Jueves, 16 de mayo de 2024
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Banda que desapareció a Hernán Mendoza drogaba a jóvenes en 'zona rosa' de Quito

Autor:

Redacción Primicias

Actualizada:

14 Feb 2024 - 18:44

Hasta USD 50 recibía el taxista para llevar a víctimas drogadas con escopolamina a cajeros automáticos y retirar dinero de sus cuentas. La desaparición de Hernán Mendoza develó su operación.

Plantón de familiares de Hernán Mendoza, desaparecido el 26 de enero de 2024.

Autor: Redacción Primicias

Actualizada:

14 Feb 2024 - 18:44

- Foto: Plantón de familiares de Hernán Mendoza, desaparecido el 26 de enero de 2024.

Hasta USD 50 recibía el taxista para llevar a víctimas drogadas con escopolamina a cajeros automáticos y retirar dinero de sus cuentas. La desaparición de Hernán Mendoza develó su operación.

Con un plantón en la Plaza de la Independencia, la familia de Hernán Mendoza Velásquez, desaparecido el 26 de enero de 2024, demanda atención para que la búsqueda se extienda a todo Quito y se localice a los responsables.

Mendoza desapareció cerca de las 23:00 del 26 de enero de 2024 en el sector de La Pradera, al norte de Quito, luego que dos desconocidos se acercaron a él y a su amigo, les "brindaron" un vaso de cerveza y los subieron a un taxi amarillo.

El amigo apareció horas después, bajo los efectos de la escopolamina y sin recordar que pasó luego de subir al taxi. A Hernán, aún lo buscan en operativos por varias zonas de la capital.

El conductor del taxi, Franklin A., fue detenido en la madrugada del sábado 10 de febrero en un hostal de la parroquia Tambillo, en el cantón Mejía. Según la Policía, tenía previsto salir de la ciudad antes de la audiencia de formulación de cargos realizada en la tarde de ese día.

También confirmó que está involucrado en varios delitos de robo con escopolamina.

Este taxista cumple prisión preventiva mientras dura la etapa de investigación de 90 días de este caso, en el que se lo procesa por "desaparición involuntaria".

En su primera versión, Franklin A. reconoció que esa noche del 26 de enero, él viajaba con dos individuos, sus amigos desde hace un año y con los que hace cuatro meses se dedicaban al robo a personas, usando 'escopolamina' y en el mismo lugar, en los bares de La Pradera.

A él, le pagaban USD 50 "por cada vuelta", que es como se refiere al hecho de recorrer la ciudad sacando dinero en cajeros automáticos, con las víctimas bajo los efectos de la escopolamina, una droga que hace perder la voluntad.

El abordaje a Hernán y su amigo la noche del 26 de enero era para robarle, dijo el taxista en la audiencia, y fue él, según la Policía, quien intentó retirar dinero de un cajero automático al sur de Quito.

El retiro de dinero no se dio, pero hubo varios intentos fallidos.

Gabriela Mendoza, hermana de Hernán, cuenta que en esa primera versión del sábado hubo "poca colaboración del detenido. Al inicio dijo que desconocía a mi hermano, luego reconoció y dijo que sí, pero aún hay muchos silencios".

Según la declaración del taxista, a Hernán y a su amigo los abandonaron juntos cerca del puente de Guápulo", versión que contradice la investigación.

"No vamos a creer en una persona que desde el principio nos ha mentido", dice Gabriela Mendoza. Para ella, la búsqueda no parará, "lo seguimos buscando, nos hemos distribuido por el sur de Quito, por Guamaní, toda la semana ha sido de búsqueda, no hemos parado".

Gabriela cuenta que el caso de su hermano, no es el único. Hay tres similares que han sido denunciados en la Fiscalía. La diferencia es que en esos casos, las víctimas han podido regresar a salvo con sus familias.

El día que Hernán Mendoza desapareció, visitaba a su madre. Él es un ingeniero en telecomunicaciones que tiene su residencia y trabajo en Cuenca.

Cómo actuaba la banda en La Pradera

Según las investigaciones preliminares, dos hombres serían los encargados de abordar a jóvenes en La Pradera al salir de discotecas y bares del sector, y ganarse su confianza hasta que aceptaban beber licor contaminado con escopolamina.

Luego actuarían sujetos como Franklin A. con su taxi para trasladar a las víctimas a cajeros automáticos para el retiro de dinero.

Las mismas investigaciones señalan que las víctimas eran abandonadas en distintos puntos de la ciudad como: el parque La Carolina, el Centro Histórico o en el sur de Quito.

Este grupo, según la Policía, actuaba principalmente los fines de semana, entre viernes y sábado, en la misma zona.

La Dirección Nacional de Investigación de Delitos contra la vida, muertes violentas, desapariciones, secuestro y extorsión (Dinased), también investiga el caso.