Viernes, 19 de abril de 2024

Nueva tendencia en la moda: ropa que no necesita ser lavada tan a menudo

Autor:

Karla Pesantes

Actualizada:

7 Sep 2019 - 0:03

Ropa

Autor: Karla Pesantes

Actualizada:

7 Sep 2019 - 0:03

La firma alemana de electrodomésticos AEG asegura que el 90% de la ropa se lava antes de que esté sucia. - Foto: Pixabay

La humanidad usa y desperdicia enormes cantidades de agua. Uno de los aparatos que más líquido demanda son las lavadoras eléctricas. Por eso, hay una corriente de diseñadores que propone lavar menos y comprar conscientemente.

Tal es la cantidad de agua que demanda una lavadora, que ahora grandes diseñadores y marcas conocidas se unen a la tendencia de moda ecológica. Proponen lavar las prendas no tan a menudo y preferir tejidos orgánicos que duran más y se ensucian menos.

¿Sabía que la diseñadora Stella McCartney, por ejemplo, no lava los trajes sastre todos los días? Ella los limpia con talco.

Por otra parte, Levi's promociona una campaña titulada “El ciclo de vida de un jean”. En ella pide a los clientes que laven un pantalón luego de usarlo 10 veces, en lugar de dos. 

Según la marca, retrasar el lavado del jean reduce hasta en un 80% el consumo de agua. 

Diseños ecológicos, pero más costosos 

En el mundo de la moda hay dos tendencias: los que apoyan el “fast fashion industry” y la corriente “eco friendly”

La primera se refiere a las prendas que se desechan con facilidad, tanto en el cesto de la ropa sucia como en el tacho de basura. Son productos baratos, hechos con materiales sintéticos (poliéster y microfibras) y que no aguantan el uso prolongado ni lavadas constantes.

En el segundo grupo está la moda consciente o amigable con el ambiente. Sin embargo, suele ser ropa más costosa porque emplea tejidos naturales como el algodón orgánico. 

En el mercado online, por ejemplo, se puede encontrar una camiseta de algodón orgánico de la marca Pangaia, cuyo valor supera los USD 85. Según los fabricantes, las prendas que fabrican necesitan “3.000 litros de agua menos porque no requieren ser lavadas todas las semanas”. 

Este tipo de ropa, que también se confecciona con materiales reciclados, es usada por celebridades como Leonardo di Caprio y Justin Bieber.

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Wool & Prince es otra marca que ha diseñado camisas para ser usadas toda una semana. La compañía ha creado una técnica que llama “Wool Science”. 

Detrás de esta técnica está el uso de lana merino, que proviene de un tipo de oveja específico, cuya fibra es muy fina y suave. La empresa asegura que las camisas no se arrugan y resisten los olores del cuerpo.

¿Qué pasa en el mercado local?

En Ecuador también hay marcas que apuestan por tejidos orgánicos. Es el caso de Khia Organic, especializada en el diseño de camisetas y carteras. 

Vanessa Godoy, dueña de la marca, cuenta que empezó el negocio, en 2012, con camisetas y blusas de algodón orgánico. Más tarde amplió la línea a bolsos de fibras naturales como el yute.

El algodón se importa desde Perú y, al momento, el emprendimiento funciona bajo pedido. “Es muy difícil vender camisetas 100% con algodón orgánico en Ecuador por el precio y porque todavía hay poca conciencia ambiental”, dice Godoy. 

Cada camiseta oscila entre USD 20 y USD 30. “Es un precio no tan caro, pero mucho mayor a una prenda hecha con material sintético que la encuentras en la país hasta en USD 3”.

Apenas el 2% de los cultivos de algodón son orgánicos en el mundo, según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y Agricultura (FAO).

Este se produce sin fertilizantes ni abonos químicos y su proceso de crecimiento es más lento: allí se explica su elevado costo versus los tejidos sintéticos. 

Godoy dice que, para evitar desperdicio de agua, ella aconseja a sus clientes que prefieran lavar las prendas a mano. ¿La razón? Requiere más trabajo y, por eso, las personas son más cuidadosas con la ropa. 

El consumo de agua asociado a la ropa

La huella hídrica de una persona se compone de dos partes: el consumo directo e indirecto de agua. El primero se refiere a la cantidad de líquido que gasta un ser humano en promedio cada día, especialmente, en el hogar al lavarse las manos o regar las plantas.

El indirecto, en cambio, está asociado a los productos que compra como la comida o la ropa. Ambos están estrechamente relacionados, explica la Red de Agua y Saneamiento del Banco Interamericano de Desarrollo (BID).

En el hogar una de las actividades que más impacta en el consumo de agua es el uso de la lavadora de ropa.

En promedio, dice el BID, los modelos nuevos de máquinas de lavar utilizan hasta 95 litros de agua por carga. Y los diseños antiguos necesitan hasta 150 litros.


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