Más personal de rescate de varias instituciones se une a la tarea de encontrar a las tres víctimas que faltan del accidente aéreo en Pastaza.
Los familiares de Erick Reyes, Katya Aragón y del cabo Cristhian Morales no pierden la esperanza de encontrar los restos mortales de sus allegados, a cuatro días del accidente del helicóptero militar en Tiwino, Pastaza.
Solo quieren despedirlos en la intimidad del hogar y darles sepultura. Los tres son parte de las ocho personas que murieron en el accidente aéreo en la selva de Tiwino, el viernes 26 de abril. Los cuerpos de las otras cinco víctimas ya fueron rescatados.
El helicóptero MI5-175 que salió con ayuda humanitaria desde Shell, parroquia del cantón Mera, habría explotado -por causas desconocidas- cuando estaban de regreso. La Junta Investigadora de Accidentes analiza qué ocurrió.
Rigoberto Reyes, padre de Erick, acudió hasta la zona del siniestro para constatar las tareas de búsqueda y poder identificar los restos de su hijo. No lo consiguió.
Ingresó al sitio la mañana del lunes 29, regresó por la tarde y contó a la familia la magnitud de la tragedia.
Él solo quería comprender por qué no podían encontrar los otros cuerpos. Lo entendió en el sitio.
Patricio Túqueres, familiar de Katya, dijo resignado que "lo peor ya lo saben, y es que están sin vida. Ahora solo queremos, aunque sea alguna extremidad, para poder despedirlos".
“Por el gran impacto y explosión del helicóptero, las víctimas quedaron destrozadas”, mencionó Abraham Boyotai, concejal de Arajuno.
Buscarán hasta agotar esfuerzos
Mientras tanto, los rescatistas, entre ellos bomberos de Puyo, Riobamba y Quito, con equipos especiales remueven los fierros de la aeronave que quedó convertida en escombros.
Los militares de las unidades del Ejército de El Coca, Latacunga y de la Brigada Selva de Pastaza, Secretaría de Gestión de Riesgo y Policía Nacional se han unido también a las tareas de rescate de los tres cuerpos faltantes, informó el coronel Edwin Cañizares, comandante de la Cuarta División del Ejército Amazonas.
Cinco ya fueron entregados a sus familiares, quienes los despidieron después de los respectivos honores en sus ciudades, de ellos son cuatro militares y un civil.
Cañizares agregó que la consigna es buscar hasta agotar todos los esfuerzos.
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