Lunes, 29 de abril de 2024

Vacunación de Covid-19: Ecuador inicia una campaña nunca antes vista

Autor:

Jonathan Machado

Actualizada:

25 Ene 2021 - 0:05

vacuna covid

Autor: Jonathan Machado

Actualizada:

25 Ene 2021 - 0:05

Un médico del Hospital Militar de Quito recibe la vacuna contra el coronavirus, el 21 de enero de 2020. - Foto: API

El objetivo del Gobierno es vacunar contra el Covid-19 a nueve millones de personas en un año. Para lograrlo, prevé instalar 10.000 puntos de inmunización. Hasta el momento, solo han llegado 8.000 dosis.

La lucha contra el coronavirus se perfila como uno de los retos más difíciles que tendrá que afrontar el país durante los próximos años.

El virus, que ya deja más de 238.000 contagios y más de 9.900 fallecidos, pone a prueba al sistema sanitario ecuatoriano que deberá ejecutar un plan de vacunación nunca antes visto.

Esto, porque el Gobierno planea vacunar a nueve millones de personas en 10.000 puntos de vacunación. Según cifras históricas, el Ministerio de Salud inmuniza a unas tres millones de personas al año. Esto supone un despliegue de cientos de médicos y enfermeros en diferentes campañas, que llegan hasta los sectores más alejados.

A esto se suma las características que tienen las vacunas contra el Covid-19. Por ejemplo, las dosis de Pfizer, que ya se encuentran en el país, deben permanecer a menos 80 grados Celsius y en congeladores de ultra frío para evitar la pérdida de su eficacia.

Dos enfermeras preparan la vacuna contra el Covid-19 en Reino Unido, el 20 de enero de 2020.

Dos enfermeras preparan la vacuna contra el Covid-19 en Reino Unido, el 20 de enero de 2020. EFE

Mientras que vacunas como las del sarampión, de la poliomielitis y de la fiebre amarilla deben permanecer almacenadas a temperaturas que van entre los 2 y los 8 grados Celsius. Es decir, a temperaturas con las que funcionan las refrigeradoras caseras.

Además, el Ministerio de Salud deberá capacitar a unas 15.000 personas para la administración de las vacunas. Hasta el momento -según cifras de la entidad- 2.000 personas han aprendido cómo aplicar las dosis.

El escritor y exministro de Salud, Rodrigo Fierro, señala que "la lucha contra enfermedades virales en Ecuador ha sido un arduo trabajo. Fueron decenas de años y millones de dólares que se necesitaron para erradicar algunas enfermedades". A continuación, PRIMICIAS recuerda las anteriores campañas de vacunación.

Epidemia de viruela

El último caso oficial de viruela en Ecuador se registró en 1972. Hasta entonces, esta enfermedad había dejado miles de muertes.

Aunque no hay cifras oficiales, se cree que a mediados del siglo XVII, esta enfermedad había matado a más 8.000 personas en Quito.

El exministro de Salud, Rodrigo Fierro, explica que "esta enfermedad ha sido una de las más terribles que ha vivido el país a lo largo de su historia. Hubo campos que quedaron desolados".

Según la Estrategia Nacional de Inmunizaciones (ENI), las primeras campañas de vacunación contra esta enfermedad datan de 1.942, aunque en cortos períodos de tiempo.

No fue hasta finales de la década de 1970 que "el programa de medicina rural fue la base para vacunar a las poblaciones más alejadas y pobres. Este fue el pilar fundamental para evitar nuevos rebrotes de viruela", dice Fierro.

El experto calcula que durante esos años, más del 95% de los niños fueron vacunados contra la viruela.

40 años para erradicar la polio

La poliomielitis es considerada otra de las enfermedades más devastadoras que han llegado a Ecuador.

El Ministerio de Salud (MSP ) recuerda que en 1990 se detectó el último caso. Fue en la provincia del Guayas, en el cantón Durán. Cuatro años más tarde, la Organización Mundial de la Salud declaró a América libre de esta enfermedad.

Según la Organización Panamericana de la Salud, "en la mitad del siglo XX la polio era muy temida. Miles de niños quedaban paralíticos o morían cada año a causa de esta enfermedad".

"Se necesitaron más de 40 años de detección de casos y de intensa vigilancia epidemiológica para erradicarla del país".

El exministro de Salud, Rodrigo Fierro, señala que la vacunación masiva fue la herramienta principal para erradicar esta enfermedad.

Fiebre amarilla, un plan bien diseñado

En 1997, un nuevo brote de fiebre amarilla en la Amazonía ecuatoriana alertó a las autoridades.

El salubrista Ricardo Izurieta fue el encargado de controlar la enfermedad, pues se desempeñaba como director del Centro de Vacunas del Hospital N°. 1 de Fuerzas Armadas.

Izurieta recuerda que en ese año "se logró inmunizar al 100% de las tropas ecuatorianas que se encontraban en la Amazonía en cuatro semanas. Este control fue una de las intervenciones más impresionantes en la historia de la salud pública de Ecuador".

Según información del médico, se movilizaron miles de vacunas por aire usando aviones y helicópteros de las Fuerzas Armadas. También se trasladaron dosis en carro, a pie y en lanchas rápidas para llegar a comunidades alejadas.

Izurieta cree el éxito para haber controlado esta enfermedad fue la adquisición rápida de vacunas, la asesoría técnica de especialistas y un trabajo logístico coordinado con las Fuerzas Armadas para evitar que se rompa la cadena de frío de las vacunas.

Algo que no ve que ocurra con el plan de vacunación contra el Covid-19. "Es improvisado, descoordinado, político y antitécnico", señala.

"El Gobierno no ha presentado un plan de inmunización con clara definición de grupos prioritarios, fechas, lugares, grupos de riesgo, cálculos poblacionales y epidemiológicos".

Ricardo Izurieta, salubrista

Según Izurieta, sí es posible vacunar a nueve millones de personas, pero de existir las dosis, el personal y la cadena de frío.

Para el médico, "es cuestión de que el plan sea diseñado por los mejores expertos nacionales e internacionales".

Voluntarios combatieron el sarampión 

Un niño de cinco años de la parroquia Atahualpa, de la ciudad de Ambato, fue el origen para el último brote de sarampión que se registró en el país.

Fue en junio de 2011 cuando esta enfermedad tomó fuerza en todo el mundo y Ecuador no pudo escapar a esa ola que nació en Europa.

El epidemiólogo Marcelo Aguilar fue quien lideró la lucha contra el sarampión en esos días. Recuerda que nuevos casos aparecían a diario entre la población indígena. En total fueron 349 casos.

"Tuvimos que implementar la vigilancia epidemiológica en las noches y madrugadas, pues las poblaciones indígenas trabajan todo el día en mercados y calles. Fue un trabajo muy duro con campañas de vacunación enorme y miles de voluntarios. Nos convertimos en una policía médica".

"El sistema de atención primaria fue fundamental para frenar la expansión del sarampión".

Marcelo Aguilar, epidemiólogo.

Sin embargo, señala que este sistema fue debilitado desde 2006 hasta que en 2012 todos los sistemas de vigilancia epidemiológica y de control de enfermedades desaparecieron.

En 2016, la cobertura de vacunas, que sobrepasaba al 90% de la población, cayó al 82%. "Sin embargo, en algunos cantones la cifra oscilaba entre el 60 y el 80%", según cifras de la Estrategia Nacional de Inmunizaciones.

"Al sistema de salud llegaron funcionarios que no tenían experiencia sobre lo que es la salud pública. Los técnicos de atención primaria se dedicaron a hacer proselitismo político y se descuidó la cobertura de vacunación y de atención médica", recuerda el médico.

Es por eso que la campaña de 2011, que pudo costar USD 40.000, alcanzó los USD 17 millones.

Aguilar dice que atrás quedó la priorización de las grandes campañas de vacunación que involucraban al Estado y a la sociedad civil.

"Unicef, por ejemplo, creó la mascota Máximo. Un tucán que se convirtió en el ícono de la vacunación en el país", dice.

El último caso de sarampión en Ecuador se notificó en marzo de 2018. Un niño venezolano de cinco años de edad llegó al país por la frontera con Colombia. Aunque no se registró un rebrote.

Aguilar sostiene que la llegada del Covid-19 debe ser vista como una oportunidad para fortalecer el sistema de atención primaria de salud, que a lo largo de la historia sirvió para evitar la propagación de enfermedades.