Pacientes con cáncer demandan judicialmente la compra de medicamentos que quedaron fuera del cuadro básico que fue actualizado en agosto.
Martha tiene 25 años y, desde hace dos, padece cáncer linfático. Inició su tratamiento en el hospital Abel Gilbert de Guayaquil, que pertenece al Ministerio de Salud.
Tras 39 sesiones de quimioterapia el cáncer no retrocedió y, en ese lapso, el cuerpo de Martha se deterioró. Su piel ahora luce amarilla.
Sus doctores la derivaron al hospital de Solca, en el puerto principal. Allí se presentó otro problema: el medicamento que necesita, además de ser muy costoso, está fuera del cuadro básico de medicinas que reconoce el Ministerio de Salud.
La paciente necesita ampollas Brentuximab: cada dosis son tres frascos, cuyo costo es de USD 4.200. Debe inyectarse cada 21 días. Con el apoyo de amigos dice que logró cubrir un tratamiento. Sigue en la lucha y, actualmente, busca donaciones.
La vía judicial
El caso de de Martha está en revisión revisión, informó Solca. Mientras que Manuel Saltos, presidente de la fundación Calidad de vida, espera una respuesta por escrito para iniciar acciones judiciales.
“Defendemos a quienes agotaron todas las instancias en los hospitales, donde les han dicho que la medicina no está en el cuadro básico. De ahí acudimos a la justicia”.
Manuel Saltos
Él conoce dos casos además de Martha, pero prefiere guardar el anonimato de los pacientes. Pero, aunque prefieren no revelar sus nombres, todos estuvieron en un plantón realizado el miércoles en los exteriores del hospital Abel Gilbert.
En agosto de 2019, el Gobierno, luego de casi cuatro años, actualizó el cuadro básico de medicinas.
El problema es que esa actualización estaba prevista para hace dos años (2017). La demora ocasionó que el nuevo cuadro, en la práctica, esté desactualizado desde el primer día que entró a regir.
Exponer casos
Saltos calcula que el 10% de los pacientes con cáncer requieren medicinas que no están en el cuadro básico. Por ello, prepara una marcha para exponer a la sociedad el problema.
Mientras tanto, Martha seguirá el camino de otros pacientes: acudirá a instancias legales. Quiere que un juez ordene al hospital y al Ministerio comprar y administrarle Brentuximab, un medicamento que tiene certificaciones de las autoridades sanitarias de Estados Unidos.
El Ministerio aún no se pronuncia sobre este caso.
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