El presidente del organismo, Víctor Manuel Pacheco, considera que el plan de vacunación de Ecuador muestra debilidades frente a los planes de otros países de la región.
El plan de vacunación contra el Covid-19 que ejecuta el Ministerio de Salud (MSP) ha recibido críticas desde la academia, de sectores sociales y desde las organizaciones médicas.
A las críticas también se ha sumado la Comisión Nacional de Bioética en Salud, un órgano asesor independiente del Ministerio de Salud. Su presidente, Víctor Manuel Pacheco, conversó con PRIMICIAS al respecto.
La razón principal del malestar es la escasa información que ha dado el Ministerio de Salud sobre la llegada de las vacunas, el calendario de aplicación y la priorización de los grupos vulnerables.
El Comité de Transparencia de vacunación señaló que el 18 de febrero arribará al país un cargamento con otras 16.300 dosis destinadas al personal médico y a personas de la tercera edad. No han existido un anuncio oficial.
¿Cómo califica el plan de vacunación contra el Covid-19?
¿Considera que el plan se ha manejado bajo argumentos técnicos?
Es difícil tener un punto de vista sobre algo que no se ha dado a conocer. El Gobierno aspira a vacunar a millones de personas, pero no sabe cómo ni cuándo.
Sabemos que algunos médicos, enfermeras y personas de la tercera edad han recibido la vacuna. Seguramente también los choferes de las ambulancias, el personal de limpieza y los auxiliares de la enfermería.
Pero, no hay que olvidar que entre las personas de la tercera edad hay grupos que son más vulnerables que otros. Todos merecen recibir la vacuna, pero no es lo mismo una persona que vive protegido por su familia, con relación a quienes viven en una residencia del Ministerio de Inclusión Social.
¿Lo dice por la madre del Ministro de Salud que recibió la vacuna?
El hecho de que el Ministro de Salud haya acudido a vacunar en un centro geriátrico (privado) provocó malestar porque no hubo transparencia en la información. No se supo que se inmunizaría a quienes viven en ese lugar. Es por eso que exigimos transparencia en el plan de vacunación.
Si bien la pandemia es un evento que tomó por sorpresa a todos, no significa que el plan para combatirla no tenga argumentos técnicos y éticos. El objetivo del plan debe estar orientado a diminuir los contagios, pero también la mortalidad.
¿Cómo debió ser la construcción del plan?
La participación de la sociedad civil es importante en este proceso. Los organismos médicos no han sido tomados en cuenta.
Por ejemplo, la Sociedad Ecuatoriana de Salud Pública (SESP) no ha participado, a nosotros como Comisión Nacional de Bioética no nos consultaron. Tampoco a la sociedad civil.
Esto ha llevado a que la Comisión Nacional Anticorrupción impulse una plataforma social de control y veeduría para verificar el avance de la vacunación. Esto da cuenta que el plan no ha sido debidamente socializado.
Esa fue tarea del Comité de Transparencia
El Comité de Transparencia no tuvo el valor de una contraloría o veeduría social porque fue nombrada por el mismo Gobierno. Lo ideal era que se componga por la Academia Ecuatoriana de Medicina, la universidad pública, los organismos médicos, la misma Comisión de Bioética en Salud.
¿Qué problemas enfrenta el país ante el Covid-19?
Tenemos un problema muy importante: la escasa producción de las vacunas y las pocas que hay ya están destinadas a Europa y Estados Unidos.
¿Qué va a pasar con nosotros que somos un país pequeño? No hay un cronograma de llegada de nuevas dosis y eso complica la planificación.
Nadie, o muy pocas personas, saben al menos una fecha estimada en la que se vacunarán. No exigimos una fecha exacta, pero sí una estimación, sobre todo para quienes son parte de los grupos vulnerables.
¿Cómo ha sido el manejo de la pandemia?
El confinamiento fue una medida acertada por parte de los gobiernos. Pero, la falta de colaboración ciudadana y la falta de la promoción de las medidas de bioseguridad derivó en errores.
Realizamos un número muy bajo de pruebas con relación a la población. No tenemos suficientes datos para tomar acciones que ayuden a frenar el virus. Los pocos datos que tenemos no ayudan a tener una visión total de la pandemia.
La cifra de contagios y de muertos no disminuyen. Tenemos unas cifras terroríficas con relación a otros países.
¿Cómo ve la aplicación de la vacunación en el país con relación a otros?
En todos los países hay problemas con las vacunas. Pero unos países han respondido de mejor manera por su grado de desarrollo o por sus economías más fuertes.
Chile, por ejemplo, está desarrollando un proceso de vacunación masivo y efectivo. Argentina ha optado por la vacuna rusa para administrarla en la mayor cantidad de personas.
Ecuador, al parecer, está detrás de estos países. No tenemos un alto grado de transparencia como en esos países.
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