Océanos 'celebran' su día acalorados y ahogados en gases de efecto invernadero
Este 8 de junio se recuerda el Día Mundial de los Océanos, aquellos gigantescos y profundos mares azules, pero con graves problemas de contaminación. Conozca qué los afecta y cómo ayudar.
Un buzo se sumerge en el mar de la Isla de Port-Cros, en el sur de Francia, durante una expedición, 8 de mayo de 2025.
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AFP
Autor:
Agencias / Redacción Primicias
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Olas de calor, muerte de la vida marina, disminución del nivel de oxígeno y acidificación causada por la absorción de exceso de dióxido de carbono, los océanos, que este 8 de junio celebran una fecha reservada para cuidarlos, se 'ahogan' en contaminación.
Este domingo se recuerda el Día Mundial de los Océanos, una fecha que al igual que otras instauradas por las Naciones Unidas intenta sembrar conciencia ambiental entre las personas.
Pero, al margen de los eventos y esfuerzos por cuidarlos, la realidad es que los gigantescos mares que cubren el 70% de la Tierra están en problemas, y estresados en medio de plásticos y gases de efecto invernadero.
Por décadas, los océanos han absorbido la gran mayoría del calentamiento causado por la quema de combustibles fósiles. Y pese a estar diezmados, han protegido a las sociedades del impacto total de las emisiones de gases de efecto invernadero, e incluso 'se dan tiempo' para ser el hogar de especies marinas que son fuente de alimento.
A continuación, tres claves para entender cuán 'enfermos' están los océanos, incluyendo el Pacífico, que baña las costas de Ecuador.
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Calentamiento de sus aguas
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Al absorber más del 90% del calor excedente atrapado en la atmósfera por los gases de efecto invernadero, "los océanos se están calentando cada vez más rápido", explica Angelique Melet, oceanógrafa del centro europeo Mercator Ocean.
El panel de expertos climáticos del IPCC de la ONU ha dicho que la tasa de calentamiento de los océanos —y por ende, su absorción de calor— se ha duplicado ampliamente desde 1993.
La temperatura promedio de la superficie del mar alcanzó nuevos récords en 2023 y 2024.
A pesar de un respiro a inicios de 2025, las temperaturas se mantienen en niveles históricamente altos, según datos del monitor climático Copernicus de la Unión Europea.Seguro y se preguntará en qué afecta al ciudadano común que los océanos, a miles de kilómetros de distancias estén más calientes. Pues bien, un mar más caliente tiene varias consecuencias:
- Los mares más cálidos pueden hacer que las tormentas sean más violentas, ya que se alimentan con el calor y agua evaporada.
- El calentamiento del agua también puede ser devastador para las especies, especialmente para los corales y las praderas marinas, que no pueden migrar.
- En el caso de los corales, se espera que entre el 70% y el 90% se pierda este siglo si el mundo alcanza un calentamiento de 1,5º C en comparación con los niveles preindustriales.
- Y si los corales mueren, no solo el mundo pierde biodiversidad, también se altera la cadena trófica o alimenticia en los mares.
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Derretimiento de casquetes polares
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Cuando un líquido o gas se calienta, se expande y ocupa más espacio.
En el caso de los océanos, esta expansión térmica se combina con el derretimiento lento, pero irreversible de los casquetes polares y los glaciares de montaña del mundo.
Y esto a su vez provoca la subida del nivel del mar, amenazando a decenas de poblaciones cerca de las costas.El ritmo al que aumenta el nivel de los océanos globales se ha duplicado en tres décadas y, si las tendencias actuales continúan, volverá a duplicarse para 2100 a aproximadamente un centímetro por año, según investigaciones recientes.
Alrededor de 230 millones de personas en todo el mundo viven a menos de un metro sobre el nivel del mar, vulnerables a amenazas cada vez mayores de inundaciones y tormentas.
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Más acidez, menos oxígeno
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El océano también ha absorbido entre el 20% y el 30% de todas las emisiones de dióxido de carbono de los humanos desde la década de 1980, lo que provoca que las aguas se vuelvan más ácidas.
La acidificación debilita los corales y dificulta la calcificación de los mariscos, los esqueletos de crustáceos y ciertos tipos de plancton. Este último es alimentos de los peces, es decir, la acidificación perjudica a la pesca.
"Otro indicador clave es la concentración de oxígeno, que obviamente es importante para la vida marina", dijo la científica Melet del centro europeo Mercator Ocean.La pérdida de oxígeno se debe a un conjunto complejo de causas, incluidas las relacionadas con el calentamiento del agua.
Los océanos absorben una cuarta parte de todo el CO2 producido cada año en el mundo.The Nature Conservancy
¿Hay algo que pueda hacer por los océanos?
Un día después del día mundial de los océanos se realizará en Niza la tercera Conferencia de la ONU sobre los Océanos, organizada conjuntamente por Francia y Costa Rica.
Será entre 9 y el 13 de junio, y con énfasis en resaltar cómo estos grandes mares solventan la vida de unas 600 millones de personas en el mundo, es decir, los pescadores y sus familias.
Y en estas familias también se incluyen a las ecuatorianas, puesto que la pesca es una de las industrias más cruciales para la economía del país.
En ese contexto, ¿qué puede hacer para ayudar en la protección de los océanos? Algunas de las recomendaciones que se discutirán en esta cumbre en Niza son:
- Integrar la sostenibilidad de los océanos en los marcos de comercio e inversión.
- Reforzar la resiliencia de los sistemas alimentarios basados en los océanos.
- Facilitar el acceso equitativo a la financiación azul y a las tecnologías oceánicas, en particular para los países en desarrollo.
- Promover la pesca sostenible y los medios de subsistencia costeros.
También hay acciones más locales que se pueden realizar, y una de ellas involucra directamente a los ciudadanos y el consumo de plásticos:
- Mejorar la calidad y disponibilidad de datos sobre el comercio oceánico y las emisiones de gases de efecto invernadero procedentes del transporte marítimo.
- Reducir la contaminación marina promoviendo sustitutos y alternativas asequibles, seguras y sostenibles a los plásticos.
- Desarrollar sistemas de alerta temprana para mitigar el impacto del cambio climático en los océanos.
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