Qué ha pasado con la liquidación de la aerolínea ecuatoriana Tame, tras la glosa de Freddy Ehlers
La aerolínea Tame no ha podido concluir su liquidación tras cinco años, en lo que ha resultado ser un largo aterrizaje forzoso entre deudas, juicios y cuentas sin cerrar.

Foto referencial de uno de los aviones que pertenecía a Tame. Noviembre de 2023.
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Cortesía Tame en liquidación.
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Han pasado más de cinco años desde que empezó la liquidación de Tame, la aerolínea estatal que durante casi seis décadas conectó el país y representó la mayor apuesta pública en transporte aéreo.
Pero el proceso de liquidación, que debía concluir en apenas 60 días, resultó ser una tarea titánica y ha requerido ya siete prórrogas, convirtiéndose en un ejemplo de los obstáculos que enfrenta el sector público para cerrar sus empresas de forma eficiente.
La reciente sentencia de la Corte Nacional de Justicia (CNJ) volvió a poner el caso en la agenda. Un tribunal de esa corte ratificó una glosa por USD 15.087.861,48 para Freddy Ehlers, exministro de Turismo del gobierno de Rafael Correa, al confirmar su responsabilidad administrativa como miembro del Directorio de Tame de ese entonces en el arriendo y operación del avión Airbus A330, en la ruta Quito - Nueva York.
La sentencia judicial confirma lo determinado por la Contraloría, que señaló que Tame siguió operando la ruta Quito - Nueva York, entre 2015 y 2019, pese a que cada año registraba saldo en contra. Cuando al fin dejó de operarla, Tame ya había registrado pérdidas acumuladas por USD 28,9 millones.
"Esta resolución demuestra que los daños causados a la empresa pública no quedarán impunes".
Contraloría tras conocer el fallo para Freddy Ehlers
La defensa de Ehlers, en cambio, anunció que evalúa interponer un recurso de aclaración y ampliación.
Tame fue fundada en 1962 por la Fuerza Aérea Ecuatoriana y durante décadas fue la única opción aérea estatal del país. En su mejor momento, llegó a operar rutas internacionales hacia Nueva York, Lima, Bogotá y Caracas. Pero las decisiones políticas y falta de gestión empresarial, técnica y comercial derivó en una crisis.
En 2011, bajo la administración de Ehlers en el Ministerio de Turismo, Tame emprendió un plan de expansión que incluyó la apertura de nuevas rutas internacionales y el arriendo de aviones. Es justamente este último punto el que derivó en la glosa ratificada por la Corte Nacional.
Una liquidación larga y compleja
El caso judicial se da pocos meses después de la prórroga al proceso de liquidación de Tame. El 10 de junio de 2025, el Gobierno de Daniel Noboa extendió el plazo para el cierre definitivo de la empresa hasta diciembre de 2025.
Esto, luego de que la empresa no lograra completar la venta de sus activos ni saldar las deudas con acreedores y extrabajadores.
Y es que Tame fue declarada en liquidación en mayo de 2020, durante la emergencia sanitaria por la pandemia, por decisión del entonces presidente Lenín Moreno. El argumento oficial fue la inviabilidad financiera: la aerolínea acumulaba pérdidas superiores a USD 400 millones y una estructura de costos insostenible frente a la competencia privada.

El cierre implicaba un proceso corto de venta de bienes —aviones, repuestos, maquinaria y oficinas— y el pago progresivo de pasivos laborales. Sin embargo, la realidad ha sido mucho más compleja.
Al revisar los informes Rendición de Cuentas de la aerolínea en liquidación de 2023 y 2024, queda claro que la empresa sigue con un gigantesco agujero financiero.
El principal problema son las millonarias deudas que aún tiene la aerolínea en liquidación, que suman USD 305 millones al cierre de 2024.
Pero los bienes o activos que podría vender para cubrir esas deudas no son suficientes, pues suman apenas USD 8,65 millones, es decir, solo el 3 % de lo que debe Tame.
¿A quién le debe Tame más dinero?
Tame le debe más dinero a la petrolera estatal Petroecuador, por compra de combustibles cuando mantenía operaciones. Esta deuda suma USD 138,8 millones.
El segundo al que más le debe dinero es el Ministerio de Finanzas, cuya deuda además ha ido creciendo. En 2023 el pasivo con Finanzas era de USD 16,5 millones, pero para 2024 subió a USD 81,7 millones.
Ese incremento se debe a que el Ministerio de Finanzas ha tenido que asumir los pagos de créditos que adquirió Tame, como uno con el Banco Interamericano de Desarrollo para la compra de aviones Embraer. Finanzas era el garante de esos préstamos.
Tame también tiene deudas por USD 61 millones con el sector privado, entre ellos pasajeros que reclaman reembolsos por compra de vuelos.
Lo poco que ha recuperado
El objetivo central de la liquidación es vender los activos restantes, una tarea que ha avanzado lentamente.
Al cierre de 2023, Tame había vendido siete de las 8 aeronaves que tenía: un Kodiak, tres ATR y tres Embraer por un total de USD 13,6 millones.

Además, vendió repuestos y otros materiales por USD 2,41 millones entre 2023 y 2024.
A finales de 2024, quedaban por vender USD 3,3 millones en repuestos y herramientas. Tame cuenta con un edificio en la Avenida Amazonas, en el centro norte de Quito, pero está embargado por Petroecuador.
Según el informe de rendición de cuentas de 2024, había USD 4,38 millones registrados en cuentas por cobrar como de dudosa recuperación; es decir, probablemente no se cobrarán.
En 2024 se concretaron los cierres de estaciones internacionales en Colombia, Venezuela y Estados Unidos, quedando pendientes las de Brasil y Argentina.
¿Y los pasajeros?
En el evento de rendición de cuentas de 2024 de Tame, varios de los presentes consultaron cuándo se reembolsarán los pasajes no utilizados. La liquidadora de Tame dijo que la devolución de esos valores se hace de acuerdo a las prioridades legales y a la disponibilidad de dinero de la empresa en liquidación.
Y es que los pasajeros están en el puesto seis del orden de prelación de pagos para la liquidación de Tame, primero están: costas judiciales, salarios, obligaciones con el IESS, BanEcuador, derechos del estado y otras entidades estatales.
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