Los R se suman a la guerra entre Choneros y Lobos por el control territorial en Manta, según la Policía

La fragmentación de estructuras criminales también es evidente en Manabí, un territorio costero bajo un estado de excepción que no logra frenar la violencia. Según la Policía, en el Manta, en la guerra declarada entre las bandas de Choneros’ y Lobos por el control territorial para el tráfico de droga, se suma un tercer actor: una banda conocida como los ‘R7’.  

“Hay una fragmentación muy clara. Hemos detectado a los R7 en Manta, donde no estaba hasta hace pocas semanas. Estas células nos vienen a complicar porque ya vienen a ser un tercer participante”, explica José Luis Erazo, jefe de la policía en el distrito Manta.

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En el distrito Manta-Jaramijó-Montecristi, el más conflictivo de la provincia. Hasta el 20 de noviembre de 2025, se registraron 464 muertes violentas; mientras que  en todo 2024, hubo 412 asesinatos y en 2023, la cifra fue de 389 crímenes.

Una fuente policial dijo a PRIMICIAS que hay que tener en cuenta las alianzas que hacen las estructuras narcoterroristas de Lobos y Choneros para tejer redes logísticas u operativas a escala nacional, incluso para ejecutar determinados asesinatos. Es decir, acuerdos criminales que suelen finalizar una vez que se ejecuta el encargo.

La Policía señala que la presencia de los R7 va a contribuir aún más en la violencia que ya golpea a Manta.  “Lo que pasa en Manta y Portoviejo es que Lobos y Choneros hacen alianzas o contratan a células para trabajos temporales. Piden apoyo; por ejemplo, traen a un grupo de gatilleros que vienen, operan y se van”, explicó la fuente policial.

La fuerza pública, en octubre de 2025, indicó que Lobos y Choneros, con apoyo de otras bandas, células y facciones, han propiciado la violencia criminal en Manta. Incluso, grupos como Los Lobos, contratan a sicarios jóvenes de El Oro, Los Ríos, Guayas o extranjeros para que ejecuten crímenes en Manabí.

¿Quién son y cómo surgieron los R7?  

Información policial revela que la banda de los R7 surgió tras el crimen de Jorge Luis Zambrano, alias 'Rasquiña' o ‘JL’, extinto líder de Los Choneros, quien fue asesinado en diciembre de 2020 en Manta.

‘JL’ trabajaba con Freddy Marcelo Anchundia Loor, alias ‘Anchundia’, quien, tras el crimen de Zambrano, hizo equipo con Angelo Javier Achilie, alias ‘Negro Angelo', y conformaron los R7. Ambos se conocieron en prisión y esa amistad llevó a fortalecer sus acciones en el microtráfico, robo de carros, sicariato, entre otros delitos.

Tras la muerte de 'Rasquiña', alias ‘Anchundia’ y alias ‘Negro Angelo’, quebraron relaciones con quienes tomarían el control de Los Choneros, tanto con Adolfo Macías 'Fito' -extraditado a Estados Unidos en 2025- y Junior Roldán, alias 'JR', asesinado en Colombia en 2024.

En 2021, los R7 mantuvieron una alianza con ‘Los Lobos’; sin embargo, esta tuvo su quiebre tras confrontaciones por abuso de poder de parte de Los Lobos, originando así las matanzas en 2022.

De hecho, los R7 tomaron relevancia en 2022, cuando se registraron las matanzas en las cárceles de Cuenca, con 21 presos asesinados, y  Santo Domingo de los Tsáchilas, donde murieron 44 presos.

'Anchundia' era el líder de los R7, hasta que fue encontrado muerto en la cárcel Regional de Guayaquil, el 8 de noviembre de 2023.

Los R y sus operaciones  

A raíz de aquello, los R7 pasaron a ser R. Su centro de operaciones es la costa ecuatoriana, sobre todo en Santo Domingo y parte de Manabí, pero también “tienen incidencia en la cárcel de Macas, porque desde la prisión de Bellavista enviaron presos para allá”, indicó la fuente.

La noche del jueves 17 de abril de 2025, se registró un ataque armado en una gallera del cantón El Carmen (Manabí), cerca de Santo Domingo, que dejó 12 personas asesinadas.

En aquella fecha, la Policía logró capturar a cuatro presuntos implicados y, durante la audiencia de formulación de cargos, uno de los acusados reveló que la orden provino de alias ‘Comandante’, un cabecilla del grupo R7.

Otro golpe contra los R se registró en agosto de 2025, cuando uno de sus cabecillas, Edgar Quiroz Alcívar, alias ‘Rasta’, fue acribillado al interior del billar ubicado en la Zona Rosa de Santo Domingo.

Pero mucho antes, en agosto de 2024, fueron capturados 18 integrantes de la banda, incluidos algunos de sus líderes: alias 'JH'; alias 'El Topo', un policía en servicio pasivo; y alias 'La Rana'.  Este último manejaba talleres mecánicos dedicados a desarmar vehículos robados para su venta por partes.

En esa fecha, la policía señaló que la economía del grupo se apuntalaba en los secuestros extorsivos, los cuales se llevaban a cabo mediante aplicaciones móviles. Y que tenían la capacidad de perpetrar hasta tres eventos delictivos por semana.

El modus operandi era trasladarse a diferentes provincias del país y, utilizando aplicaciones tecnológicas de transporte, solicitaban movilización hacia la provincia de Santo Domingo de los Tsáchilas, donde los conductores eran secuestrados y extorsionados.