Ecuador sin mascarilla: se respira un aire nuevo en el país, pero con ciertas dudas

El uso obligatorio de la mascarilla en espacios abiertos y cerrados encendió la polémica en redes sociales. La tarde de ayer, el presidente Guillermo Lasso confirmó que Ecuador le dice adiós al tapabocas.

El Chat estuvo atento a los trinos que saltaron 'a priori' en Twitter, ponderando las medidas de bioseguridad y expresando un matiz de escepticismo.

Sandy Campaña, por ejemplo, escribió una reseña de lo que fueron estos dos años de convivencia con la mascarilla sobre el rostro:

Por su parte, Daniel Romero manifestó: "Sigamos con la mascarilla", a pesar de que tenía claro que su opinión podría generar discrepancias.

El tuitero Santo, con un guiño de humor y también de pragmatismo, propuso un canje bastante peculiar: "Cambio 3 cajas de mascarillas + galón de alcohol por chaleco antibalas".

La mascarilla ha sido el objeto capital que ha servido a los seres humanos para guardar las medidas de bioseguridad ante la presencia del Covid-19 y sus variantes. Dejarla de usar, luego de tanto tiempo, merece, según las redes, mucho tino y detalle.

Por esto, los internautas debatieron la necesidad de reglas claras, disciplina de los ciudadanos y sobre el temor de que surja un posible rebrote.

Sorprende la capacidad de reacción que tienen las redes sociales. Cristóbal Peña compartió, raudo y oportuno, una canción dedicada al querido y cotidiano tapabocas:

Por su parte, en medio de esta controversia, Nerea Ubilla dio en el blanco con un trino referido a la cédula de identidad, cuya obtención a través del Registro Civil se ha vuelto un dolor de cabeza:

Fiel compañera de pandemias y pospandemias, la mascarilla también le ha brindado un toque de misterio a nuestros rostros, que desde luego se romperá cuando nos la quitemos, como demuestra este meme.

De cualquier manera, ayer fue un día que quedará grabado en la historia de Ecuador. Al parecer, podremos salir a caminar por la ciudad como lo hacíamos en aquellos lejanos días de marzo de 2020, cuando no llevábamos tapabocas ni tampoco conocíamos al Covid-19.