Los primeros sistemas de robot de carga están planificados para iniciar su producción en este 2022 y serán usados en garages privados y áreas públicas.
Continental está revolucionando la carga de vehículos eléctricos, junto con la startup Volterio. Las dos compañías han desarrollado un robot de carga inteligente que hará que la carga de electricidad sea mucho más fácil y conveniente en el futuro.
Este desarrollo innovador destaca una vez más el enfoque estratégico de Continental Engineering Services en tecnología sostenible y soluciones de servicio. Las soluciones de carga inteligente para vehículos eléctricos en particular son hitos claves en el camino hacia una movilidad integral, sostenible y respetuosa con el medio ambiente.
La solución de carga totalmente automática consta de dos componentes: una unidad abajo del vehículo y otra en el suelo del garaje. Tan pronto como el automóvil está estacionado, los dos componentes se conectan automáticamente a través de un sistema inteligente que, entre otras opciones, se controla a través de banda ultraancha, una tecnología de comunicación basada en radio transmisión de datos de corto alcance.
Una ventaja práctica de esto es que el automóvil no tiene que estacionarse con precisión. El robot de carga corrige la desviación de hasta 30 centímetros de la posición del estacionamiento ideal.
“Nuestro robot de carga es un paso real en la evolución de hacer que la movilidad eléctrica sea más conveniente y adecuada para el uso diario”
Dr. Christoph Falk-Gierlinger, director general de CES
Ventajas del robot de carga
La nueva tecnología ofrece muchos beneficios:
- A diferencia de la carga inductiva inalámbrica a través de un campo magnético, apenas se pierde energía cuando se llena con el robot de carga.
- Es una solución particularmente sostenible y eficiente.
- La carga es cómoda gracias a la tecnología robótica.
- A diferencia de las estaciones de carga, los usuarios ya no tienen que preocuparse por ningún aspecto de la carga, como manipular cables, potencialmente contaminados o empapados por la lluvia en garajes cerrados.