Tres pedidos de remoción enfrenta el Alcalde de Quito. La Comisión de Mesa analiza los pedidos para llevarlos al pleno del Concejo Metropolitano o, de lo contrario, archivarlos.
El alcalde Jorge Yunda vive días difíciles al frente del Municipio y del Concejo Metropolitano de Quito.
No solo que enfrenta un juicio por presunto peculado por la compra de pruebas diagnósticas para Covid-19, por el que porta un grillete electrónico. Sino que también debe lidiar con tres pedidos de remoción que buscan que deje su cargo.
A esto se suman los escándalos por la presunta participación de su hijo, Sebastián, en muchos contratos municipales que fueron descubiertos por la Fiscalía en las pericias realizadas en siete teléfonos celulares.
Esos escándalos en torno a su figura se traducen también en la pérdida de aliados en el Concejo Metropolitano, una instancia clave en la gobernabilidad de la ciudad. Además, en última instancia serán los concejales quienes decidan si continúa como alcalde si es que los pedidos de remoción llegan al Concejo Metropolitano.
En la práctica, algunos concejales ya le han retirado su apoyo. Entre ellos se encuentran el vicealcalde Santiago Guarderas y René Bedón, quienes llegaron al Concejo de la mano de Yunda. Los tres con el auspicio de Unión Ecuatoriana.
"Ser alcalde de Quito es una responsabilidad que requiere del 100% de tiempo. Y el alcalde, al momento, destina gran parte de su tiempo a resolver sus problemas legales. Por eso le he pedido que renuncie", confiesa Bedón.
Guarderas también se ha desmarcado de Yunda y le ha pedido "que dé un paso al costado".
Cinco concejales de otras tiendas políticas, como Creo y Concertación, coinciden en que Yunda debe renunciar. El concejal Fernando Morales (Concertación) señala que el alcalde "debe tener la responsabilidad de renunciar respetando a Quito".
Sobre todo por las irregularidades en la compra de las pruebas para el diagnóstico de Covid-19 y por los problemas que han tenido empresas municipales como la Empresa de Agua Potable y la Empresa de Obras Públicas.
"Una administración sin credibilidad"
La concejala de Creo, Luz Elena Coloma, sostiene que la administración de Yunda carece de credibilidad y de liderazgo.
"Es evidente que en las últimas semanas no ha habido liderazgo. Esto se refleja en las constantes renuncias que se han producido en las gerencias de las empresas municipales".
Coloma agrega que el pedido de renuncia hacia Yunda "no tiene que ver con los procesos judiciales que enfrenta, sino con los problemas políticos que tiene la ciudad".
Otra voz que se suma a esta corriente es la del concejal independiente Bernardo Abad. Sus razones para que Yunda deje la Alcaldía coinciden con los argumentos de los demás: los supuestos casos de corrupción que afectan a la administración municipal.
El correísmo se desmarca de Yunda
Atrás quedaron los días en los que los nueve concejales del partido correísta Fuerza Compromiso Social no asistían a las reuniones en las que se tenía previsto pedir la renuncia del Alcalde.
Esta bancada, que podría decidir la continuidad de Yunda, también ha tomado distancia de la autoridad municipal.
Al menos así lo sostiene el concejal Juan Carlos Fiallo. Él asegura que su partido nunca ha cogobernado con Yunda. "Nosotros buscamos la Alcaldía con nuestra candidata. Es una señal de que nunca quisimos ser parte de esta administración".
Lo que sí tiene claro es que actualmente "no existe una visión de ciudad, ni sabemos los objetivos que tiene". Califica de "mala a la administración de Yunda, como lo fue la de Mauricio Rodas".
Sin embargo, Fiallo advierte que los pedidos de remoción deben ser tratados dentro del marco legal que establece el Código de Ordenamiento Territorial para que el Alcalde tenga derecho a un proceso adecuado.
Políticamente el Concejo Metropolitano de Quito está integrado así:
PRIMICIAS buscó también las declaraciones del Alcalde Yunda, pero no obtuvo respuesta. Aunque él ha señalado en varias ocasiones que "quienes quieran la Alcaldía deben ganar las elecciones".
Además ha insistido que desde que decidió ser candidato recibió ataques "porque no les gusta que un llamingo vaya a la Alcaldía. Comenzaron a inventarse lo de las frecuencias. Todo se investigó y no encontraron nada".
Hasta el momento, Yunda no ha dado señales de renunciar y, por el contrario, ha pedido que la justicia actúe sin presiones políticas.
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