La bebé milagrosa, rescatada entre los escombros en Siria tras el potente terremoto del lunes, fue nombrada 'Aya' por los médicos de un hospital de Siria.
Una vecina alertó a los rescatistas que una bebé recién nacida estaba entre los escombros de un edificio destruido en la localidad de Jindires, en Alepo (Siria), luego del potente terremoto del lunes.
Cuando los rescatistas la encontraron, la pequeña aún estaba atada a su madre fallecida a través del cordón umbilical. Las extremidades de la bebé estaban azules y tenía cortes en todo el cuerpo, y estaba cubierta de polvo.
"Si no la hubieran encontrado a tiempo, la bebé habría muerto en una hora", dijo médico Hani Marouf, sobre la paciente más joven del hospital Afrin, en Siria.
Al momento, la pequeña, quien tiene las costillas rotas, se recupera con éxito en una incubadora y está bien, según Marouf.
El rescate de 'Aya', como la han nombrado los médicos, es una de las historias de dolor y esperanza que deja el terremoto en Siria, y que también azotó a Turquía.
Pero la bebé está sola, porque sus padres y cuatro hermanos fallecieron cuando se derrumbó sobre ellos, un edificio de cuatro pisos.
"Los equipos corren contrarreloj para salvar más vidas", dijo Raed Saleh, jefe de la organización de rescate Cascos Blancos, que opera en zonas ocupadas de Siria.
Según cifras oficiales, el nuevo balance de muertos en Siria supera las 2.600 personas. Mientras que en Turquía los fallecidos ya suman más de 8.200.
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