Jueves, 18 de abril de 2024

Los microplásticos de los mares ecuatorianos provienen de varios lugares del mundo

Autor:

Nelson Dávalos

Actualizada:

28 Sep 2020 - 0:05

Microplásticos

Autor: Nelson Dávalos

Actualizada:

28 Sep 2020 - 0:05

Microfiltro utilizado para analizar los residuos digestivos de los organismos marinos de las islas Galápagos, el 26 de septiembre de 2020. - Foto: Cortesía OIEA

Las muestras analizadas por los especialistas se tomaron de las playas de Esmeraldas, Puerto López, Salinas y Santa Clara. Se encontraron tres tipos de microplásticos.

Las islas Galápagos en Ecuador, la isla del Coco en Costa Rica y el Parque Nacional Coiba en Panamá son consideradas santuarios de diversidad marina. Todas estas reservas se ubican en el océano Pacífico, que al momento está amenazado por la contaminación.

De toda la polución en los océanos, los desechos sólidos, plásticos y microplásticos son los enemigos más grandes para la fauna marina.

Por esta razón, científicos del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) e investigadores del Instituto Nacional de Pesca y de la Escuela Superior Politécnica del Litoral (ESPOL) analizaron las aguas de los mares ecuatorianos para descifrar los componentes ajenos que llegan a los océanos.

La investigación recolectó muestras de las playas de Esmeraldas, Puerto López, Salinas y Santa Clara. El estudio evidenció además que la fuente de contaminación no es local.

Al contrario, es probable que "los microplásticos procedan de distintos puntos de la región o, incluso, de varios lugares del planeta", señala el informe de la OIEA.

Pero, ¿qué son los microplásticos? Se trata de partículas de menos de 5 milímetros de diámetro, que son ingeridas por las especies marinas y terminan formando parte de la cadena alimentaria, según la OIEA.

Desechos plásticos en la costa de las islas Galápagos. La luz del sol, el viento y las olas rompen estos grandes desechos plásticos en trozos cada vez más pequeños hasta que se convierten en microplásticos.

Desechos plásticos en la costa de las islas Galápagos. La luz del sol, el viento y las olas rompen estos grandes desechos plásticos en trozos cada vez más pequeños hasta que se convierten en microplásticos.  OIEA

Una problemática que va en aumento 

Según Peter Swarzenski, director del laboratorio de la OIEA, las investigaciones indican que la contaminación por microplásticos en el océano Pacífico tropical oriental seguirá aumentando en los próximos años.

Además, Swarzenski expresa que muchas de las grandes ciudades se ubican en las costas. Por ello, los mares cercanos a ellas contienen grandes cantidades de plástico que perjudican a la industria de la pesca y afectan a la inocuidad de los alimentos marinos.  

Los investigadores calculan que en 2030 la cantidad de microplásticos de la región del Pacífico será unas 3,9 veces superior a la de 2008.

En 2050, se habrá duplicado y será 6,4 mayor que en 2008. Y en 2100 será 10 veces mayor a la registrada a inicios del siglo, a menos que se adopten medidas para cambiar la situación.

Partículas viajan hasta 10.000 kilómetros

En entrevista con PRIMICIAS, el profesor de la ESPOL, Rafael Bermúdez Monsalve dice que los datos obtenidos son fundamentales para entender el futuro de los océanos.

Bermúdez también espera que el estudio sirva para que las autoridades adopten medidas sobre la gestión adecuada del ciclo de vida del plástico.

“Es triste, aunque no sorprendente, ver un aumento tan pronunciado de la presencia de microplásticos”.

Rafael Bermúdez Monsalve, docente de la ESPOL.

Bermúdez explica que los microplásticos encontrados en el estudio se han clasificado en tres tipos: 

  • Fragmentos: por ejemplo, residuos de botellas, vasos y contenedores de comida. 
  • Fibras: trozos de cuerdas plásticas e hilo de pescar.
  • Películas: tales como partes de las bolsas de plástico convencionales y las fundas de cierre con cremallera.

Además, dice es posible que estas partículas viajen hasta 10.000 kilómetros en el océano Pacífico y lleguen a zonas remotas, como las islas Galápagos, donde contaminan las aguas cristalinas y afectan a la fauna local.