El nuevo Polo de Volkswagen viene en un empaque renovado con automatización Nivel 2, que antes era exclusiva para vehículos grandes como Golf, Tiguan, Passat, Arteon y Touareg.
Aunque el conductor todavía debe prestar atención a ciertas funciones, los sistemas del nuevo Polo dirigen, frenan y aceleran según la necesidad del usuario.
La clave para esto es el asistente IQ.DRIVE, un sistema opcional que se complementa con la conducción parcialmente automatizada en todo el rango de velocidades.
Automatización a un botón de distancia
El usuario puede acceder a la tecnología a través de un volante multifunción con botones de asistencia inteligente. De esta manera, el conductor configura los aspectos deseados a través de la superficie táctil del volante.
A través de este sistema los clientes pueden activar guías longitudinales y laterales con un Nivel 2 de automatización.
Esta función está basada en la tecnología del control de crucero adaptativo (ACC) y la guía de carril. Antes usada únicamente en vehículos SUV y de mayor capacidad de Volkswagen.
Con este sistema, el Polo mantiene la velocidad deseada por el conductor de manera constante. Mientras que, gracias a la dinámica de pantalla con cámaras, detecta los límites de velocidad establecidos por la ley, entre otras señaléticas.
Asimismo, los sensores de radar también detectan si un vehículo más lento está cerca y reduce la velocidad. Todo esto con el fin de mantener una distancia segura.
Pero, si el auto detecta que no hay automóviles en frente del Polo, continuará con su proceso de aceleración preestablecida.
Adicionalmente, la marca espera incorporar un sistema predictivo ACC que combina el sistema de navegación con la caja de cambios de doble embrague (DSG). Esto permite que el vehículo reaccione correctamente en curvas y límites establecidos dentro de la ciudad.
Tomada: Volkswagen-newsroom.com