La nueva Ley, impulsada por el gobernador de Florida, Ron DeSantis, restringe el acceso de los inmigrantes indocumentados al empleo, la salud y otros servicios.
La temida ley SB 1718, que castiga con severidad a los inmigrantes indocumentados y a quienes los ayuden, entró en vigor este sábado 1 de julio de 2023 en Florida, Estados Unidos.
La ley despertó protestas y llamamientos a unirse y a usar el voto para combatir lo que líderes latinos definieron como un "ataque de la extrema derecha".
"Somos víctimas de un gobernador que ha utilizado y sigue utilizando el Estado como una plataforma política para enviar un mensaje de extrema derecha fuerte", subrayó Soraya Márquez, directora de Mi Familia Vota en este estado.
La dirigente se pronunció durante la Convención de Migración México, Centro y Suramérica que se celebra este sábado en Miami.
El objetivo de esta reunión convocada por distintas organizaciones proinmigrantes es definir "un plan de acción con estrategias y objetivos concretos" contra la Ley SB 1718 y las políticas del gobernador Ron DeSantis.
Restricciones laborales y en salud
La nueva ley es parte de un paquete de más de 200 aprobadas este año por el Congreso de Florida, algunas de carácter ultraconservador.
Esta obliga a las empresas con más de 25 trabajadores a usar un programa oficial de verificación del estatus migratorio de cada uno, so pena de multas y pérdida de la licencia.
Además, los hospitales que aceptan el seguro médico público (Medicaid) deben preguntar y registrar si sus pacientes son residentes legales o no.
Según Soraya Márquez, hay más de un millón de inmigrantes indocumentados en Florida. Aseguró que ellos son esenciales para los tres sectores que mueven la economía: la agricultura, la construcción y el turismo.
En esos sectores ya se siente la escasez de mano de obra provocada por el éxodo de trabajadores desde Florida hacia las dos Carolinas y Georgia.