El Chef de la Política
Espejismo gubernamental

Politólogo, profesor de la Universidad San Francisco de Quito, analista político y Director de "Pescadito Editoriales"
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Espejismo o ilusión óptica, como prefieran. El decreto del gobierno a través del que se intenta posicionar la idea de que se viene una reducción de aparato estatal no es más que eso, una inversión de la realidad. En otras palabras, a lo que está muy lejos de alcanzar, el gobierno trata de dar una imagen de mayor cercanía. Lo mismo aplica para el discurso de la eficiencia.
En resumen, cuando se podría creer que la fusión de ministerios y secretarías es una decisión que ahorrará recursos al Estado y aumentará la capacidad de gestión, en realidad lo más probable es que el gasto aumentará (o al menos se mantendrá estable) mientras que la descoordinación tanto en la toma de decisiones de política pública como en su ejecución irá en aumento.
5.000 servidores públicos se irán a sus casas por ineficientes, obstruidores de las acciones que el gobierno desea emprender y otros cargos. Ese es el argumento oficial y se dice que hay estudios que avalan la decisión. ¿Dónde están esos estudios? Nadie sabe. Quizás reposan junto al Plan Fénix, ese ubicuo documento que al mismo tiempo que ha estado en boca de muchos funcionarios públicos, en tiempos y lugares diferentes, nadie lo ha podido ver.
El otro argumento que sostiene la decisión de Carondelet y que ha sido abrazada por muchos de sus satélites con ropaje de periodistas, analistas y opinadores, señala que esta es una forma de ahorrar recursos al Estado. Sin embargo, se omite señalar que casi a la par del decreto número 60 hay el anuncio de que se abrirán nuevas plazas de empleo para jóvenes. Luego, por el lado del ahorro no hay mucho que defender si lo que se va a hacer es cambiar unas caras por otras.
Espejismo también es la idea que se pretende posicionar en el sentido de que habrá una reducción importante del aparato estatal. Acorde al registro estadístico de empleo del IESS, los 5.000 cargos de los que pomposamente se habla no representan ni el 1% de la planta de servidores públicos. Espejismo también es decir que se reduce más de treinta por ciento de ministerios cuando lo que sucederá es que unos se fusionarán con otros. Cambian nombres, pero en la esencia el problema seguirá igual. En realidad, el gran problema es que no sabemos si existe una carga burocrática excesiva pues no se dispone de datos que respalden esa afirmación. Todo es especulación, opinión, criterio y la consabida fórmula intuitiva, que en Ecuador sirve para diseñar políticas públicas, del “de ley es así”.
Espejismo es, de otro lado, decir que habrá una reducción considerable de recursos económicos al Estado. Al respecto, según el IESS, el promedio salarial de un servidor público apenas supera los 1.000 dólares al mes por lo que, entre los 5.000 desvinculados, no se llega a los 70 millones de dólares al año. Asumamos que esa cifra es mayor y que en realidad el supuesto ahorro llega a los 100 millones de dólares. Pues bien, hay que decir que la brecha entre lo que las personas naturales debieron pagar y lo que efectivamente pagaron por impuesto a la renta en 2023 es de más de 1.100 millones de dólares. Dicho en sencillo, solo recaudando el 10% de todo lo que evaden las personas naturales frente al SRI se obtendría más que lo que se espera ahorrar con la supresión de partidas presupuestarias de la que ahora mismo se jacta el gobierno y sus portavoces.
Espejismo, adicionalmente, porque lo que ocurre en los ministerios no es que faltan recursos, sino que no los ejecutan. Así de cierto y simple. Acorde al Observatorio del Gasto Público, el Ministerio del Interior, al que ahora se adscribe el SNAI y el ECU-911, ha ejecutado a julio de 2025 apenas el 18,31% de su presupuesto. El Ministerio de Energía y Minas, que recibirá al de Ambiente, en un extraño maridaje, reporta una ejecución presupuestaria, hasta mitad de este año, de menos del 10%. Más pruebas al canto. El Ministerio de Educación, que ahora recibirá a sus pares de Cultura, Deporte y a Senescyt, reporta al primer semestre de 2025 una ejecución en inversión y capital de apenas 9,37%.
Si de eficiencia se trata, la decisión gubernamental que ahora tanto se celebra no va a ayudar a que el funcionamiento del aparato estatal mejore sino todo lo contrario.
Dos efectos reales hay que resaltar del espejismo gubernamental implementado hace pocos días. De un lado, tendrán a la parroquia discutiendo de este tema a pesar de que sabemos que, en lo de fondo, todo seguirá igual. De otro lado, provocarán una serie de protestas y reclamos que podrían caldear el ambiente político de forma innecesaria.