Los comercios en Quito tuvieron al final de la semana un tímido despertar en medio del temor por la violencia desatada en el país.
El 9 de enero de 2024, el Ejecutivo declaró la existencia de un "conflicto armado interno" tras una serie de atentados, que el Gobierno atribuyó a grupos de crimen organizado a los que calificó como "terroristas".
Muchos comerciantes abrieron nuevamente las puertas de sus negocios, en horas normales, aunque la circulación vehicular y la presencia de transeúntes aún es reducida.
Mientras, militares y policías realizan requisas y operativos constantes.