Viernes, 19 de abril de 2024

El Chocó Andino tendrá su consulta antiminera el 20 de agosto

Autor:

EFE / Redacción Primicias

Actualizada:

3 Jun 2023 - 16:56

El CNE busca que la consulta antiminera del Chocó Andino se haga el mismo día que las elecciones presidenciales; es decir, el 20 de agosto de 2023.

Taller para el fortalecimiento de la gobernanza de la Reserva de Biósfera del Chocó Andino de Pichincha, el 25 de abril de 2023.

Autor: EFE / Redacción Primicias

Actualizada:

3 Jun 2023 - 16:56

Taller para el fortalecimiento de la gobernanza de la Reserva de Biósfera del Chocó Andino de Pichincha, el 25 de abril de 2023. - Foto: Reserva de Biósfera del Chocó Andino de Pichincha

El CNE busca que la consulta antiminera del Chocó Andino se haga el mismo día que las elecciones presidenciales; es decir, el 20 de agosto de 2023.

El Chocó Andino, una reserva de la biosfera situada dentro del área metropolitana de Quito y considerada como "un paraíso" por sus lugareños, librará en las urnas su batalla definitiva contra la minería el 20 de agosto de 2023.

El consejero del Consejo Nacional electoral (CNE), José Cabrera, dijo que la idea es que la consulta popular para prohibir la minería en esta zona biodiversa coincida con el mismo día en que se realizarán las elecciones extraordinarias presidenciales y legislativas.

Antes de realizar la convocatoria oficial, el CNE solicitó al Municipio de Quito la delimitación de las parroquias rurales y urbanas.

El Chocó Andino, un paraje que puede cambiar

A hora y media de las bulliciosas calles y el pesado tráfico del núcleo de urbano de Quito se encuentra, dentro del mismo distrito metropolitano, el Chocó Andino.

Es un espacio de naturaleza salvaje, de montañas escarpadas y de vida sencilla y apacible, donde muchos de sus habitantes temen que las concesiones mineras otorgadas en la zona destruyan su particular "paraíso".

"Es un paraíso en Quito y un patrimonio del mundo", afirma Teolinda Calle, una de las promotoras de la consulta popular.

Calle regenta un café en cuya terraza la gran atracción son los numerosos colibríes multicolores que revolotean con confianza entre los visitantes y posan con estilo para ser fotografiados.

Desde ese punto, una montaña vertical y exuberante se eleva ante los ojos, su aspecto podría cambiar drásticamente si se comienza a explotar la concesión minera planteada sobre ella.

Pulso intenso contra la minería

En total son 12concesiones mineras metálicas y otras seis en trámite que abarcan unas 27.000 hectáreas.

Lo anterior representa el 22,33 % de las 124.296 hectáreas de la Mancomunidad del Chocó Andino, compuesta por las parroquias de Calacalí, Gualea, Nanegal, Nanegalito, Nono y Pacto, que forman parte de las 11 parroquias que integran la reserva de la biosfera.

Si bien ninguna concesión está en explotación, la mayoría de sus 20.000 habitantes quiere evitar a toda costa cualquier daño antes de que irreversible.

Así, el colectivo Quito Sin Minería logró reunir más de 200.000 firmas validadas para impulsar una consulta popular que se celebrará entre todos los votantes de la capital ecuatoriana.

"Es algo absurdo que tengamos que preguntar si se tiene que proteger el Chocó Andino, porque es una reserva de la biosfera, a la misma altura que las Islas Galápagos o el Parque Nacional Yasuní (una joya de la biodiversidad mundial ubicada en la Amazonía ecuatoriana)", reflexiona Calle.

"Esto también es parte de Quito y somos muchas las personas que vivimos aquí del turismo. ¿Quién se va a querer bañarse en las cascadas si sabe que hay una mina cerca? Tampoco puede haber cacao orgánico o café orgánico con minería", indica.

Chocó Andino, enclave de biodiversidad

La consulta será el desenlace a una batalla de dos décadas contra los intentos por instaurar la minería en la zona. Hasta el momento, la actividad minera ha sido frenada con juicios, acciones comunitarias y la declaratoria en 2018 de reserva de la biosfera por parte del Programa el Hombre y la Biosfera (MAB), de la Unesco.

Esta llegó por la importancia ambiental del lugar, al registrar una gran variedad de ecosistemas, como páramos, bosques nublados y bosques lluviosos.

Sus bosques atrapan unas 266.000 toneladas de carbono al año, captan la humedad y la lluvia que llegan del océano Pacífico y almacenan el agua que abastece a la costa norte de Ecuador.

Esto lo hace un espacio de una gran concentración de biodiversidad con más de 3.000 especies de plantas, entre ellas multitud de orquídeas.

Además, la zona cuenta con 150 especies de mamíferos, 90 de reptiles, 120 de anfibios.

Y hay 640 tipos de aves, motivo por el que Mindo acogerá en agosto la duodécima Feria de Aves de Sudamérica, una de las citas mundiales del turismo de avistamiento de aves.

Vestigios arqueológicos

Además de ser un refugio para los osos andinos, tiene un gran valor patrimonial, al estar el territorio lleno de vestigios arqueológicos de la cultura prehispánica yumbo.

Tiene al menos unos 300 sitios arqueológicos, entre ellos varias pirámides tapadas por la selva, anteriores a la llegada de los incas a esta zona.

"Para mí, salvar este territorio es salvar la vida de mi familia de mis vecinos, pero también crear alternativas que nos permitan ver un futuro más prometedor como seres humanos", señala Inti Arcos, coordinador de la Mancomunidad. Lo dice mientras muestra la ganadería sostenible que realizan las comunidades, que brinda leche y carne para la urbe quiteña.

"La naturaleza es fuente de vida. Tenemos aquí nuestra propia agua. No tenemos que traerla de otro lado".

Julio Flores / Presidente de la Mancomunidad

El presidente de la Mancomunidad, Julio Flores, concluye que tienen "turismo sin necesidad de invertir porque es la naturaleza, entonces el Chocó Andino es, en una sola palabra, como un paraíso".