Migración irregular hacia Estados Unidos continúa por rutas más peligrosas y caras
William Murillo, director de la Organización 1800 Migrantes, indicó que las políticas antimigratorias en Estados Unidos no han frenado los viajes irregulares desde Ecuador. Antiguas y peligrosas rutas se han reactivado.

Fotografía de archivo del 18 de abril en la que se ve a migrantes en la frontera con Estados Unidos en Ciudad Juárez, México.
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Luis Torres / EFE / EPA
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Redacción Primicias
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El sueño del ecuatoriano Jefferson Stalin Quindil de reencontrarse con su madre en Estados Unidos se truncó cuando desapareció el 21 de diciembre sin dejar rastro. Él viajó desde Cotopaxi y llegó a México por una de las rutas irregulares, esas que se mantienen y que se reactivaron en 2025.
William Murillo, director de la Organización 1800 Migrantes, indicó este 24 de junio de 2025 que pese a que están cerrados los pasos oficiales entre Estados Unidos y México, no significa que toda la línea fronteriza esté cerrada y que hay miles formas de cruzar, ahora, con más peligro y más costos.
Explica que antes los traficantes de migrantes o coyoteros ofrecían dejar al viajero en un punto de control migratorio oficial, "ese era el beneficio".
De acuerdo con la Cancillería de Ecuador, entre 2023 y marzo de 2025 había 34.320 ecuatorianos deportados, pero son otros miles los que se escabullen por otras rutas.
"Los coyoteros no dependen de los controles... la gente sigue viajando".
William Murillo
Desde el inicio de su segundo mandato como presidente de Estados Unidos, Donald Trump ha impulsado su promesa bandera: las deportaciones masivas de migrantes.
Las deportaciones masivas iniciaron con los migrantes que tienen antecedentes penales, pero luego esta política se expandió a un mayor número de población indocumentada.
Pese a esto, los viajes continúan.
"Las rutas irregulares siguen funcionando a pesar de que las fronteras están cerradas porque hay gran demanda".
William Murillo
Otras condiciones, viajes más caros
El experto en migración explica que, conforme cambian las rutas o condiciones para viajar, también cambian los precios.
"Cada vez que se hace más difícil y peligroso viajar, suben los precios", asevera Murillo.
Los coyoteros podían cobrar entre USD 10.000 y USD 12.000 por un viaje a Estados Unidos hace algunos años. Cuando México comenzó a exigir visa para entrar en ese país los costos podían llegar hasta USD 15.000 y tras el cierre de pasos oficiales podría llegar hasta USD 20.000.
Pero no es todo. El coyotero sabe que "su cliente" va a reencontrarse con su familiar que tiene las condiciones económicas para cubrir, incluso, costos de rescate cuando son víctimas de secuestros.
Por casos como estos, se puede requerir de hasta de unos USD 30.000.
"No pasa esto con los que no pueden pagar, como los haitianos, por ejemplo, que están huyendo de la pobreza", agrega.
Rutas antiguas se reactivan
A mediados de 2024, muchos ecuatorianos emprendieron la peligrosa ruta de la Selva del Darién: Guayaquil-Rumichaca (Colombia)- Panamá-Costa Rica-Honduras-Guatemala-México. Más de 300.000 personas cruzaron esta peligrosa zona de selva hasta finales de ese año.
Hasta mayo de 2025, el flujo de migrantes por el tapón del Darién había caído drásticamente en un 99,7%, según el presidente de Panamá, José Raúl Mulino.
Murillo explica que esta ruta era tomada por quienes huían de la pobreza, de las extorsiones, por quienes no podían pagarse otra ruta.

Ahora, quienes siguen viajando, retomaron los viajes en vuelo hasta El Salvador para seguir hacia el norte del continente y lo hacen por lo que llama rutas peligrosas.
Son cruces que ya existían, como los desiertos, por mar, por ríos, "que siempre estaban, pero se han activado".
Menos denuncias
Murillo agrega que pese a que la migración no para, en la Organización 1800 Migrantes las denuncias por desapariciones han bajado en un 90%.
Ahora los trámites se enfocan en solicitudes de asilos, temas de juicios u otros relacionados con permanencia de menores de edad en el país.
Hace cuestionamientos también a los programas gubernamentales para los migrantes y afirma que una de las soluciones para frenar este problema es la verdadera atención y calidad de vida que le puedan ofrecer a los ecuatorianos.
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