y penetración en cerros o calles destapadas, de difícil acceso.
La intervención en las prisiones también ha incidido en la falta de articulación de los cabecillas de los grupos criminales en las cárceles, con los mandos medios en las calles.
¿Cómo incidió el estado de excepción?
El coronel Santamaría explicó que las intervenciones policiales, que con el estado de excepción incluyen también operativos macro con Fuerzas Armadas, han fortalecido el nivel de confianza ciudadana en la Fuerza Pública.
Los primeros 70 propietarios de casas despojadas por los Tiguerones en Socio Vivienda se animaron a denunciar el desplazamiento forzado del que fueron víctimas. Y un proceso para restituir las viviendas inició el pasado 15 de febrero.
“Toda la intervención en términos de mano dura en el sector tiene que transformarse en proyectos sociales y de prevención del delito, además de cambios en el sistema de patrullajes, que incluya también monitoreo aéreo con drones”, dijo Santamaría.
El desafío es enorme pues la misma Policía estima que unas 5.000 familias han sido desplazadas, mientras unas 50.000 viviendas estarían pagando extorsiones.
La Unidad de Policía Comunitaria (UPC) de Socio Vivienda 2, en Nueva Prosperina, abandonada desde el 9 de enero de 2024. PRIMICIAS
Un tendero de Socio Vivienda ratificó que persisten las “vacunas” extorsivas a familias y a pequeños negocios (de entre USD 2 y USD 14 semanales).
Mientras que la UPC del sector permanece abandonada desde el 9 de enero. “Sin presencia permanente de policías difícilmente esto se va a componer”, indicó el comerciante.
El alcalde de Guayaquil, Aquiles Alvarez, anunció que el municipio prepara la expropiación de un terreno para la construcción de un cuartel intermedio que garantice la seguridad de los policías, tras ataques armados y con explosivos recurrentes a los UPC.
La alcaldía prepara también la inauguración de un centro municipal polifuncional con énfasis en seguridad en la Sergio Toral 2, en Nueva Prosperina.
Al estar sustentada en gran medida en una alianza criminal, la reducción de la violencia es frágil. Durán fue uno de los distritos menos violentos a inicios de 2023 y, tras romperse un acuerdo, en seis meses superó la criminalidad de las ciudades más violentas del mundo.
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